Tres meses por la borda a causa de los temporales

El mal tiempo agrava la crisis en el sector mar-industria

Descarga de pescado en el muelle de O Campo, para su subasta en la lonja de A Illa de Arousa.

Descarga de pescado en el muelle de O Campo, para su subasta en la lonja de A Illa de Arousa. / Noé Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Arousa

La sucesión de temporales en el primer trimestre del año ha dado la puntilla al sector mar-industria, lastrado ya desde hace mucho tiempo por la pérdida de productividad. A su vez consecuencia de la sobreexplotación de los recursos, el furtivismo, la contaminación, el descenso de la salinidad, el aumento de la temperatura del agua y una nefasta gestión de algunos bancos marisqueros.

Lo que han conseguido los duros temporales del último invierno ha sido hundir aún más al que es uno de los principales motores económicos de Galicia, al generar una caída de las ventas en lonja que, a su vez, disparó el precio de muchos productos, lo cual significa que el mal momento que atraviesan productores, depuradores, cocederos y conserveras se haga notar también en el bolsillo de los consumidores.

Un mal arranque de año

Pero ni aún con la subida de precios parecen compensarse las pérdidas que arrastran pescadores, mariscadores, acuicultores y transformadores gallegos, ya que lo sucedido desde el pasado 1 de enero en las “rulas” evidencia uno de los peores arranques de año que se recuerdan, con una brutal y preocupante bajada tanto en volumen como en facturación.

A continuación se muestran algunas de las cifras correspondientes a la plataforma Pesca de Galicia que permiten constatar el difícil momento que atraviesa el sector mar-industria.

  • Un descenso que se aprecia en toda Galicia
97 millones de euros

Poco que ver con las apenas 19.000 toneladas y los 82 millones de euros del presente ejercicio.

  • El marisqueo hace sufrir a la ría arousana
provocan el descenso de la salinidad.

Esto puede explicar que en el primer trimestre de 2024 –datos aún provisionales, pero que poco van a variar ya–, las “rulas” arousanas facturaran apenas 13 millones de euros por la venta de 3.622 toneladas.

Es decir, 2.400 toneladas y 6 millones de euros menos que en el mismo periodo de 2023.

El agua dulce disminuye la salinidad de la ría y ahoga el marisco en Galicia

Agencia Atlas

  • Ribeira, Cambados, O Grove, Carril y A Illa

Otra de las destacadas es Cambados, que tras vender 393 toneladas por valor de 2,3 millones de euros en el primer trimestre de 2023 debe conformarse este año con 234 toneladas y 1,7 millones de euros.

Luchando codo a codo con O Grove, que desde el pasado 1 de enero se limita a 120 toneladas (1,5 millones de euros), lejos de las 192 toneladas (2 millones de euros), que alcanzó en el primer trimestre del año pasado.

De las demás puede citarse, igualmente, a Carril, que bajó de 119 toneladas y 1,3 millones de euros a 50 toneladas y 740.000 euros; mientras que A Illa de Arousa casi repite el volumen, gracias a especies como las algas, y despacha de nuevo unas 50 toneladas. La diferencia es que el año pasado facturó por ello 547.000 euros y esta vez se limita a 334.000.

Por su parte, lo sucedido en Vilanova resulta tan brutal como testimonial, ya que pasó de casi 39 toneladas a menos de 4, y de 500.000 euros a poco más de 52.000, lo que da una idea de lo mucho que están sufriendo algunos pósitos con la caída del marisqueo.

Tanto que la lonja vilanovesa incluso se ve superada este año por la de Vilaxoán, que sufrió un descenso de ventas menos acusado –de 13 a 9 toneladas– que le permite quedarse en los 164.000 ingresados, 21.000 menos que un año antes.

  • Las algas son la única familia con más volumen
primer trimestre de 2023

En Arousa, las algas pasaron de 21 a 31 toneladas, mientras que la familia de los peces bajó de 4.425 a 3.000 toneladas, y los bivalvos, de 724 a 307 toneladas.

También los cefalópodos perdieron peso, pues de 661 toneladas se pasó a 253; los equinodermos, de 110 a 75 toneladas; y los crustáceos, que pasaron de más de 54 toneladas en el primer trimestre del año pasado a solo 36 toneladas, en gran parte debido a la “desaparición” de un centollo muy castigado en noviembre y diciembre.

  • Los bivalvos arrastran los ingresos hasta el fondo
aumento de precios igual de significativo.

Baste decir que esta familia, dominada por los diferentes tipos de almeja, berberecho, navaja, longueirón y tantas otras especies, pasó de dominar el ranking arousano de facturación, con cerca de 7 millones de euros en el arranque de 2023, a quedarse relegada a la segunda posición, después de facturar este año poco más de 3 millones de euros.

Tras dejarse por el camino la mitad de los ingresos, los bivalvos se han visto superados por los peces, que mantienen su facturación por encima de los 6 millones de euros.

A continuación se sitúa la familia de los cefalópodos, que cae desde los 3,4 a 2 millones de euros; la de equinodermos, que baja de 1,2 millones de euros a menos de un millón; crustáceos, de 812.000 a 714.000 euros; algas y demás familias.

  • El lirio ya genera más ingresos que la japónica
3 millones obtenidos con el lirio.

El año anterior habían sido 3,1 millones de euros los ingresados por la almeja japónica y 2,5 millones, los obtenidos con el lirio.

El ranking se completa con alrededor de 150 especies más, siendo las más importantes este año el choco, con algo más de un millón de euros; erizo de mar, con 905.000; y el pulpo, que en mayo y junio estará en veda y que en el primer trimestre generó unos 810.000 euros.

Por delante de la merluza (572.000), jurel (466.000), centollo (411.000 euros), lubina (378.000) navaja (338.000), volandeira (310.000), lenguado (276.000) y vieira (217.000 euros).

A continuación aparecen especies como la caballa, pez espada, almeja rubia, faneca y abadejo, que se sitúan por debajo de la almeja fina (167.000) y por encima del bogavante (101.000 euros).

Todas las demás están por debajo de los 100.000 euros facturados en el primer trimestre en las lonjas de Arousa.

  • Una pérdida de volumen generalizada
el lirio, con 2.012 toneladas este año,

También en el primer trimestre, destacan las 126 toneladas de caballa, 118 de almeja japónica, 116 de merluza y 100 toneladas de volandeira, por delante de 81 toneladas de pulpo, 80 de sardina y 75 de erizo.

A mucha distancia aparecen ya el congrio (40 toneladas), vieira (36), lubina (30), centollo (26) y tanto pota común como el golfo (alga), navaja y faneca, con más de 21 toneladas en cada caso.

Con casi 20 aparecen el pez espada y la raya de clavos, por delante del lenguado y sus 15 toneladas, boga, abadejo, rapante, maragota y demás especies.

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