Adiós al pulpo de la ría

Desde que comenzó la campaña las lonjas arousanas subastaron 63 toneladas, 17 menos que en 2023

La flota constata la progresiva y preocupante desaparición del cefalópodo

Venta de pulpo en la plaza de abastos de Vilagarcía, ayer.

Venta de pulpo en la plaza de abastos de Vilagarcía, ayer. / Iñaki Abella

Manuel Méndez

Manuel Méndez

A medida que avanza la campaña del pulpo iniciada a principios del mes pasado parece quedar más claro que, como sucede con otras especies, el cefalópodo tiende a desaparecer de la ría.

Como ocurre en prácticamente toda la comunidad, y salvo honrosas excepciones, las cifras de primera venta solo pueden interpretarse con preocupación, puesto que se confirma una progresiva pérdida de peso de esta preciada especie en el conjunto de las lonjas.

Cantidades testimoniales

Prueba de ello es que el lunes solo se subastaran 73 kilos en el puerto de Cambados, con un precio máximo de 15,5 euros, y 80 kilogramos en la “rula” de O Grove, con un tope de casi 14 el kilo. ¡Y eso fue todo!

Es evidente, y esto tampoco es nada nuevo, que buena parte del pulpo que se consume en restaurantes, fiestas, ferias y romerías de todo tipo o bien es suministrado por furtivos, o procede del extranjero, ya que en Galicia hace ya mucho tiempo que dejó de extender sus tentáculos y se agotó el pulpo de casa congelado.

Y ni siquiera los esfuerzos de la flota y la administración autonómica, traducidos a modo de vedas o limitación de capturas y peso, parecen suficientes para ayudar a recuperar la población del pulpo de las rías.

De ahí que en lo que va de campaña –prácticamente dos meses– se subastaran en Galicia 189 toneladas de esta especie por valor de casi 2 millones de euros, frente a las 277 toneladas y los 2,7 millones de euros obtenidos en el mismo periodo de 2023.

Año 2016

No está de más recordar que el año pasado se despacharon en las lonjas de la comunidad –en todo el ejercicio– 1.918 toneladas , frente a las 2.260 con las que se cerró 2022, y que parecían indicar una tímida recuperación de la especie que finalmente resultó ser solo un espejismo.

Lejos quedan las 3.192 toneladas de pulpo colocadas en el mercado en 2016, desplomándose las capturas hasta poco más de 2.000 al año siguiente.

Si se toma como referencia lo sucedido en Arousa, hay que decir que desde principios de julio se despacharon 63 toneladas –datos provisionales– por importe de 665.000 euros, mientras que en el mismo periodo de 2023 habían sido 80 toneladas y 785.000 euros.

Las ventas se limitan a las “rulas” de Ribeira, que domina claramente esta actividad extractiva, Cambados, O Grove y, de manera testimonial, Aguiño.

Comparando lo sucedido el verano pasado con lo que está dando de sí el actual, puede decirse que en el puerto ribeirense pasaron de 65 toneladas y 641.000 euros a 50 toneladas de pulpo, con unos ingresos de 533.000 euros.

El ranking

A pesar de esa caída, el de Santa Uxía sigue siendo el puerto más importante de Galicia para esta especie, gestionando más del doble del volumen total de la segunda lonja del ranking.

No es otra que Bueu, donde desde que comenzó la campaña actual se subastaron más de 21 toneladas de pulpo, al igual que se hizo en el puerto de Vigo, con facturaciones de 223.000 y 236.000 euros, respectivamente.

Puerto cambadés

Les siguen Cangas, con 11 toneladas de pulpo desde principios de julio, Aldán-Hío (10 toneladas), A Coruña (9) y la lonja de Cambados, que viene a ser la excepción que confirma la regla, ya que prácticamente calca los resultados del año pasado e incluso los mejora levemente, situándose con 8,5 toneladas de pulpo y unos ingresos de 82.000 euros.

Tras el puerto cambadés aparecen los de Muros, Corcubión, Portonovo, Carnota (Lira), Porto do Son y O Grove, que va actualmente por las 4,5 toneladas y los 45.000 euros, lo que supone dos toneladas y 16.000 euros menos que en el mismo periodo de 2023.

Como sucede en las demás rías, en la de Arousa también se aprecia claramente que el pulpo ha perdido protagonismo y ha tenido enormes altibajos durante las dos últimas décadas.

Un cefalópodo que en 2004 generaba 3,2 millones de euros por la venta de 542 toneladas en las lonjas arousanas. Las mismas que el año pasado consiguieron ingresar 3,8 millones, aunque fue gracias a la brutal subida del precio, ya que en realidad despacharon solo 385 toneladas.

El mejor año que se recuerda en la ría desde 2004 fue 2016, con más de 603 toneladas de pulpo distribuidas desde los puertos de Arousa.

Tampoco estuvieron mal 2010, con 571 toneladas, 2019, cuando se superaron las 508, ni 2011, con 501 toneladas de pulpo vendidas.

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