El alcalde de Cambados, Samuel Lago, mantuvo ayer un encuentro telemático con los responsables de la Orden de las Hermanas de los Ancianos Desamparados y la inmobiliario que vende el pazo de Montesacro para conseguir una moratoria y clarificar cuál es la situación del asilo tras la intención de venderlo. Esa moratoria será de tres meses, un tiempo en el que Lago deberá negociar con otras administraciones la adquisición de las instalaciones y el mantenimiento de su uso como asilo.
Durante el encuentro telemático, los responsables de la Orden adujeron cuestiones de índole económica y de falta de vocación que permita renovar las monjas y el personal voluntario, lo que, unido al perfil de residentes, de muy bajos ingresos económicos y con una cuota muy pequeña, “la rentabilidad es negativa desde hace muchos años”. La única forma de solucionarlo, entienden desde la Orden, es la venta, por lo que realizaron una tasación que dio como resultado un precio de 3,8 millones de euros, una “cuantía muy elevada para asumir el Concello de Cambados, ya que a esa cifra hay que añadir gastos de notaría, hipotecarios y financieros entre otros”. Lago ha solicitado un informe a Intervención, pero antes de ser redactado ya le han dicho los técnicos que “es inviable asumirlo, porque excederíamos ampliamente las normas que fijan el techo de gasto y que impiden que nos endeudemos en ese porcentaje”. Además, también se entraría en un problema de tipo competencial ya que “no es al Concello al que le corresponde gestionar una residencia de ancianos, como ocurre con los institutos o con los centros de salud”.
Pese a esas dificultades, el objetivo que se marca Lago es que el Pazo de Montesacro quede en manos públicas y que se mantenga el servicio que viene prestando desde hace décadas. Así, el regidor aprovechará los tres meses que ha ganado con estas negociaciones para realizar una tasación y “presentar una oferta en cuanto tengamos la forma de financiación, que tiene que pasar por la colaboración de otras administraciones, como ocurrió en su día con la adquisición del Pazo de Torrado”.
Señala Lago, de manera especial a la Xunta de Galicia, “una administración que cuenta con 12.000 millones de presupuesto por lo que un gasto de cuatro millones de euros apenas supondría un pequeño desembolso, mientras que para un Concello como el nuestro cuatro millones supondría subir los impuestos o dejar de prestar otros servicios, además del problema competencial del que hablamos antes”.
Lago llegó a plantearles la posibilidad de un alquiler, en lugar de una venta a lo que la orden respondió que, sin ser su primera opción, sería algo a valorar. Es por ello que el alcalde de Cambados apela a la Xunta y, en concreto, a la Consellería de Política Social, a que “si no es viable la adquisición, que se pueda mantener la actividad a través de un alquiler”. Otra de las cuestiones que preocupaban al regidor era el destino de los residentes en caso de que se cierre las puertas del asilo, a lo que la Orden respondió que serían trasladados a otros centros cercanos gestionados por ellos.
Por último, el Concello también plantea la desafectación de la capilla de la Valbanera, separándola del inmueble principal para que, en el caso de que el Pazo de Montesacro sea vendido, este espacio religioso con tantos devotos en la villa del albariño, no pase a manos privados y pueda continuar siendo un lugar de culto. Lago reconoce que es algo complejo pero a la orden religiosa “le interesa que ese lugar siga siendo utilizado como lugar de culto donde se pueda venerar a la Virxe da Valbanera”.
“No es asumible la moción del PP”
El PSOE está todavía valorando la posibilidad de presentar una moción al pleno de mañana sobre la venta del Pazo de Montesacro, pero Lago ya apuntaba ayer que la que ha presentado el Partido Popular “no es asumible”. El regidor recuerda que esa moción pide que “hagamos una inyección económica al asilo, pero el Concello no tiene competencias para hacerlo; si alguien puede hacerlo es Política Social”. De hecho, Lago recuerda que la administración municipal ya colabora con subvenciones o eximiendo del pago de tasas como la del agua”. Lo de plantear su compra por parte del Concello es algo que “ni compartimos ni entendemos, porque no tiene ningún sentido que el Concello haga un desembolso de cuatro millones, que adquiera el pazo para su patrimonio y, como no puede explotarlo como un asilo, lo ceda a la Xunta; ese es mucho dinero para Cambados y supondría subir los impuestos o dejar de prestar otros servicios, mientras que para la Xunta el gasto sería insignificante”. Lago aboga por seguir gestionando con la orden religiosa por un lado y con la Xunta y Diputación por el otro “para que nos reciban y contar con ellos para el desembolso que haya que realizar, algo en el que el Concello está dispuesto a colaborar”.