Las vacas cachenas salvan el monte y dan de comer

Ejercen de desbrozadoras naturales y ayudan a prevenir incendios

La venta de la carne genera ingresos extra para los comuneros

Hoy se celebra su fiesta anual en San Vicente de O Grove

Manuel Méndez

Manuel Méndez

o Grove

Allí donde la superficie arbolada es escasa y los ingresos por la venta de madera son limitados –casi testimoniales–, las comunidades de montes vecinales en mano común necesitan de otro tipo de ingresos para subsistir y mantener ordenada la superficie a su cargo.

Ingresos que, en el caso de los comuneros de San Vicente de O Grove, encuentran en su rebaño de vacas cachenas, que se crían en régimen de semilibertad en el entorno forestal de Con da Hedra.

La familia de vacas cachenas crece en San Vicente de O Grove

La familia de vacas cachenas crece en San Vicente de O Grove

Unos animales que no solo generan ingresos económicos directos, sino que, convertidos en desbrozadoras naturales, ayudan a evitar pérdidas irreparables en caso de incendio.

Así, la comunidad de montes de San Vicente, presidida por Manuel Castro, obtiene beneficios de las vacas cachenas introducidas en sus montes no solo cuando vende su preciada carne, sino también cada día que las reses campan a sus anchas por los pinares de la parroquia, ayudando a mantenerlos limpios y, con ello, a evitar incendios.

Además, obtiene ingresos con la celebración de su fiesta anual de exaltación de la carne de vaca cachena, que esta tarde desarrolla una nueva edición y en la que participan más de doscientas personas que abonaron un precio de 45 euros por cubierto, en el caso de los adultos, y de 25 euros, por los niños.

Una cita desplegada bajo carpa a escasos metros de las propias vacas cachenas a la que acudió el alcalde, José Antonio Cacabelos, y permitió saborear la cachena tanto en empanada como al estilo “o caldeiro”, junto a pulpo “á feria”, postres y vinos.

Soleada jornada

Todo ello en una soleada jornada festiva que se prolonga gracias a la animación musical en directo y a las no menos animadas charlas de la sobremesa, que permiten dar visibilidad al proyecto de las cachenas que despliegan los comuneros.

Tiempo hubo, también, para hablar de la necesidad de que el Concello de O Grove acondicione el deteriorado mirador de Con da Hedra y su entorno, por tratarse de uno de los espacios más destacados de la localidad de entre cuantos forman parte de su oferta turística.

Camino de treinta reses

Cabe apuntar que si bien se van sacrificando algunas todos los años, el rebaño de los comuneros de San Vicente va camino de la treintena de reses.

Son una quincena de vacas adultas –entre las que hay un macho– y once crías nacidas entre el pasado mes de diciembre y febrero.

Todas ellas en parcelas acotadas que suman alrededor de 270.000 metros cuadrados en zonas comunales como las de Con da Hedra, Agruídos y As Coanlleiras.

Manuel Castro

Manuel Castro, el presidente de los comuneros, incide en la trascendencia de este proyecto “que nos permite recuperar una especie autóctona tan importante como la cachena y sacarle rendimiento económico y material”.

Desde primeras horas de la mañana en el monte, ultimando los preparativos de la fiesta degustación de la carne de cachena, Castro también quiso destacar el papel de su junta directiva y del conjunto de los comuneros, más de un centenar “con casa abierta” en la parroquia.

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