El Arzobispado de Santiago cede a Cáritas la casa rectoral de A Illa

Ubicada en pleno corazón de A Illa de Arousa, la casa rectoral de la parroquia de San Xulián lleva un año vacía, desde que el cura párroco, David Álvarez, decidió trasladar su residencia a las dependencias de la guardería Sonrisas y Lágrimas. Es por ello que se le ha buscado una alternativa de uso y esta se ha encontrado en el trabajo social que desempaña Cáritas interparroquial de Arousa, que pasará a utilizar esas dependencias.

El Arzobispado de Santiago y la entidad firmaron ayer un convenio de colaboración por el que la primera de las instituciones cede la casa a Cáritas para que sea destinada a la acogida temporal de personas y familias necesitadas. Firmaron el acuerdo José Fernando Barros Fornos en representación del Arzobispado de Santiago de Compostela en su condición de Ecónomo de la Diócesis de Santiago, y Pilar Farjas Abadía como directoras de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela. En el acto estuvieron presentes David Álvarez y Mar Viqueira, consiliario y directora de Cáritas Interparroquial de Arousa, respectivamente.

Este convenio tendrá una duración de cuatro años que pueden prorrogarse si ambas entidades están de acuerdo en hacerlo. En principio, el objetivo es que la casa pueda acoger a dos unidades familiares en situación de vulnerabilidad y que carezcan de una vivienda digna. Antes de comenzar a desarrollar ese proyecto social, la vivienda va a ser sometida a una serie de pequeñas remodelaciones que no van a llevar mucho tiempo ya que el inmueble se encuentra en buenas condiciones de uso.

La vivienda fue remodelada en los años 70 por el cura párroco Olimpio Mejuto que residió en ella durante años, antes de su retirada como párroco. Después sería el turno de David Álvarez, que también vivió en ella hasta que tomó la decisión de que la parroquia se hiciese cargo de la guardería infantil Sonrisas y Lágrimas tras la marcha de las religiosas pertenecientes a la congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Desde ese momento se trató de buscarle una alternativa a una vivienda que se encuentra en perfecto estado de uso, con un amplio espacio ajardinado, en pleno centro del municipio isleño y que estaba en perfectas condiciones de uso.

Una vez se finalicen las obras de reparación de los pequeños daños que tiene la vivienda se comenzará a trabajar en el proyecto social que ha diseñado Cáritas, supervisando qué familias pueden incorporarse a la vivienda parroquial de A Illa.

La vivienda pasará a formar parte de la red de inmuebles con los que cuenta Cáritas Interparroquial Arousa. No en vano, esta entidad ya cuenta con un comedor social en el centro de Vilagarcía al que, hace unos años, se incorporó la casa de San Cibrán, en la parroquia de Sobradelo, vivienda que se destina a la acogida temporal de personas en situación de vulnerabilidad. Ahora, al contar con la casa rectoral de A Illa, el proyecto social que lleva años impulsando Cáritas puede dar un paso más en la atención a las personas más necesitadas. En el convenio resultó clave el párroco de A Illa, David Álvarez, que mostró su interés en que la casa parroquial tuviese un uso de carácter social.

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