Arte para ocupar el tiempo tras la jubilación

El isleño Manuel Dios Cores expone las maquetas en madera que elabora en el Centro de Interpretación de la Conserva

Manuel Dios muestra varias de sus creaciones en el Centro de Interpretación de la Conserva.

Manuel Dios muestra varias de sus creaciones en el Centro de Interpretación de la Conserva. / Noé Parga

A. G.

Barcos de todo tipo a escala, faros, coches y hasta algún hórreo, todos ellos hechos en madera y hasta sumar un total de 32 obras. Eso es lo que se encuentran los visitantes del Centro de Interpretación de la Conserva como complemento a todo lo que ofrecen las instalaciones de A Illa. Esas 32 piezas fueron elaboradas por Manuel Dios Cores, un jubilado de A Illa de 71 años que, tras muchos años, ha podido dar rienda suelta a una de sus pasiones: ir elaborando réplicas a escala de embarcaciones, especialmente de dornas, barcos de pesca y bateeiros que pertenecieron a su propia familia. Todas esas piezas han sido elaboradas respetando hasta el más mínimo detalle, estuviesen destinadas a la pesca a o ser auxiliares de batea. La muestra está recibiendo tantos visitantes que, en más de una ocasión, el propio Dios Cores ha tenido que explicar algunos de los detalles que caracterizan las diferentes piezas.

Dos visitantes contemplan algunas de lasmaquetas.   | // N. P.

Dos visitantes contemplan algunas de lasmaquetas. / Noé Parga

Insiste Dios Cores en que todo arranca “cuando me jubilé, además de trabajar muchos años en el mar como pescador y después como bateeiro, también fui entrenador de fútbol y no podía estarme quieto con tanto tiempo libre”. Así que ese fue el detonante para que comenzase a dar forma a piezas de madera, recogiendo cada pequeño detalle de los barcos originales. La gran cantidad de piezas que fue elaborando llevó a los hijos de Dios Cores a animarle a exponer esas obras, consiguiéndolo en su propia tierra y en un lugar tan vinculado al mar como es el Centro de Interpretación da Conserva de A Illa. En las piezas elegidas para exponer se encuentran las réplicas de un antiguo bateeiro y una antigua embarcación de pesca que “pertenecieron a nuestra familia. A mayores también se pueden ver chalanas con velas latinas o motores de madera, coches, hórreos, un carro de vacas y hasta un submarino. Para elaborarlos “voy cogiendo un trozo de madera y lo voy puliendo poco a poco, respetando cada pequeño detalle de la embarcación o edificio que estoy recreando; es un trabajo muy lento porque hay que hacer muchas pequeñas piezas, pero las voy tallando a mi manera hasta que salen”.

Las réplicas de madera las deja siempre para los largos inviernos de A Illa y ya tiene decidido cual será su próxima obra, un molino de viento de los que se localizan en los Países Bajos. Ahora en verano está centrado en pintar conchas a las que incorpora imágenes de veleros, de dornas con la vela desplegada, imágenes de Santiago Apóstol o un faro. Todas estas piezas, Dios Cores las elabora por gusto, ya que no acostumbra a vender ninguna de ellas; “la exposición cuenta con 32 piezas, pero he regalado muchas por A Illa adelante a aquella gente que aprecio porque nunca me metí en esto buscando ganar dinero, sino buscando algo con lo que pudiese ocupar mi tiempo, que me tuviese entretenido”. Los últimos en visitar la exposición han sido alumnos de la ludoteca municipal, que asistieron asombrados a las explicaciones que Dios Cores les fue ofreciendo sobre como elaborar una de estas réplicas en madera.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents