El mejillón vuelve a estar en carne

La DOP inicia el proceso de certificación en puertos y mercados

Poner el sello Mexillón de Galicia implica que está en un momento óptimo

Degustación de mejillón entre bateas a bordo de un catamarán de Cruceros del Ulla Turimares.

Degustación de mejillón entre bateas a bordo de un catamarán de Cruceros del Ulla Turimares. / M. Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Arousa

Aunque el mejillón ya no crece como antes, tal y como lamentan desde hace tiempo bateeiros y depuradores, es en esta época del año cuando, una vez superada la fase de desove, parece alcanzar su momento óptimo.

Así lo indican los productores y lo atestigua también el hecho de que la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia decidiera poner en marcha ayer su sistema de control del producto, tanto en los diferentes puertos de descarga de la comunidad como en los centros de depuración y transformación y en los diferentes puntos de venta.

Un mecanismo de vigilancia y supervisión que garantiza tanto el rendimiento en carne como la trazabilidad del producto y se aplica al destinado al mercado de fresco, es decir, a las empresas depuradoras que trasladan ese molusco a otros comercializadores y al consumidor final.

Cantidad reducida

Esta marca de calidad y diferenciación solo distingue producto con un elevado rendimiento, y si bien es cierto que certifica al cabo del año una cantidad muy reducida.

Sobre todo si se compara con el volumen total producido en batea, el simple hecho de comenzar ahora el proceso de certificación es síntoma inequívoco de que el molusco ofrece máximas garantías para su extracción y comercialización.

El año pasado, cabe recordar, la DOP certificó alrededor de 12.000 toneladas, mientas que en 2022 habían sido 27.000 y en 2021 se diferenciaron con este sello 45.000 toneladas de mejillón.

Descenso progresivo

Un descenso progresivo de mejillón certificado que se arrastra desde que en 2019 se alcanzó el techo, con 56.000 toneladas certificadas, bajando en el año de la pandemia a 50.000.

Este año se afronta el proceso de certificación con ilusiones renovadas, toda vez que en primavera parecen haberse registrado menos problemas que el año anterior en el ciclo productivo.

A la espera de conseguir más mejillón en las bateas, y certificar mucho más que el año pasado, el Consello Regulador remarca que iniciar sus controles es “indicativo de que el bivalvo alcanza la calidad exigible y se encuentra en un momento óptimo para su consumo”.

Esto es tanto como decir que desde ahora “el personal técnico de control realizará las pruebas de calidad y emitirá el documento de control DOP para las partidas de mejillón destinadas a las empresas de depuración certificadas”.

El propio Consello, presidido por Mané Calvo, aprovecha para recordar que “la producción del mejor mejillón del mundo está vinculada a un proceso natural que se desarrolla en las aguas de nuestras rías con la llegada de los nutrientes de los que se alimenta el bivalvo”.

Un proceso “que todos los años se repite, aunque no siempre en la misma época ni con la misma intensidad, de ahí que el inicio de la certificación en fresco tenga que ver con esa variabilidad que está presente en el comportamiento de la naturaleza”.

Este proceso natural mediante el que se introducen los nutrientes en las rías es el que determina que la certificación del producto debe comenzar ahora, un mes antes que en 2023.

Así las cosas, ahora que el sello de la DOP vuelve a colocarse en los sacos de mejillón descargados en los muelles, este órgano remarca que solo así se garantiza a los consumidores que están “ante un alimento cien por ciento gallego, de extraordinario sabor y con unas cualidades nutritivas que lo convierten en imprescindible en una dieta sana y equilibrada”.

Además, “portar nuestra etiqueta es el último eslabón de un proceso riguroso de control que se inicia con la obtención de la semilla en las rocas del litoral, continúa en la propia batea y sigue en el momento de su descarga en puerto”, reflexionan en el Consello Regulador.

Abundando en ello, y para explicar el proceso a los turistas que en esta época del año se encuentran en Galicia y puedan desconocer el funcionamiento de esta DOP, Mané Calvo y su equipo aseguran que con los controles iniciados ayer “se proporciona fiabilidad ante los consumidores”.

Se cree así porque se les proporciona una herramienta “con la que pueden tener la certeza de estar adquiriendo el mejillón con las características distintivas de calidad y origen que solo puede garantizar nuestra marca”.

“Rigurosos controles”

Terminan diciendo que “Mexillón de Galicia es un alimento único, de una calidad superior ratificada por los rigurosos controles que se realizan a lo largo de su período de cría, aconsejable para cualquier edad y que ofrece una gran versatilidad en la cocina”.

La etiqueta que porta “es el distintivo que certifica ese rango y esa autenticidad” sentencian en el Consello.

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