Si los jabalíes evitan las trampas podrían ser cazados con flechas

La pasada noche fueron vistos paseando en manada por la avenida del Teniente Domínguez

Continúa la operación para controlar a los animales vistos en A Toxa

Los jabalíes vistos esta noche a la altura el restaurante Villa Rolendis, en la avenida del Teniente Domínguez.

Los jabalíes vistos esta noche a la altura el restaurante Villa Rolendis, en la avenida del Teniente Domínguez. / FdV

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Los jabalíes de A Toxa, que ya no tienen reparo alguno en dejarse ver buscando alimento por el centro urbano de O Grove, donde han llegado a ser pastoreados con patinetes eléctricos –como se avanzaba ayer–, podrían ser cazados por arqueros profesionales.

Su presencia en las calles es cada vez más habitual, de ahí que esta misma noche fuera localizado un grupo paseando tranquilamente por el pueblo, concretamente a la altura el restaurante Villa Rolendis, en la avenida del Teniente Domínguez.

Según se ha podido saber, la opción de recurrir a los arqueros cobra cada día más peso, dado el riesgo de usar escopetas de perdigones en la villa meca o la isla de A Toxa, donde los destrozos causados por los puercos salvajes siguen en aumento.

Han sido especialmente notables en el terreno de juego del Real Club de Golf La Toja, donde, como se había explicado, cifraron las pérdidas en 2.000 euros.

Pastorean en patinete eléctrico a un jabalí por O Grove

FdV

Desde marzo

«Son frecuentes las incursiones y destrozos en el campo de golf por parte de estos animales, sobre todo desde el pasado mes de marzo», indican en las instalaciones sociodeportivas.

Las mismas fuentes confirman que «hay tanto machos como hembras y crías» que se mueven libremente e incluso llegan a desplazarse entre esta isla y las de A Toxa Pequena y Tourís.

«El mayor riesgo para la población radica en la agresividad de las hembras cuando quieren defender a sus crías, y de ahí la necesidad de darles caza, ya sea con las jaulas colocadas a modo de trampa o recurriendo a los arqueros profesionales», manifiestan algunos de los experimentados cazadores consultados por FARO.

Entre ellos, algunos que han encontrado el rastro de numerosos ejemplares y que confirman que «hay machos, hembras y jabatos».

El jabalí se paseó por el centro urbano meco. |  FdV

El jabalí se paseó por el centro urbano meco. | FdV

De este modo se repite la historia que se había vivido en O Grove en noviembre de 2014, cuando un jabalí, de nombre «Abelardo», fue buscado durante días por la isla de A Toxa y se dejó ver en diferentes ocasiones –él o algún pariente cercano– por el centro urbano del pueblo.

Ahora los jabalíes vuelven a actuar del mismo modo, después de que, como alertó FARO DE VIGO la semana pasada, un ejemplar de más de cien kilos de peso atacara a un vecino que paseaba con su perro por A Toxa.

Salió a relucir entonces que un día antes una hembra que protegía a sus cinco jabatos se había enfrentado a un vigilante de seguridad de la isla.

En las jornadas posteriores se produjeron otros encontronazos y/o ataques que obligaron al Concello de O Grove a prohibir el acceso a la zona arbolada del Monte Central o Parque Forestal Xaquín Álvarez Corbacho, de 210.000 metros cuadrados de superficie y emblema de A Toxa.

Como se explicaba ayer en el decano de la prensa nacional la población de jabalíes se ha disparado en el municipio. Y los cazadores insisten en que hay tanto machos como hembras, con crías y sin ellas, lo cual ha quedado de manifiesto desde la semana pasada.

En el centro urbano

Más aún al detectarse esta noche a un grupo de ejemplares juveniles en la avenia del Teniente Domínguez, en el entorno de A Graña y Ardia, y después de que en la noche del lunes y la madrugada de ayer fuera visto el jabalí solitario que campaba a sus anchas por el centro de la villa meca, descartándose que sea la hembra localizada una semana antes con cinco crías.

Un jabalí de 126 kilos abatido en O Grove. |  FdV

Un jabalí de 126 kilos abatido en O Grove. | FdV

En el caso del ejemplar que se encontraba en el entorno de la Praza de Arriba y la calle de Luis Seoane, hay que recordar que varios jóvenes, subidos a sus patinetes eléctricos, actuaron como si de pastores se tratara y, no sin ciertas dificultades y riesgos, fueron guiando al puerco desde las céntricas calles grovenses hacia la zona alta del pueblo.

Un entorno conocido como Monte da Vila en el que se ubican el instituto, centro de salud, campo de fútbol, casa de cultura y dos pabellones polideportivos, además de numerosas viviendas.

Emergencias

Como se avanzaba ayer en la edición digital de FARO, al tiempo que esto ocurría se alertaba a Emergencias O Grove y algunos intentaban contactar con la Policía Local, quizás desconocedores de que el municipio carece de este servicio en horario nocturno, lo cual ha reactivado viejas críticas a raíz de este episodio.

Pero dejando esto a un lado, hay que decir que, ante la atónita mirada de muchos y la presencia de algunos cazadores, que no pueden disparar en el centro urbano, el jabalí visto por las calles mecas acabó adentrándose en la zona arbolada de Monte da Vila, donde desapareció.

Desde allí pudo desplazarse hacia A Graña, Siradella, Borreiros y Ardia, donde esta especie ha causado importantes destrozos en los últimos años, o bien introducirse en la isla de A Toxa.

Tampoco se descarta, ya que es una práctica igual de habitual, que los jabalíes se muevan entre O Grove y los Concellos de Sanxenxo, Meaño y Cambados, sobre todo aprovechando la bajamar.

Los vecinos reclaman policía de noche y mayor limpieza del monte

A razón de lo sucedido con la creciente presencia de jabalíes en O Grove, y después de los ataques registrados, los vecinos vuelven a reclamar la ampliación de la Policía Local, para que pueda prestar servicio durante la noche.

«Es una verdadera lástima no tener a quién recurrir en caso de emergencia», espetan algunos ciudadanos.

No es su única demanda, puesto que creen que lo sucedido pone al descubierto una «importante carencia en materia de limpieza y ordenación forestal».

Se refieren ala proliferación de maleza en la isla de A Toxa y otros lugares de O Grove por los que estos ciudadanos suelen salir a pasear o hacer deporte, y donde «el estado de abandono actual favorece la presencia de jabalíes y otros animales».

«Los montes están absolutamente descuidados –reflexionan los mecos–, lo cual aumenta el riesgo en algunas zonas e impide pasear por otras, incluidos senderos acondicionados hace solo unos años».

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