Contención en las plazas de abastos
Los clientes están a la espera del centollo y de que llegue el momento de congelar para Navidad
Las escasez de bivalvos y los precios, tirando a altos, se mantienen
El camarón, ahora a 70, es lo poco que se congela actualmente
Las plazas de abastos arousanas viven momentos de contención en una época que puede considerarse de transición, con buena parte de los consumidores a la espera de que el día 11 lleguen a puerto los primeros centollos de la nueva temporada.
Pero, sobre todo, a expensas de ver cómo evolucionan los precios en el arranque de noviembre, para empezar a comprar marisco para congelar pensando en las fiestas navideñas.
Según indicaban esta mañana diferentes vendedores en el mercado municipal de abastos de Vilagarcía, “los encargos para congelar son todavía mínimos, pero seguro que aumentan en la segunda quincena de noviembre, cuando ya tengamos centollo y se pueda planificar el menú navideño”.
Óscar Pomares
“Lo poco que estamos vendiendo a estas alturas para congelar es el camarón, ya que tiene un buen tamaño y está a solo 70 euros”, explicaba Tania, la encargada del puesto perteneciente a Óscar Pomares en la plaza de abastos vilagarciana.
Esta vendedora sabe, como los propios clientes, que el precio se disparará muy por encima de los 100 euros el kilo a medida que se acerquen las fiestas. Sube todos los años, pero lo hará más aún esta vez, dado que se trata de uno de los productos que brillan por su escasez.
Benito Pérez
De ahí que algunos clientes quieran tener provisiones cuanto antes, “aunque esperen unas semanas más antes de empezar a hacer los pedidos para congelar”, indican tanto Tania como el cambadés Benito Pérez, otro de los vendedores de la plaza vilagarciana más conocidos y con mejor producto.
A la espera de ver cómo se comportan tanto los precios como la esperada campaña del centollo –de vital importancia en la lonja y la plaza de abastos de O Grove–, hay que destacar que esta mañana se vivió un buen ambiente en el mercado vilagarciano, con una llamativa cantidad de público.
La razón era que además de tratarse de un día de mercadillo ambulante se estrenaba la carpa del mercado de las flores de Difuntos, todo ello en la misma zona.
Estaban casi todos
Los que accedieron al interior de la plaza de abastos se toparon, como siempre, precios muy variados, dependiendo del puesto elegido y la calidad del producto.
Y había mucho entre lo que escoger, ya que los martes y sábados también acuden los vendedores que se niegan a hacerlo los miércoles, jueves y viernes.
En la bancada de Benito Pérez, por ejemplo, había almeja babosa a 18 y 25 euros el kilo, en función del tamaño, japónica a 15, berberecho a 12 y a 17 y navaja –de vianda grande– a 24.
El placero cambadés también disponía de almeja rubia a 19 euros, chirla –almeja blanca– a 12, buey de mar por el mismo precio y bogavante, a 45 euros el kilogramo.
En el puesto de Óscar Pomares, además del camarón a 70 euros –y bien vivo–, destacaba el pulpo, a 14 el kilo, pero también el buey de mar, a 12 euros, y el bogavante, a 35 y 40 euros.
Asimismo, Tania vendía el percebe a 60 euros, la almeja babosa a 20, la nécora a 30, el berberecho a 15, la almeja japónica a 14, la cigala a 35 y a 45 euros y el mejillón a 3 euros, como en el puesto de Benito Pérez.
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