La nueva moda de los "glampings"

Los dos de la comarca, ubicados en O Grove y A Illa, se preparan para la temporada alta con una ocupación del 50 y 75% respectivamente, a falta de las últimas reservas

Un usuario en el 'glamping' de A Illa | // I. Abella

Un usuario en el 'glamping' de A Illa | // I. Abella / adrián godar

Adrián Godar

El inminente periodo estival, lejos de ser un motivo de felicidad, en muchas ocasiones oculta un quebradero de cabeza para muchas familias que tienen en mente diferentes planes. En la mayoría de las ocasiones destaca la necesidad de desconectar de un año estresante y disfrutar ese tiempo con hijos y pareja.

Para disipar estas dudas recurrentes este mes, una de las alternativas asequibles son los glampings, un concepto creado entre el siglo XIX y el XX, pero que se ha modernizado desde hace unos cinco años para satisfacer al perfil de núcleo familiar exigente que busca aislarse del mundanal ruido y tener un contacto directo con la naturaleza bajo las premisas de “tranquilidad, perfecta ubicación y buena atención”.

En este sentido, la comarca cuenta con dos establecimientos: el Glamping Muiñeira (O Grove) y el de A Illa de Arousa. Ambos ya se preparan para recibir a los turistas extranjeros, principalmente franceses, alemanes y los procedentes de Países Bajos.

En un enclave difícilmente mejorable, el glamping meco tiene al mando a los hermanos Rivera, uno de los primeros de la provincia, fundado hace 60 años, que es regentada por la tercera generación y que se ha modernizado estos últimos años. “Principalmente va dirigido a un usuario que viene en autocaravana. Contamos con dos tipos, el camping tradicional y uno más exclusivo con jaimas -tienda de campaña de cuero- sobre una base de madera en donde no hay cemento para ser más sostenibles”, señala Martín Rivera, gerente junto a su hermano Pablo.

El espacio, que cuenta con unos 7.000 metros cuadrados de extensión y da cobijo a alrededor de 200 usuarios, se ha adaptado a las demandas del público estos últimos años, dirigiéndose a un cliente más exclusivo. “El terreno está dividido en dos zonas. La primera está ubicada en un espacio arbolado y la otra a pie de playa. Queremos que los turistas disfruten de una experiencia exclusiva”, señala Rivera a pocas semanas de que dé comienzo la temporada alta.

Entretanto, el recinto de O Grove cuenta con una cabaña semicircular de madera y que está equipada como las jaimas, de modo que los clientes no tengan que echar en falta nada durante su estancia. “Contamos con microondas, nevera, calefactor y ventilador, que en Galicia suele hacer mucho calor”.

En este inicio del verano ya comienza a notar el ajetreo de las reservas, las cuales se van incrementando en los próximos días con la llegada de los turistas nacionales y los foráneos. Por el momento, el recinto tiene asegurado “un 50% del aforo”, pero dependiendo de los próximos días y la meteorología se puede incrementar considerablemente.

A escasos 40 kilómetros de distancia se encuentra en glamping Illa de Arousa, un concepto similar a “un hotel de 3 o 4 estrellas” con tiendas equipadas como habitaciones de hotel. “Nuestras parcelas cuentan con un baño privado para cada uno de los huéspedes y baños comunes. Por la experiencia de estos últimos años, sabemos que nuestros clientes agradecen un aseo privado”, relata Pablo Rodríguez, dueño del citado glamping.

“Nuestro perfil de cliente suele ser el de parejas, de entre 30 y 45 años, con niños. Estamos apartados de los núcleos de población y quieren relajarse. Muchos de ellos suelen ser de Madrid, Barcelona o Andalucía”, remarca Rodríguez.

Para esta temporada, cuenta con una ocupación en agosto del 75% y en julio del 60%. Sin embargo, según los últimos años, estima que el espacio tenga “un 98% del aforo cubierto”.

Y es que, además del desayuno continental que está sumado al precio total, han incluido para este año un servicio de bicicletas para los clientes aprovechando los espacios llanos de la isla y se ha potenciado la colaboración con diferentes empresas de ocio como las excursiones en kayak, una actividad de snorkel -bucear bajo el agua- o un amplio abanico para que los clientes puedan conocer la ría de Arousa y su actividad. “Todo esto lo ofertamos de forma complementaria al glamping. Es nuestra tercera temporada y la gente va dirigida estos servicios en vez de al camping tradicional”, sentencia.

Desde los 85 hasta los 100 euros por noche

Con las reservas entrando prácticamente a diario, ambos glampings cuestan lo mismo. En el caso del Muiñeira, una noche oscila entre los 85 y 100 euros dependiendo de la zona elegida, siendo la primera línea de playa la más cotizada. Destaca también el bono desde una semana a los diez días -dependiendo de las fechas- que va desde los 534 euros de la más barata hasta los 599 de la más cara para dos personas. En el caso de que los huéspedes sean cuatro, las tarifas van desde los 271 euros -3 noches- hasta los 445 que cuestan cinco días de alojamiento.

En el caso del Glamping A Illa de Arousa los precios oscilan en torno a los 100 euros para dos personas, un importe que se incrementa a mayor número de huéspedes. Dentro del importe se incluye la estancia y un desayuno continental para los clientes. Además, tras la primera estancia, el establecimiento ofrece un bono regalo para posteriores visitas en el caso de que deseen volver a acudir al lugar.

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