Es, quizás, uno de los curas más conocidos de Galicia. Y, desde luego, lo es en la comarca de O Salnés, donde está al frente de las parroquias de San Vicente de O Grove y Santa María de Simes (Meaño).
Se trata de Juan Ventura Martínez Reboeiras, un sacerdote que cuando llegó contribuyó a revolucionar la profesión e insufló aire fresco en todo relacionado con la iglesia arousana.
"Cura rockero"
Como buen discípulo que fue de su maestro y mentor, el ya fallecido cura rockero de Vilanova, Tucho Sineiro (Don Tucho), el joven Juan Ventura que aterrizó en O Grove lo hizo por todo lo alto, logrando hacer llegar su mensaje a muchos, tanto o más jóvenes que él, que parecían distanciados del clero y su día a día.
Ya han pasado quince años desde entonces, como el propio párroco de San Vicente se encarga de destacar en las redes sociales que tanto, y tan bien, maneja desde que llegó a O Grove. Cuando eso del Facebook y demás plataformas aún no estaba del todo extendido en el sacerdocio.

Mucho menos YouTube, donde puso en marcha un canal propio en el que transmitir las misas y todo tipo de celebraciones o actos religiosos. Por cierto, que un buen día decidió pedir suscriptores y logró 800 en menos de 24 horas.
Muchos seguidores
“Era un jueves, cuatro de la tarde, cuando llegué por primera vez a la casa rectoral de O Grove”, rememora Juan Ventura Martínez Reboeiras en su cuenta de Facebook, donde tenía 1.584 amigos en abril de 2016 y ahora lo siguen más de 3.000.
En estos quince años hemos reído, hemos llorado, he aprendido, me he equivocado y todos me habéis ayudado
“Me envió el arzobispo para colaborar en la pastoral de las parroquias cuando aún era diácono”, explicaba a sus seguidores. Y cuando ha querido darse cuenta resulta que, “de repente, han pasado 15 años”, sentencia.
Gracias a Dios y a O Grove
Razón por la cual, “solo puedo dar gracias a Dios y a este pueblo de O Grove, tierra linda como hay pocas, que me ha acogido con tanto cariño”, manifiesta con emoción este cura de 39 años de edad que disfruta cantando y que, además, lo hace bien, de ahí que llegara a cantar en la coral de Vilanova y la orquesta “Década 21”.
Se felicita así por esta ya larga etapa con los hábitos sacerdotales; aunque bien es cierto que la indumentaria eclesiástica tampoco es algo que use con frecuencia.
Quince años “en los que hemos reído, hemos llorado, he aprendido, me he equivocado y todos me habéis ayudado”, declara este sacerdote grovense de adopción y vilanovés de nacimiento.
Teología, en Salamanca
El mismo, cabe recordar, que tras estudiar Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca decidió cumplir con el oficio de una forma ni mejor ni peor, sino muy diferente a lo que otros sacerdotes tienen acostumbrados a sus feligreses.
Un sacerdocio basado en una “política de cercanía” que le permiten ser un meco más que participa en fiestas, sale de compras en bici, se deja ver a la hora del vermú y transmite la Palabra de Dios desde la humildad y la sencillez, apostando en todo momento por animar a los jóvenes a participar y divertirse con las acciones parroquiales.
Es el mismo cura que hizo posible la recuperación de la ruinosa casa rectoral para convertirla en un punto de encuentro con fines socioculturales.
Llaveros y cementerio
Como también el que hizo llaveros con la forma de la moneda de Adro Vello para poder venderlos y recaudar fondos para impulsar la necesaria ampliación del cementerio parroquial.
Y el mismo que revitalizó la fiesta de San Vicente, preservó la tradición de las alfombras florales y contribuyó a promocionar O Grove turísticamente, entre otros méritos y logros.
En estos quince años muchos habrán oído hablar de él por impulsar proyectos como el de plantación de patatas, para después donarlas a Cáritas, por sus festivales solidarios de Navidad, por haberse implicado en la potenciación del Museo de la Salazón de Punta Moreiras o por recuperar la fiesta del Sagrado Corazón.
Recuperar tradiciones
Juan Ventura, que un buen día pidió al dibujante meco Mario Rodríguez que le hiciera una caricatura que ya forma parte de la historia artística de la localidad meca, fue también impulsor de la Asociación Cultural Amigos de San Vicente, con la intención de lograr “que se haga más vida en la parroquia y se organicen cosas para todos”.
Y lo hizo con la firme convicción de que es necesario mantener vivas las viejas tradiciones y actividades “que forman parte de la historia de la parroquia, y no solo desde el punto de vista religioso, sino como pueblo”, declaraba Juan Ventura hace una década.
Del cura párroco de San Vicente y Simes también puede decirse que ejerce de turoperador, organizando todo tipo de viajes para los vecinos del Concello.
"Ser cristiano es como ser celtista"
Y desde, luego, hay que recordar aquella entrevista que concedió a FARO en 2016 en la que declaraba: “A los niños siempre les digo que ser cristiano es como ser celtista".
Lo que quería decir es que "un celtista es alguien que sigue al Celta; pues un cristiano es alguien que sigue a Jesucristo y que intenta hacer lo que él hizo en su vida. Es así de sencillo, pero no vale decir que somos cristianos y después dejar mucho que desear".
Para añadir: "Ser cristiano es un estilo de vida del que debemos sentirnos orgullosos, como lo estamos de nuestro equipo de fútbol preferido”.
Pero que nadie piense que con todo esto tiene relegadas las cuestiones espirituales a un segundo plano. ¡Ni mucho menos! Las fiestas religiosas de San Vicente y Sacramento son dos claros ejemplos de su importante labor eclesiástica.
Contra el cáncer
Como lo fue en su momento la fiesta de San Ezequiel Moreno Díaz, patrón y protector de los enfermos de cáncer.
Una cita con la que Ventura Martínez quiso hacer hincapié en el importante papel que desempeña este santo entre los cristianos, aprovechando para recordar que esta parroquia dispone desde hace años de una imagen y una reliquia de dicho santo.
“El cáncer es una enfermedad que, por desgracia, afecta a muchas personas a las que queremos”, reflexiona el sacerdote.