Las motos de Papá Noel se encuentran de frente en Dena con la patrulla de la Guardia Civil

Con la miel en los labios se quedaron los 150 participantes que se concentraban en la tarde de ayer en Dena para participar en la “III Papanoelada Motera”. Y es que una patrulla de la Guardia Civil hizo presencia in situ al filo de las 16.30, y abortó la ruta prevista. Y es que tras demandar la documentación a los organizadores y cotejarla, no aceptaban como válido el aplazamiento del evento, que se había fijado en principio para el pasado sábado, para el que contaban con todos los permisos, pero que la organización tuvo que aplazar por el mal tiempo.

El presidente de la peña motera Dena-Mita, David Salgueiro, que era la entidad organizadora, explicaba que “solicitáramos en su día permiso a Tráfico, quien nos lo concedió para la jornada del día 9, pero no aceptaban ese permiso ahora, explicándonos que teníamos que haber solicitado uno nuevo y hacerlo con quince días de antelación a la nueva fecha”. “Por esta razón entendían que el aplazamiento así no estaba en regla, y pese a nuestro seguro de responsabilidad civil que teníamos en vigor, ni se nos ocurriera salir juntos, ni en grupo de 25 moteros separados como llegamos a proponerles”.

“Es un palo muy grande para nosotros -reconocía David Salgueiro-, organizar este evento nos cuesta dinero, invertimos aquí unos 500 euros de la peña para disfrute de los moteros, y teníamos como aliciente una ruta de apenas 30 minutos por carreteras locales de las siete parroquias, lo que se dice un ‘convivio’ para los moteros, y nos lo chafó una situación absurda”. “Esto -agregaba- no ayuda, desalienta para organizar actos así, y me temo que tendremos que decirle adiós a este de Dena, porque en invierno, por el mal tiempo, los aplazamientos están a la orden del día”.

Fue así que no les tocó otra a los moteros que “hacer de tripas, corazón” y quedarse con sus motos en la plaza Ponte-Dena, que era el lugar de concentración. Conforme el sol empezó a bajar, quedaba la opción del chocolate caliente que dispensaba la organización, para endulzar el mal trago. Para ello se servían 100 litros de chocolate, y que los moteros podían acompañar de churros y rosquillas para afrontar el atardecer.

Eso sí, entre los moteros, algunos llegados desde Vigo, como el caso de siete pilotos con sus motos ataviadas para la ocasión. Y es que, amén del traje de Papá Noel que cada cual traía vestido, algunos se atrevieron con la decoración navideña más exuberante en sus monturas, desde guirnaldas y brillantes a arbolitos de navidad y peluches.

Entre las monturas, algunas piezas de museo. Así el vilanovés Lorenzo Chazo llegaba con su moto-sidecar, con su hijo Nico. La suya, explicaba, es una moto Vespa 125 modelo N de 1956, a la que pudo agregar un sidecar de 1958, y que adquirió en León. “Su coste -explica- es prohibitivo, solo te puedo decir que esta moto cuesta el 50 por ciento más que una de esas Kawasaki grandes y nuevas que ves por aquí”. El objetivo era presumir y pasarlo bien.

Figuras que han cautivado a propios y extraños

La localidad de Meaño ha conseguido sumarse al carro de localidades que formarán parte de los anales navideños gracias al Ayuntamiento y también a las activas organizaciones de comerciantes y hosteleros que aprovechan la divulgación propia de cada campaña de ventas. El alcalde de la localidad Carlos Viéitez procura cada año sorprender a sus vecinos con alguna figura mágica, convirtiendo las fiestas familiares en un añadido más a la diversión en período de vacaciones. La gigantesca botella luminosa de vino espumoso, un año, o el enorme corazón de luz han sido especialmente llamativos en las últimas campañas. Hasta el lugar han acudido para conocer estas figuras muchos personajes conocidos de la cultura o el deporte, por ejemplo. El alcalde Carlos Viéitez se fotografió con varios famosos que acudieron a la localidad en estas fechas, entre ellos el exbaloncestista Fernando Romay, que dejó el listón muy alto.

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