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Los "elfos" trabajan a destajo para poner en marcha el belén en movimiento en Valga

Cerca de una treintena de personas trabajan en Campaña para hacer posible la mayor creación navideña de toda Galicia | La edición número 29 del nacimiento más visitado de la comunidad se muestra entre bambalinas | Se abrirá el 3 de diciembre tras superar el año pasado las 40.000 visitas

El trabajo que lleva cada 
edición impresiona.  | // I. ABELLA

El trabajo que lleva cada edición impresiona. | // I. ABELLA / Diego Doval

Valga

En Valga, la Navidad nunca termina. La razón de todo ello se encuentra en la parroquia de Santa Cristina de Campaña. Allí, el 3 de diciembre, se abrirán las puertas de la edición número 29 del Belén Artesanal en Movimiento para volver a cerrarse allá por el próximo mes de octubre, cuando toque volver a construir la trigésima demostración de compromiso, orgullo e identidad de asociación Amigos del Belén en favor de su lugar de pertenencia.

El taller mecánico vela por
todo el movimiento del
belén debajo del mismo.  | // I. ABELLA

Taller de costura para confeccionar los vestidos de las figuras de este año. / Iñaki Abella

Antes de que las puertas del edificio construido exclusivamente para mostrar el Belén se abran para que luzca en todo su esplendor, existe un trabajo entre bambalinas realmente espectacular. El conseguir que cerca de 4.000 piezas, muchas de ellas con movimiento, y los diferentes microclimas que componen la creación, se muestren como un todo conlleva un increíble trabajo, tanto de volumen como de detalle.

Son miles las figuras
que mezclan tradición y
actualidad.  | // I. ABELLA

Son miles las figuras que mezclan tradición y actualidad. | // I. ABELLA / Diego Doval

Alrededor de una treintena de personas, muchas de ellas desde la primera edición, son las que generan la referencia navideña más intrínseca de Galicia. Y es que en todas las representaciones y ambientes que conforman la creación hay también espacio para la cultura tradicional gallega y también de Valga. El sello de lo propio también se plasma en distintos espacios, incluso algunos difíciles de percibir a primera vista entre tantos estímulos concentrados allí.

La sala de costura
no cesa de elaborar
modelos.  | // I. ABELLA

La mecánica es imprescindible para que las piezas giren en su momento. / Iñaki Abella

El pasado 13 de octubre arrancaron los trabajos. Todos los días, incluyendo los fines de semana, la actividad es frenética en Campaña. El edificio funciona a modo de gran factoría para poder gestionar ideas, materiales, espacios y diseños con la tradición y la actualidad como hilo argumental.

La luz es otro elemento
añadido muy espectacular.  | // I. ABELLA

La luz es otro elemento añadido muy espectacular. | // I. ABELLA / Diego Doval

Los diferentes habitáculos del inmueble emanan vida propia. Hay carpintería, taller, sala de costura y, sobre todo, un espacio sobre el que se asienta el belén y que se puede recorrer a través de un circuito guiado para poder ver todos los rincones de una exposición declarado Bien de Interés Cultural y Fiesta de Interés Turístico de Galicia.

Sin horario

“No sabemos ni las horas que echamos aquí”, apuntaba una voluntaria mientras cosía una de las telas. Pasar unos minutos en aquella pequeña factoría de confección servía de gran demostración de lo que es el voluntarismo en estado puro. La cantidad de figuras ya elaboradas era interminable, pero nunca suficientes ante tantas ganas de querer subir el listón cada edición pese al éxito de la anterior.

El modelado de las figuras en una esquina de la sala era hipnotizador. Se iba pasando aquella pequeña masa primigenia de mesa en mesa y por muchas manos hasta convertirse en aquella representación que se perseguía. Y es que cada año, la actualidad manda y la necesidad de crear nuevos contextos y personajes no es ningún obstáculo, sino más bien una motivación añadida.

El montaje necesita de muchas horas de dedicación.

El montaje necesita de muchas horas de dedicación. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Colaboradores altruistas

Tal es el impacto que causa el belén una vez finalizado que una visita de una empresaria textil catalana a Valga derivó en la cesión de metros y metros de tela a beneficio de todo el trabajo que se desarrolla para poder vestir tantas figuras y recreaciones.

El habitáculo para la carpintería impresiona entre tablas, virutas y serrín. Allí los especialistas en la materia, miden, cortan y crean a modo de Lego las diferentes piezas para hacer realidad la idea que le transmitieron. Quizá es el lugar donde la concentración es todavía mayor debido a la exactitud y precisión con la que se tiene que trabajar. Y así durante ya casi 30 años.

Llegar a las entrañas del belén también es toda una experiencia. El sinfín de pequeños motores y conexiones eléctricas que hacen posible todo el movimiento que da vida a la creación impresiona. Todo tiene que funcionar de manera independiente sin que nada distorsione en la representación global. Ver el esqueleto sobre el que se asienta todo un desarrollo también es un espectáculo en sí mismo.

La pared del edificio tiene las fotos de todos los miembros de la asociación.

La pared del edificio tiene las fotos de todos los miembros de la asociación. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Enorme respuesta ciudadana

Como no podía ser menos, también el Concello arrima el hombro ante el mayor atractivo turístico de la localidad. Sin ir más lejos, el año pasado fueron más de 40.000 personas las que se contabilizaron en Campaña para visitar el belén. “Hubo días que había más de 15 autobuses aparcados aquí”, apunta un voluntario. Por ello, materiales como el mármol, la madera, el cartón o determinados motores son aportados por el Concello para transformarse en un sinfín de atractivos.

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Nada más entrar al edificio de Campaña se puede ver una pared en la que lucen con nombres y apellidos las fotografías de los integrantes de la asociación Amigos del Belén de Valga. Auténticos héroes y heroínas de la consecución de un hito que ha hecho que miles de personas descubran no solo el nacimiento más grande de Galicia, sino también la localidad.

Del mismo modo que surge el reconocimiento inmediato a una labor voluntaria que roza los 30 años, asalta la preocupación acerca de un relevo generacional que preocupa incluso a los propios miembros de la asociación.

“La verdad es que está costando que entre gente joven” o “ahora no parece que haya nadie dispuesto a trabajar gratis”, son solo algunas de las frases que se escuchan mientras nadie deja de atender sus tareas. Y es que apenas una de las fotografías que lucen en esa pared de valientes pertenece a alguien que no supere o se acerque a los 50 años de edad.

Dejando al margen un futuro incierto, el presente solo refleja el mérito y las sensaciones que le reporta tanta implicación y perseverancia. María del Carmen Castiñeiras tiene muy claro que “ya no sabemos si es una costumbre o un orgullo, pero sí lo vemos como un deber y una satisfacción enorme. Todo lo que nos aporta es positivo”.

Incluso pone en valor la presidenta de la asociación valguesa que “la unión que mantenemos los vecinos trabajando juntos es algo que no es nada fácil de conseguir”. Una afirmación que es todavía más contundente en tiempos en los que las nuevas tecnologías dejan los encuentros físicos en un segundo plano.

“La mayoría nos mantenemos desde el principio y aquí seguimos. Y cada año con más ganas de seguir haciéndolo un poco mejor porque también lo disfrutamos y nos relajamos con ello”. Muchos de estos voluntarios se incorporan a los quehaceres del belén nada más terminar su jornada laboral y otros, son los primeros en abrir la puerta, dada su condición de jubilados. Todo un taller de entrenamiento cognitivo en forma de figuras, circuitos y maderas que les ayuda a sentirse más vitales.

Mención aparte merece la satisfacción que supone el encontrarse con enormes hileras de gente esperando para poder ver su creación cada Navidad. Apunta Castiñeiras que “es una satisfacción muy difícil de explicar. Que tanta gente quiera visitar el belén y valore tanto trabajo es el mejor reconocimiento que nos pueden hacer. Aquí viene gente de León, de Madrid, del País Vasco... que quieren ver lo que conseguimos y eso te obliga moralmente a seguir porque sabes que es algo bueno para Valga”.

De momento, todos los esfuerzos están puestos en una edición que volverá a ser reclamo de muchos y obra de unos pocos. Personas que hacen de la implicación más artesana un elemento diferencial que solo cuenta con un infinito presupuesto de intangibles

Desde las seis de la tarde, y hasta cerca de la madrugada, el equipo de trabajo encabezado por María del Carmen Castiñeiras se afana de manera increíble. El aval de la experiencia ayuda a encauzar tanto volumen de trabajo teniendo en cuenta que son más de 250 metros cuadrados los que se llenan con motivos hasta conseguir una escenografía final que nada tiene que ver con la anterior. “Este año cambiamos el castillo, el portal, la posada...”, señala la presidenta de la asociación.

Césped en vez de musgo

Incluso destaca el belén por su respeto medioambiental. Sin ir más lejos, el musgo ha quedado prohibido desde hace unos años ocupando su espacio el césped artificial. “Recogíamos el musgo de una zona, pero necesitábamos tanto que dejábamos como desnudo el árbol que estaba allí y dejamos de hacerlo”, afirma Castiñeiras.

Si bien todavía quedan semanas para la apertura el 3 de diciembre en Campaña el tiempo nunca es suficiente. “Los dos últimos días son una locura”, apunta uno de los voluntarios. Y por si fuera poco trabajo, este año organizarán la gala “Valgueses del año”, para la que ya está abierto el plazo de presentación de candidaturas y que se celebrará en el Auditorio de Valga el 23 de diciembre.

Miles de figuras forman parte de la exposición.

Miles de figuras forman parte de la exposición. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Experiencia solidaria

Por supuesto, y por tercer año consecutivo, también se llevará a cabo la Tómbola Solidaria. Una iniciativa que cuenta con la colaboración de empresas y establecimientos no solo de Valga y cuya recaudación siempre se destina a una causa solidaria y de gran importancia social. En este caso, irá a beneficio de la fundación de Ángel Carracedo para investigaciones médicas tras hacerlo en los años previos a los afectados por el volcán de La Palma y a la Asociación Española contra el Cáncer.

El 7 de diciembre se bajará el telón a la Navidad, pero el Belén Artesanal en Movimiento de Valga seguirá abierto para todas aquellas personas que quieran concertar una visita. Y es que tanto esfuerzo merece más tiempo para brillar.

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