La Valedora do Pobo intercede por los vecinos, que siguen sin poder dormir
Ravella se compromete a controlar el ocio nocturno, pero los damnificados no se fían

Antonio Mouriño, a la puerta de su casa, es uno de los vecinos que denuncian los ruidos provenientes de los locales de copas. / M. MÉNDEZ
La Valedora do Pobo ha mediado en defensa de los vecinos de Vilagarcía que desde hace años, con especial intensidad desde que se modificaron las normas de las terrazas a causa de la pandemia, denuncian casi cada fin de semana el ruido que producen los locales de copas del centro de Vilagarcía, especialmente en la conocida popularmente como plaza de O Castro y en la calle de A Baldosa.
Ciudadanos que en repetidas ocasiones alertaron de una situación que les impide conciliar el sueño, y no solo por los ruidos, sino por el incumplimiento de los horarios de cierre de los locales, la presencia de gente bebiendo en la calle a altas horas de la madrugada, la instalación de terrazas que no están permitidas y otras muchas irregularidades.
Lo que hizo la Valedora do Pobo, María Dolores Fernández Galiño, fue dirigirse al Concello de Vilagarcía para pedirle explicaciones. Y Ravella respondió diciendo que se hace cargo del problema y se compromete a ordenar una intervención policial que lo zanje de raíz.
No se fían
Pero los ciudadanos lo consideran un gesto para la galería y se quejan de que todo sigue igual, asegurando que “aunque los agentes cumplan su cometido y abran expedientes de sanción, después el gobierno local no parece hacer nada al respecto”.

La calle de A Baldosa con clientes de uno de los locales en el exterior, a altas horas de la madrugada. / FdV
De ahí que algunos vecinos exijan tanto medidas contundentes como explicaciones. “Queremos saber qué multas se han impuesto a los locales que más problemas están causando, si es que se les impuso alguna, y que el gobierno nos diga por qué no se cierran esos establecimientos”, espetan los damnificados.
En el caso concreto de uno de los locales de A Baldosa –en el tramo comprendido entre O Castro y Conde Vallellano–, Ravella respondió a la Valedora que “se acepta su recomendación” en el sentido de revisar el funcionamiento del mismo.
Policía Local
Además, el gobierno de Alberto Varela asegura que “ya se procedió a solicitar de la Policía Local que se intensifiquen los controles e inspecciones, además de informar sobre el cumplimiento del título habilitante en cuanto a mesas y sillas instaladas”.
Los vecinos que denuncian los hechos referidos consideran que esa respuesta del ejecutivo local “solo puede darse por buena si, efectivamente, proceden a adoptar medidas contra el local que más está castigando a los vecinos en A Baldosa y contra los que lo hacen en la plaza de al lado, donde siguen poniendo música en el exterior hasta altas horas de la madrugada, llegando a subir el volumen a partir de las dos”.
Denuncias constantes, cada fin de semana
Lo cierto es que en Vilagarcía hay vecinos que dicen estar “desesperados” y sentirse “impotentes” frente al ruido que se ven obligados a soportar cada fin de semana y alguna que otra noche señalada.
Por eso ciudadanos como Antonio Mouriño se han decidido a llamar a la Policía Local cada noche o madrugada que deben soportar la caótica situación.
Lo hacen para que así quede constancia de lo que sucede y para, llegado el momento, tener una base sobre la que pedir explicaciones al Concello, incluso a nivel judicial.

Antonio Mouriño, uno de los vecinos afectados, a las puertas de su casa. / M. MÉNDEZ
Al mismo tiempo, acompañan sus quejas telefónicas de denuncias escritas ante la propia Administración local y la Valedora do Pobo. Y lo hacen así “porque ya no aguantamos más”.
Son muchos los ciudadanos que, como Antonio Mouriño, sufren las consecuencias del ocio nocturno mal entendido y descontrolado. Por eso dejan claro que no están en contra de nadie ni de ningún negocio, sino que exigen “que se cumpla la ley para que todos podamos vivir tranquilos y disfrutar de nuestro derecho al descanso”.
"Grave problema"
“Quizás si todos seguimos insistiendo y denunciando este grave problema acaben por hacernos caso y nos concedan la calidad de vida que necesitamos”, sentencia Antonio Mouriño.
Más conocido como Toño, considera que lo que él y su familia están sufriendo con los ruidos provocados por el ocio nocturno “es verdaderamente inhumano”.
A modo de ejemplo explica que “es del todo insufrible estar sin dormir hasta las cuatro de la madrugada a causa de esos ruidos y de la gente que está bebiendo y gritando en la calle, cuando resulta que nos tenemos que levantar a las cinco para ir a trabajar”.
Infinidad de denuncias
Unos y otros están muy molestos, tanto por la situación descrita como por “la falta de respuesta contundente del Concello de Vilagarcía, ya que hemos denunciado esta situación en infinidad de ocasiones durante los últimos meses, e incluso en los últimos años, sin que nos hagan el menor caso”.
El propio Antonio Mouriño explica que “la Policía Local realiza propuestas de sanción, pero en el gobierno parece que no las tramitan ni resuelven, de ahí que algunos hosteleros hagan lo que les da la gana, ya que parecen pensar que tienen absoluta impunidad”.
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