Entrevista | Juan Carlos Vidal Martínez Funcionario jubilado de Gardacostas de Galicia

“Cogimos un sector desestructurado, con miles de furtivos en las playas”

Imagen de archivo de Juan Carlos Vidal Martínez, pilotando una de las lanchas de Gardacostas de Galicia.

Imagen de archivo de Juan Carlos Vidal Martínez, pilotando una de las lanchas de Gardacostas de Galicia. / Iñaki Abella

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Carlos Vidal es uno de los hombres que más lucharon contra el furtivismo y la pesca ilegal en Galicia en las cuatro últimas décadas.

Además de ser uno de los que, durante ese tiempo, se han dedicado a velar por la seguridad de la flota, los bateeiros y los mariscadores, entre otras muchas acciones desplegadas por un departamento adscrito a la Consellería do Mar tan importante como Gardacostas.

Juan Carlos Vidal Martínez, vecino de Vilaxoán (Vilagarcía), es una persona querida y respetada que salta ahora a la palestra porque sus compañeros lo han querido así. Van a hacerle una fiesta de despedida ahora que, a sus 65 años de edad, y después de 38 de servicio activo, se ha jubilado como miembro de Gardacostas de Galicia.

-Ha llegado el momento de bajarse del barco...

-Cierto, y me da pena porque podía continuar. Pero con mi edad los servicios de noche, la velocidad de las lanchas y la presión ya se llevan peor, por eso me animé a jubilarme ya.

-Es más de media vida «guardando la costa» desde la base de Vilagarcía.

-La verdad es que sí, desde que en 1987 empecé en aquella base que teníamos en el ISM de Vilagarcía y compartíamos con Aduanas, antes de pasarnos a la base a Carril para acabar en el edifico del Intecmar, en Vilaxoán, con pantalán propio.

Había muchos intereses creados en el sector, incluso con compradores a los que no interesaba que estuviera organizado

-Seguro que nada es ahora igual que cuando empezó.

-Afortunadamente, no. Todo cambió radicalmente; también la forma de trabajar. Cuando empezamos, las actas de inspección que levantábamos no llegaban a ninguna parte. Estaba todo deshecho, con un sector marisquero totalmente desestructurado y miles de furtivos en las playas. Fuimos empezando poco a poco, con unas primeras intervenciones importantes y ciertamente tristes en Vilanova y Cambados, en las que tuvieron que intervenir los antidisturbios de la Guardia Civil.

Juan Carlos Vidal Martínez.

Juan Carlos Vidal Martínez. / FdV

También con actuaciones muy destacadas en O Grove, Bamio y prácticamente toda la ría. Pero mucha gente peleó por ordenar la ría y por nosotros, por lo que fuimos cogiendo fuerza y nuestro trabajo empezó a tener recompensa, de tal forma que las actas ya se tramitaban y los furtivos empezaron a dar marcha atrás. Hicimos ingentes cantidades de decomisos, en muchas ocasiones con apoyo de la Policía Nacional adscrita a Galicia y, entre todos, fuimos sacando esto adelante.

-Pero el furtivismo aún existe.

-Si, pero es muy poca cosa si se compara con lo que sucedía antes. Cuando empecé, aquello era terrorífico. La verdad es que lo hemos pasado muy mal, pero también hemos tenido buenos momentos.

-¿A qué se refiere cuando dice que lo han pasado mal?

-A la inseguridad que teníamos antes. A veces íbamos dos o tres en pequeñas lanchas y algunos furtivos casi te pasaban por encima, ya que estaban envalentonados. Usábamos planeadoras prácticamente sin radar y tenías que entrar en los bancos marisqueros de A Vía (O Grove) tras ellos.

Íbamos dos o tres en pequeñas lanchas y algunos furtivos casi te pasaban por encima, ya que estaban envalentonados

Por aquel entonces había muchos intereses creados en el sector, incluso con compradores a los que no interesaba que el marisqueo estuviera organizado. Pero, afortunadamente para todos, las cosas han mejorado enormemente.

-Seguro que recuerda aquel episodio vivido hace un par de décadas entre Noro y Sálvora, cuando una embarcación furtiva cortó los cabos del aparejo ilegal que usaba y salió huyendo....

-(Risas) Claro que lo recuerdo. Esas cosas no se olvidan nunca.

El ya exmiembro de Gardacostas, en una actividad divulgativa desplegada hace años en Vilaxoán.

El ya exmiembro de Gardacostas, en una actividad divulgativa desplegada hace años en Vilaxoán. / Iñaki Abella

-Así es... Una madrugada de fuerte temporal en la que a punto estuvo de suceder una desgracia, ya que aquellos cabos se enredaron en la hélice de la patrullera de Gardacostas y la dejaron al pairo mientras el fuerte oleaje y el viento la empujaban contra las rocas.

-Son situaciones extremas. Recuerdo que nos sumergimos en plena noche, tanto yo como el mecánico, un compañero que era de Noia y ya ha fallecido, para cortar aquellos cabos y recuperar el gobierno de la lancha.

Recuerdo a 30 o 40 furtivos que escaparon cuando nos vieron dejando atrás a un niño que tuvimos que recoger

-La verdad es que se pasó mucho miedo a bordo... Y tendrá muchas más anécdotas o vivencias de estas guardadas en su memoria.

-Claro que si. Me quedó grabado que veníamos de Vigo con el subdirector general a bordo y tuvimos que entrar en O Grove para actuar ante la presencia de varias embarcaciones ilegales en As Vías.

Interceptamos una y cayó una persona al mar, por lo que tuvimos que parar la embarcación, rescatarla y llevarla al cuartel de la Guardia Civil.

También había sido impactante un suceso vivido en la zona de As Canles, cerca de A Toxa, donde había treinta o cuarenta personas mariscando ilegalmente que escaparon rápidamente en cuanto nos vieron acercarnos, y resulta que se fueron dejando atrás a un niño de trece o catorce años que tuvimos que recoger y llevar a Cambados.

-Está claro que los inicios no fueron nada fáciles. Pero ahora, como bien apuntaba usted, las cosas ya no son como antes. Ya no hay aquellas hordas de furtivos que antaño lo arrasaban todo.

-Aún queda furtivismo en el marisqueo, sobre todo en la parte norte de la ría, pero es evidente que ya no es lo mismo e incluso podría considerarse residual, sobre todo si se compara con lo que había hace cuatro décadas. Ahora hay problemas o situaciones mucho más puntuales.

-¿Qué quiere decir?

-Quizás lo peor es lo que se hace con la vieira, ya que la captura ilegal de esta especie puede causar problemas muy graves a la salud pública. Como también constituyen una amenaza los aparejos sin balizar que se largan en la ría, y que son muchos.

-¿Podría decirse que la amenaza para el mar y el sector extractivo en los tiempos que corren llega más desde la propia flota profesional? La pesca ilegal, que practican quienes, usando sus permisos de faena, no respetan los topes de captura, horarios o tallas establecidos, también es considerado furtivismo...

-Claro que también es una amenaza, pero, afortunadamente, son muchos más los verdaderos profesionales del sector... los que sí respetan las normas y pautas de trabajo.

-De lo que no hay duda alguna es del importante papel que desempeña el servicio de Gardacostas de Galicia, no solo en la ría de Arousa, sino en toda la comunidad. De ahí que la flota y los mariscadores ya no vean este departamento como un enemigo, sino como un aliado y un colaborador necesario.

-Entiendo que así es. Esto se debe a que la labor de Gardacostas es enorme y de lo más variado.No se trata solo de luchar contra el furtivismo o la pesca ilegal y de levantar actas, además de contar las cuerdas de las bateas o registrar el número de tripulantes a bordo de los barcos, sino también de actuar contra la contaminación, velar por la seguridad en la navegación, contribuir a que el consumidor confíe en los productos del mar, preservar los recursos y un montón de actividades más.

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