Ravella vuelve a expedientar locales de ocio nocturno

La presión vecinal y de la Valedora do Pobo parece dar fruto

El vilagarciano Antonio Mouriño, a las puertas de su casa y de uno de los locales expedientados.

El vilagarciano Antonio Mouriño, a las puertas de su casa y de uno de los locales expedientados. / M.M.

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Las reiteradas quejas vecinales y las inspecciones efectuadas periódicamente por la Policía Local, tanto a raíz de esas quejas como por iniciativa propia, llevan a Ravella a tramitar nuevos expedientes contra diferentes negocios de hostelería de la localidad.

Especialmente referidos a establecimientos de ocio nocturno, a algunos de los cuales ya se han hecho llegar órdenes de cierre o levantamiento de terrazas.

Especialmente llamativo resulta el caso de un local de copas asentado en la calle A Baldosa, contra el que se interpusieron infinidad de quejas y denuncias por parte del vecindario.

Un local reincidente

Lo sucedido con este negocio ya salió a relucir en anteriores ocasiones, sobre todo a raíz de la intervención de la Valedora do Pobo, quien medió en defensa de los vecinos que se quejaron por no poder conciliar el sueño y las molestias sufridas, alertando del incumplimiento de horarios, colocación de más mesas de las permitidas en terraza y otros problemas.

Vecinos y hosteleros que piden control de horarios y terrazas.

Vecinos y hosteleros que piden control de horarios y terrazas. / M. Méndez

Todo ello confirmado por la Policía Local en numerosas ocasiones y ahora ratificado por el gobierno local, de ahí que hace unos días acordara “incoar expediente sancionador” contra el titular de la licencia de este negocio, situado en el número 26 de A Baldosa.

Advertencia

Del mismo modo, la Resolución de Alcaldía dictada el pasado día 17 establece la suspensión provisional de la licencia de terraza concedida a este negocio, advirtiendo al propietario de que, en caso de incumplir lo ordenado, “la Policía Local procederá a la retirada de la misma”.

Una falta leve y dos graves

El citado expediente sancionador se debe a la presunta comisión de una infracción leve y de dos tipificadas como graves en la ordenanza reguladora de la ocupación de terrenos de uso público con sillas y mesas, aprobada por el pleno de la Corporación en julio de 2016.

Únicamente pido que se cumpla la ley para que todos podamos vivir y convivir, lo cual resulta imposible cuando se incumplen los horarios de este modo o se pone la música a todo volumen, sin importar las molestias que pueda causar al vecindario

Antonio Mouriño

— Vecino afectado

La infracción leve se sustenta en la “instalación o utilización de mesas y sillas en número superior al autorizado, lo cual puede comportar la imposición de una multa por importe de 150 a 300 euros”.

Las infracciones

En cuanto a las infracciones graves presuntamente cometidas por este negocio de A Baldosa, decir que una de ellas guarda relación con el “incumplimiento del deber de retirada” de elementos instalados en la calle y el “incumplimiento de los horarios de terrazas”, lo cual puede traducirse en una multa de entre 301 y 600 euros.

La otra infracción grave que se achaca a este negocio se debe al “incumplimiento de las condiciones del título administrativo habilitante”, por poner música en el interior del local “perceptible desde el exterior”.

Algo que puede salir más caro que todo lo anterior, ya que esta infracción está tipificada en la Lei 9/2013 de Emprendemento e Competitividade de Galicia.

Hasta 30.000 euros y cierre

¿Qué puede acarrear esto? Pues que el titular de la licencia puede enfrentarse a sanciones de entre 300,52 y 30.050,61 euros, como también a la prohibición de la actividad por espacio de un año, la clausura del local por el mismo periodo y/o la retirada de las autorizaciones.

Dicho lo cual, Antonio Mouriño, que es uno de los vecinos que más veces denunciaron a este y otros negocios infractores situados en A Baldosa y las calles y plazas anexas, insiste en que no busca causar daño alguno a nadie.

La calle de A Baldosa con clientes de uno de los locales en el exterior, a altas horas de la madrugada.

La calle de A Baldosa con clientes de uno de los locales en el exterior, a altas horas de la madrugada. / FdV

Alega que únicamente reclama “que se cumpla la ley para que todos podamos vivir y convivir, lo cual resulta imposible cuando se incumplen los horarios de este modo o se pone la música a todo volumen, sin importar las molestias que pueda causar al vecindario”.

Decenas de informes policiales

Eso es lo que pidió cada vez que alertó a la Policía Local, en cuyas dependencias constan decenas de informes relativos a este negocio que avalan las quejas de los vecinos, de ahí que el alcalde tuviera todo ello en consideración y decidiera abrir el expediente sancionador aludido.

Pueden citarse, por poner solo algunos ejemplos, las actas de denuncia emitidas por los agentes policiales contra este negocio el 4 y el 25 de junio, el 2, 9, 15, 21, 22, 23 y 30 de julio, los días 4, 6, 12, 13 y 26 de agosto y, de nuevo, el 3, 8, 9, 10 y 17 de septiembre.

Los hechos denunciados

En las mismas se da cuenta de la terraza “en funcionamiento con unos 25 clientes consumiendo y música ambiental”, cuando la capacidad es de 4 mesas y 4 sillas con aforo de 16 personas, y una superficie de 11 metros cuadrados.

También se dice en esos boletines policiales que el local estuvo en ocasiones funcionando después de las dos y las cuatro de la madrugada, “con clientes consumiendo en el exterior” y que a las tres de la madrugada se ha escuchado “música a elevado volumen procedente del interior del local”.

En la denuncia del 9 de septiembre se hace constar igualmente que “había personas de pie, entrando y saliendo del local con bebidas, sobrepasando el espacio designado para la terraza y ocupando la parte que debería quedar libre para tránsito peatonal”.

Arquitecto municipal

Para entender la apertura del expediente hay que sumar a todo esto un informe del arquitecto municipal “sobre incumplimientos del funcionamiento de la terraza” y otro de carácter jurídico dictado el 9 de octubre.

Sin olvidar que el local en cuestión tiene licencia de café bar, a pesar de lo cual “funciona con música y se constata que tanto esta como el ruido de la gente cantando se perciben en el exterior del local”.

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