O Salnés inicia la recolección del kiwi en un otoño marcado por las pérdidas en el campo
Horsal verá reducida su producción de lechuga en el último trimestre del año en más de un 35 por ciento debido a las intensas lluvias | La cantidad de fruta es ligeramente inferior a la de 2021 y se espera que suba de precio

Una mujer recolecta kiwis, ayer en Baión (Vilanova). / Iñaki Abella
Los agricultores de O Salnés iniciaron esta semana el grueso de la campaña de recolección del kiwi. Lo han hecho con un ligero retraso frente a las fechas habituales, motivado por las condiciones meteorológicas del último mes y medio. Las sucesivas borrascas y las temperaturas suaves impidieron trabajar antes y que la fruta adquiriese el nivel de azúcar óptimo.
La cooperativa Horsal espera una campaña marcada por una ligera caída de la producción con respecto al año anterior. Asimismo, tras un primer examen de las parcelas de sus socios, el calibre de las piezas parece también un poco inferior. De todos modos, se espera que el precio de la fruta se incremente con respecto a 2022, debido a los efectos generales de la inflación y a que tampoco se prevén grandes cosechas en las demás regiones productoras.
Una de las socias de Horsal que inició estos días la cosecha fue Sandra María Gómez, que a primera hora de la mañana de ayer reunió a un buen número de familiares para recolectar los frutos de una parcela de Baión (Vilanova). Ella sí espera más kiwi que en 2022, pese a que incluso perdió en los últimos meses alguna planta de más de 30 años. “La raíz del kiwi es muy delicada y un exceso de agua puede hacerle mucho daño”, advierte.
Por lo que ha apreciado en su explotación, el tamaño del fruto también es similar al de los pasados otoños, de modo que espera, “una buena campaña”. En Horsal prevén que la recolección esté finalizada en O Salnés en unos diez días. El gerente de la cooperativa, Fernando Veiga, anuncia que sacarán los primeros lotes rumbo a las fruterías y los lineales de los supermercados a partir de la semana próxima, y que “calculamos que estará todo vendido hacia finales de año”.
La recolección del kiwi ha sido posible gracias a la tregua meteorológica de los últimos días y que, según las previsiones, seguirá hasta por lo menos finales de la semana que viene. Una tregua que llega en medio de un otoño, “que está siendo muy duro” para los agricultores arousanos, afirma el presidente de Horsal, Alberto Amil. “Se han inundado muchos invernaderos con lechuga que ya estaba plantada, y en otros muchos aún no se puede entrar porque la tierra está muy blanda, y eso retrasa las nuevas plantaciones”, explica.
A mayores del agua, los agricultores también han sufrido las embestidas de algún temporal de viento, que ha roto los plásticos de varios invernaderos.
Fernando Veiga sostiene que la cooperativa verá muy mermada en este último trimestre de año su producción de lechuga, su producto estrella junto al pimiento de Padrón. “Las plantaciones de lechuga están sufriendo mucho esta situación. La verdura no coge peso, ni cierra. En algunas fincas se ha perdido”. Tanto es así que el gerente estima que la producción de lechuga entre octubre y diciembre disminuirá entre un 35 y un 40 por ciento con respecto a las previsiones.
“Además de que hubo mucha merma en las fincas, hay invernaderos en los que todavía no se puede entrar a trabajar”, explica. No fue mucho mejor la suerte de los cultivos de invierno, como la nabiza o la berza, afectados también negativamente por el exceso de agua. El repollo, que acostumbra a plantarse en terrenos más secos, ha sobrellevado mejor la situación.
Los peor parados de este octubre tan lluvioso fueron los agricultores cuyas explotaciones se encuentran a orillas de los ríos. El Umia, por ejemplo, desbordó varias veces en el último mes y medio, convirtiendo en extensas lagunas inundadas desde las fincas de la concentración parcelaria de Oubiña y Cabanelas, hasta las situadas en Baión o Vilanoviña. El sector confía en que la situación vuelva ahora a su cauce, con lluvias más espaciadas y algo de frío.
La Xunta ofrece ayudas a los mayores de 41 años interesados en la agricultura
La Xunta de Galicia anuncia esta semana la creación de una línea de ayudas dirigida a quienes quieran iniciar una actividad agrícola entre los 41 y los 55 años. Esta política se estrenará el año que viene con una partida específica de tres millones de euros dentro de los presupuestos de la Consellería de Medio Rural, que concederá subvenciones de hasta 55.000 euros a personas de más de 41 años y menos de 56 que quieran “establecerse por primera vez en el campo” para desarrollar su actividad profesional. La prima básica será de 25.000 euros, pero podrá incrementarse hasta los citados 55.000 atendiendo a diferentes criterios, como si es una mujer la que se incorpora a la explotación, si esta se encuentra en un Concello con limitaciones naturales de montaña o si es producción ecológica. Alberto Amil ha destacado que este tipo de incentivos son siempre positivos, pues suponen un estímulo para atraer a más personas a la actividad agrícola.
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