Un viticultor que cedió una franja de terreno para un vial en Meaño, obligado a vendimiar desde el suelo

Reclama que levanten el muro derribado

Los postes instalados no permiten usar un tractor

Manuel Arosa, el viticultor afectado delante de la parra derribada en las obras del vial de Picón.

Manuel Arosa, el viticultor afectado delante de la parra derribada en las obras del vial de Picón. / FdV

Tino Hermida

Tuvo que realizar en el suelo la vendimia de una parra de su era, derribada durante unas obras del Concello el pasado mes de marzo. Así, Manuel Arosa, vecino de lugar de Picón en Xil, considera que le han “atropellado” por el proceder del gobierno local, cuando dicha parra, por la ampliación del vial colindante —que responde al tramo de O Barreiro-Picón—, acabó con varias viguetas en el suelo, rompiendo algún poste, fracturando cepas y muchos sarmientos de su viñedo de albariño, lo que provocó su derribo.

“Nos sentimos impotentes e indignados —lamenta este vecino—, cuando desinteresadamente cedimos para la ampliación del vial, y sin percibir un céntimo, una parra de 87 metros de largo y que equivalía a 167 metros cuadrados de viñedo de albariño, más aún en suelo tipificado como urbano”. Pero las obras de destierre y ocupación de dicho terreno acabaron por dañar la viña colindante, precipitando su derrumbe en parte.

Compromiso incumplido

“En marzo —explica Manuel Arosa—, el propio concello nos ofreció el compromiso por el que, al llevarse cerca de una treinta de cepas de toda la fila de la parra, dispondría un alambrado provisional para poder sostener la otra mitad de la parra y permitirnos recoger la cosecha”.

Conllevaba restablecer el muro de perpiaño de la finca, encastrando en el mismo, columnas de piedra para poder sostener la viña una vez reconstruida. No obstante, las columnas dispuestas, explica sobre el terreno este propietario, “no pasan de 1,60 metros, altura insuficiente para apoyar en las columnas la parra, porque no cabe por debajo ni un tractor”.

Realizada la ampliación vial, el compromiso del concello no se plasmó, ofreciendo su viñedo la misma estampa que entonces. “Pese a las diversas reclamaciones presentadas —explica— no hemos recibido en todo este tiempo una sola respuesta del concello”. “En estos meses —agrega— le dimos el sulfato como pudimos, la cosecha se vio muy mermada, y en la vendimia salvamos lo que pudimos recoger, apenas un tercio de una cosecha normal”.

Escombros en el viñedo

Este afectado denuncia que la empresa que ejecutaba la obra rellenó la parte interior del muro, que se correspondería con suelo de su viñedo, “vertiendo en medio piedras grandes, escombro, cascotes y pedazos de asfalto, cuando este tiene que ser suelo de viña”.

“Ante este vertido —agrega— me vi obligado a presentar una denuncia en la Guardia Civil, que se personó sobre el terreno, para cursarla. “Además recurrí a los servicios de un ingeniero técnico agrícola más un notario. Ya gasté más de mil euros en papeleo”, agrega.

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