El «cóctel» de biotoxinas cierra bancos marisqueros y 7 de cada 10 polígonos
En la ría de Muros-Noia se nota la combinación de lipofílicas, amnésica y diarreica
La de Pontevedra sigue con todas sus bateas cerradas
En Arousa hay 14 polígonos inoperativos y en la de Vigo, 9

Las instalaciones del Intecmar. / Noé Parga
El episodio tóxico otoñal que afecta desde hace semanas a las rías gallegas no solo se mantiene y avanza, sino que se complica más cada día que pasa. De ahí que a estas alturas estén cerrados siete de cada diez polígonos de bateas de mejillón y se prohiba la extracción también en diferentes bancos marisqueros.
Y todo porque a las toxinas del género lipofílico –como la diarreica (DSP)–, que son las que provocaron los primeros cierres de bateas de mejillón, se suma el avance de la toxina paralizante (PSP) y de la amnésica (ASP).

La lucha contra las biotoxinas marinas se refuerza en el Intecmar. / Manuel Méndez
Entre las tres forman un «cóctel» difícil de digerir por los moluscos bivalvos cultivados en viveros flotantes y los infaunales –los que viven enterrados en el substrato–, ya que les cuesta mucho más «sacudirse» la toxicidad que puede afectar al ser humano en caso de ingesta de producto afectado.
Esta confluencia de los tres tipos de toxicidad, que se hace notar de manera especialmente intensa en la ría de Muros-Noia, ya se ha producido en diferentes ocasiones durante los últimos años, en unas con más intensidad que en otras.
Intecmar
En esta ocasión la presencia conjunta de DSP, PSP y ASP ha sido la causante, por ejemplo, del cierre decretado para el polígono Muros C desde el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar).
El mismo centro analítico con sede en Vilagarcía en el que, a causa de las lipofílicas, se prohibió días antes la extracción de moluscos infaunales en la Zona II y la Zona III de la misma ría.

La evolución de los dinoflagelados causantes de la toxina dirreica (DSP). / FdV
A la espera de ver cómo evoluciona este episodio, hay que destacar que son 36 los polígonos mejilloneros cerrados, para un total de 51 en toda Galicia.
Arousa y Vigo
La mayoría de los inoperativos, 14, se encuentran en la ría de Arousa, donde quedan una decena aún abiertos.
Una actividad extractiva que todavía puede realizarse en los tres polígonos que a media tarde seguían operativos en la ría de Vigo, que tiene nueve cerrados.
Como lo están el de Baiona, los ocho de la ría de Pontevedra y los cuatro polígonos bateeiros de Muros-Noia.
Lo peor de todo es que de las últimas analíticas aún se desprenden incrementos de dinoflagelados del género «Dinophysis», causantes de la toxina diarreica (DSP), en las estaciones costeras de Baiona y Barallobre, así como en las oceanográficas de Moaña, Samil y Boca Sur de Pontevedra.
Al igual que se detecta un incremento de «Gymnodinium catenatum» en estaciones como las de Samil, Boca Sur de Pontevedra y la Estación Fija de Vigo, si bien esto no provoca cierres por tratarse de los inofensivos dinoflagelados que se limitan a teñir el agua de color, provocando las populares mareas rojas.
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