Cambados llora la marcha del genio artístico que era Lino Silva

Tenía 74 años y su funeral se celebró ayer en Santa Mariña

Lino Silva durante un acto en el Pazo de Torrado en Cambados.

Lino Silva durante un acto en el Pazo de Torrado en Cambados. / Iñaki Abella

Cambados asume con estupor la marcha de todo un genio del arte y, sobre todo, de un cambadés de pro como era el artista Lino Silva. Pintor, escultor y poeta, falleció a los 74 años de edad después de arrastrar, durante más de una década, importantes problemas de movilidad. Sus restos mortales fueron incinerados ayer después de que se celebrase un pequeño funeral en la iglesia parroquial de Santa Mariña Dozo.

Silva siempre fue un cambadés ejemplar que huía de las masificaciones y con fama de bohemio, Silva fue siempre un personaje apreciado por los vecinos de la villa del albariño. Sus padres regentaban el antiguo bar Silva que se encontraba en la calle Isabel II, mientras él viajaba a Santiago para formarse en la escuela de artes y oficios. De allí se fue a Madrid, donde permaneció un tiempo antes de regresar a su plácido Cambados. Fue en las dependencias del antiguo bar Silva donde Lino construyó su particular templo, al convertirlo en su estudio de pintura.

En 2013, el pintor sufrió un grave accidente doméstico al caerse de la ventana del primer piso de su vivienda. Lino sufrió heridas de carácter grave que le dejaron con una movilidad muy reducida, pero no le impidieron seguir con la que siempre fue su gran pasión, la pintura.

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