A Illa prorroga el contrato del agua y destinará ese dinero a financiar la EDAR

Veinte años de prórroga en la gestión de la red de agua potable a cambio de 1,7 millones de euros. Ese es el acuerdo, a grandes rasgos, que el Concello de A Illa negocia con la empresa concesionaria del servicio, Espina y Delfín, un contrato que servirá también para garantizar el tratamiento de las aguas residuales. No en vano, el edil de Facenda, Manuel Suárez, señala que ese dinero que va a ingresar el Concello irá destinado a cubrir la parte proporcional que le toca a la Administración local para acometer las obras de construcción de la Estación Depuradora de augas Residuais (EDAR) de Testos.

Suárez, que culpa a Augas de Galicia de desentenderse de esta obra mientras las acomete muy similares en otros puntos, explica que el contrato del agua “remata el 24 de noviembre de 2024 y proponemos que se saque adelante una prórroga del convenio con Espina y Delfín de veinte años, con un solo abono tras la firma del acuerdo”. Suárez recalca que la decisión hay que tomarla tres meses antes de que expire el contrato, convirtiéndose en la tabla de salvación para el Concello.

Desde que se construyó la actual EDAR de Testos, se ha incumplido la normativa europea de vertidos, lo que ha supuesto una amenaza de sanción por parte de las administraciones comunitarias que se pretende solventar con la construcción de una nueva EDAR en un lugar próximo. Sin embargo, y pese a estar nombrada por Acuaes como una obra de interés general, Augas de Galicia se ha desentendido de la actuación lo que obliga al Concello a abonar el 20% de los más de ocho millones de euros de coste que tiene la nueva EDAR.

Suárez explica que, en caso de que la obra se licite por un valor menor, “la cantidad sobrante pasaría a los fondos municipales”, y en caso de que la cifra se dispare, cubriría una parte importante de la aportación que “estamos obligados a realizar ante el pasotismo de Augas de Galicia”. Las palabras de Suárez son respaldadas por el alcalde, Luis Arosa, que clama contra la Xunta de Galicia por no colaborar en actuaciones fundamentales para A Illa, sobre todo porque permitiría acabar con los problemas de vertidos en un mar del que vive la gran mayoría de los vecinos del municipio.

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