Estas son las críticas y demandas del sector marisquero

Alertan de la pérdida de productividad y exigen ayudas

Representantes de las plataformas creadas en defensa de las rías de Arousa y Muros-Noia, ayer, en Vilagarcía. |   //  IÑAKI ABELLA

Representantes de las plataformas creadas en defensa de las rías de Arousa y Muros-Noia, ayer, en Vilagarcía. | // IÑAKI ABELLA / Manuel Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Arousa

Ecologistas, cofradías de pescadores, agrupaciones de mariscadores, bateeiros y demás integrantes de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA) y de Plademar, que es su espejo en la ría de Muros–Noia, comparecieron ayer ante los medios de comunicación para volver a alertar sobre el “imparable descenso de la producción” de bivalvos.

Pero también para volver a exigir medidas paliativas como el establecimiento de ayudas económicas directas para los mariscadores afectados, reclamando, igualmente, que su tramitación requiera de menos trámites administrativos y que resulten menos exigentes que los existentes ahora.

Eso sin olvidar la reivindicación de planes de regeneración y mayor control sobre las eléctricas que gestionan los embalses y las empresas que explotan minas río arriba, ya sea en el Umia, el Ulla o el Tambre.

Almeja y berberecho

El sector del mar y/o las citadas plataformas lo plantean así haciendo hincapié en que la caída de producción de almeja y berberecho, de la que se hablaba ayer en FARO, “es ya un problema generalizado en toda Galicia”.

Para demostrarlo, comparan la producción de bivalvos en Galicia durante el periodo enero-octubre de los últimos 21 años, y esto los lleva a decir que “los datos son demoledores”.

Tanto es así que “la bajada de los diez primeros meses de este año respecto a la media 2003-2023 es del 76%, en el caso del berberecho, del 64% en las capturas de almeja rubia, de un 67% en el volumen de fina y del 74,3% en la almeja babosa”, aseguran.

Es por ello que creen que se ha confirmado “lo que venimos denunciando desde hace muchos años en Arousa”, y de ahí las reivindicaciones aludidas y nuevamente puestas sobre la mesa ayer, las cuales se resumen a continuación:

  • Subvenciones.

El sector cree necesario “un plan de regeneración con una fuerte dotación económica, pero no para introducir empresas foráneas que substituyan a la gente del mar”.

De lo que se trata es de que “puedan trabajar los mariscadores y marineros que están sujetos a paros biológicos y/o ceses de actividad”.

Pero también “de no apartar a las mariscadoras de las zonas de trabajo e implicar a los marineros (rañeiros) en la recuperación de las zonas, solventando los problemas administrativos entre la Xunta y el ISM” que tantos quebraderos de cabeza parecen causar a las gentes del mar.

En relación con esto se explica que “cuando se decreta un cese de actividad por fuerza mayor, los afectados pueden solicitar una prestación al ISM –que depende del Gobierno central–, pero exigen doce meses de cotización en los últimos dos años”, que es algo que no todos los solicitantes de ayuda pueden justificar.

“En las actuales circunstancias de escasez de recursos, y por causas ajenas a la voluntad de los mariscadores, es difícil garantizar esos meses de cotización, por lo que sería necesario reducir el número de días cotizados exigidos o ampliar el período de años a computar”, reflexionan las plataformas.

Antes de apuntar que “otra opción es financiar una parada temporal de la actividad con el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (Fempa)”.

Pero en este caso “exigen tener 120 días de actividad extractiva con ventas, requisito que tampoco es fácil de cumplir por parte del marisqueo a pie y a flote”, como bien pudieron comprobar y padecer muchos de los rañeiros que trataron de acogerse a las ayudas en la anterior campaña de libre marisqueo desarrollada en Arousa.

  • Estudios.
un análisis riguroso de la realidad

Hablan, por ejemplo, de la subida de la temperatura del agua y de los cambios apreciados en el comportamiento de los vientos, lo cual contribuye a reducir los afloramientos costeros que se encargan de introducir los nutrientes en las rías, siendo, por tanto, los principales valedores de su ancestral riqueza.

Pero vientos distintos y menos afloramientos es sinónimo de una deficiente renovación del agua, menos comida y, por ende, menor producción marisquera.

Otra consecuencia es que “los efectos de la contaminación” se hacen notar más entre los bivalvos, que con menos nutrientes “están más debilitados y tienen sus defensas más bajas”, registrándose “una mayor mortandad”.

Si a esto se suma que aumentan las probabilidades de “transmisión de patógenos” y que “el descontrol de los embalses genera bajadas de salinidad”, el sector está abocado a soportar “una tormenta perfecta”, consideran las plataformas.

  • Contaminación.
una mayor y mejor depuración de las aguas residuales
  • Sanciones fuertes.
, PDRA y Plademar reclaman firmeza y contundencia

Ponen como ejemplo que “hay dos varas de medir, pues si olvidas el raño en la lancha es falta grave, pero si contaminas con un emisario directo al mar, sin pasar por la depuradora, es falta leve”.

En este sentido, entienden que “la función inspectora y sancionadora” del ente público Augas de Galicia “es deficiente y opaca, a pesar de tener la obligación de tutelar correctamente un bien público, como es el agua, y de ser transparente en su gestión”.

  • Vaciado de embalses.
“mayor control en los ríos”condiciona la producción marisquera”
la ría noiesa, Rianxo y Carril,

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Cuando el sector del mar dice que “no estamos ante un descenso puntual de la producción marisquera, sino ante una debacle progresiva y anunciada desde hace una década”, carga contra una administración pública “sin iniciativa, que no aborda los problemas de fondo y que esconde la crudeza de los datos con eventos meteorológicos o climáticos adversos que emplea para eludir sus responsabilidades”.

Es un ataque directo a la Consellería do Mar y a toda la Xunta de Galicia, por considerar que “no asume sus competencias” y “está subordinada a las grandes empresas y a las eléctricas”.

Así explican la PDRA y Plademar el “progresivo declive del sector marisquero, que en 2001 generaba en Galicia 6.551 permisos de explotación y que cerró 2022 con 3.614”.

Esto supone que, “de seguir así, los mariscadores y marineros van a buscar trabajo en tierra y acabará por desmantelarse el modelo productivo tradicional de las rías, dejando paso a la acuicultura industrial”.

Es decir, que “pasaríamos del modelo tradicional familiar de autónomos y pequeñas empresas a ser asalariados de multinacionales”.

Esto supone, a juicio de los denunciantes de la situación, poner en riesgo el actual modelo tradicional de la pesca, el marisqueo y la acuicultura, que “tiene un componente estructural para el territorio, el paisaje, la imagen y el sentimiento de Galicia”.

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