Libre marisqueo: ni rastro de lo que era
La flota extrae ahora la décima parte de lo que obtenía en tiempos de bonanza
El primer mes de actividad en las zonas comunes se salda con 18 toneladas
En octubre de 2005 se recogían 167.000 kilos de berberecho; el mes pasado, solo 800

Embarcaciones participantes en el libre marisqueo en los ya cerrados Lombos do Ulla. | Noé Parga
En el primer mes del libre marisqueo del año 2005 se recogían en Arousa 177.000 kilos de bivalvos, de los cuales, 167.000 eran berberecho. En el primer mes del libre marisqueo del año 2024, los «rañeiros» arousanos tuvieron que conformarse con apenas 18.000 kilos totales, y solo 800 correspondieron al berberecho.
Es la prueba evidente de que la actividad en las zonas comunes de la ría está muerta. Y como viene denunciando FARO DE VIGO desde hace muchos años, la demostración de que el modelo de explotación propuesto en su día por las cofradías, y sustentado en la fraccionada asociación Rañeiros da Ría de Arousa, ha resultado un fracaso.
Como también es casi indiscutible que abrir la campaña cada 1 de octubre no es más que un paripé, de ahí que cada 1 de enero llegue el momento de pedir ayudas por cese de actividad. Ya se explicó en otras ocasiones: ¿Para qué abrir el libre marisqueo si no hay marisco? Pues quizás para tener la opción de recurrir después al cese de actividad.
Es por todo ellos que las cofradías y la Consellería do Mar tienen tanto protagonismo como responsabilidad en cuanto está sucediendo, al igual que la tienen los parásitos.
La Marteilia
Algunos tan conocidos como la Marteilia, que amenazan desde hace más de una década a los bivalvos arousanos.
Como también lo hacen los depredadores naturales, como las «ouxas» y las estrellas de mar; adversidades meteorológicas, sobre todo a modo de temporales y precipitaciones intensas; fenómenos naturales como las riadas y todas las demás amenazas que cada uno quiera imaginar.

Libre marisqueo O Grove / MUÑIZ
Incluidas la del vaciado descontrolado de embalses, la sobreexplotación, el furtivismo y/o la pesca ilegal, el calentamiento del agua y otras muchas.
Las causas están claras, de ahí que sea innecesario seguir pidiendo informes par determinar las razones de la pérdida de productividad. ¡A estas alturas todo el mundo las conoce!
Lo más necesario y urgente son las soluciones que el sector y la administración deben buscar, pues a nadie puede agradar que el mes pasado se obtuvieran solo 18 toneladas de bivalvos en el libre marisqueo arousano.
Muy lejos de aquellas 213 que se recogían en el primer mes de faena de 2010 e incluso por debajo de las 123 y las 115 toneladas de los años 2015 y 2016, cuando la Marteilia ya hacía estragos y los bancos de libre marisqueo ofrecían unos serios indicios de agotamiento que nadie pareció entender.

Marisqueo a flote en O Bohído. / Noé Parga
Un espejismo
Quizás las 126 toneladas conseguidas en el primer mes de 2018 invitaban al optimismo ante una aparente recuperación. Pero aquello era solo un espejismo, y las apenas 29 toneladas de las cinco primeras semanas de la campaña 2021 dejaban claro que nada se podía hacer ante la cruda realidad.
Y como una cosa lleva a la otra, aquellos 700 o 800 barcos que se despachaban cada mañana para el libre marisqueo se han quedado en menos de 300.
Esta semana, sin ir más lejos, comenzaba con 134 naves en O Bohído, 20 en Cabío y 131 en las llamadas «otras zonas» del libre marisqueo.
Entre las que no se encuentran los bancos de Os Lombos do Ulla, en otros momentos un paraíso natural para el marisqueo y los mariscadores que se ha deteriorado hasta tal extremo que ahora es un fondo estéril, de ahí que tuviera que ser cerrado solo un par de semanas después de que comenzara la campaña.
Tan desastrosa como las anteriores
Una temporada tan desastrosa como las precedentes en la que, como se decía anteriormente, apenas se han recogido 18 toneladas de marisco de concha.
Curiosamente, la mayor cantidad se ha obtenido en las «otras zonas», donde se alcanzaron las 8 toneladas.

Así comenzó otra preocupante y desconsoladora campaña para el libre marisqueo en Arousa. / Noé Parga
Lo más llamativo es que con los bancos de Os Lombos do Ulla destrozados, y cerrados pronto, todas las miradas se centraban en O Bohído, es decir, el terreno situado a caballo entre A Illa, O Grove, Cambados y Vilanova.
Pero la sobreexplotación de este lugar en los últimos tiempos ha sido tan notable como su pérdida de productividad, de ahí que apenas se sumaran 5 toneladas de bivalvos en O Bohído.
Una cantidad que incluso superó ligeramente Cabío, que hasta ahora era «el tercero en discordia», en lo que a bancos marisquero se refiere.
Es tal la debacle y el descontrol que las llamadas «otras zonas», que hasta hace nada eran pequeños espacios utilizados por unos pocos, rebasaron ligeramente las 8 toneladas.
Precisamente fue ahí donde se consiguieron 804 kilos de berberecho declarados hasta ahora por las cofradías, junto con 127 de almeja fina, 1.566 de japónica, 626 de babosa, 4.370 de almeja rubia, 4 kilos de relojito y 528 de carneiro.
El mismo listado provisional de capturas correspondiente al primer mes de libre marisqueo arroja un resultado de 55 kilos de fina, 202 de japónica y 4.149 de babosa en O Bohído. Además de 11 kilos de rubia y 243 de carneiro en O Bohído.
En Cabío habrían sido 30 gramos de berberecho, 5 kilos de fina, 35 de japonesa, 26 de babosa, 246 de rubia, 2.376 kilogramos de relojito, 2.409 de carneiro y apenas 4 kilos de bicuda.
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