Arosa y Suárez se sientan para tratar de encontrar un acuerdo de gobierno para A Illa

Es la primera reunión de trabajo para definir las posiciones de las que parten ambas formaciones y ver si existe la posibilidad de llegar a un pacto para la investidura

Un momento del recuento electoral celebrado en A Illa.

Un momento del recuento electoral celebrado en A Illa. / Noé Parga

A. G.

PSOE y BNG de A Illa se sentaron ayer por primera vez frente a frente para iniciar unas negociaciones en las que se decide el futuro gobierno del municipio. El encuentro tuvo lugar en la sede del BNG, situada en la calle Agro da Porte, con tres representantes de cada formación, los tres primeros de cada una de las listas electorales: Manuel Suárez Nieto, Laura Castro Rial y Elena Otero Otero por los nacionalistas y Luis Arosa García, Rosa María Viana Rodríguez y Manuel García Poza por los socialistas, aunque está previsto que, en las próximas negociaciones se sume Manuel Vázquez, el secretario general de la formación en A Illa.

Se trató de una primera toma de contacto entre las dos formaciones y se espera que estos encuentros se repitan en los próximos días y que sean encaminadas a conseguir un acuerdo de gobernabilidad en el que se defina las funciones de cada una de las dos fuerzas. El encuentro fue cordial, pero ambas formaciones creen que se debe desarrollar en un clima de discreción.

En principio, todos los indicios apuntarían a que se estaría negociando un acuerdo de gobierno, es decir, que ambas formaciones formen parte del mismo y se repartan las áreas de gestión. El BNG ha venido dejando muy claro desde que se inició la campaña que se presentó para gobernar y se considera preparado para hacerlo, mientras el PSOE esgrime su experiencia en la Alcaldía en los últimos años. Ahora será cuestión de acercar posturas e intentar llegar a un acuerdo que deberá quedar definido en un papel.

En caso de no hacerlo, el próximo 17 de junio ninguna de las dos formaciones se sentaría en la Alcaldía, ya que la fuerza más votada, aunque se quedó sin la mayoría absoluta, fue el Partido Popular encabezado por Matías González Cañón, que sumó cinco escaños. El cabeza de cartel de la formación tiene el handicap de que ha sido repudiado por el Partido Popular provincial tras conocer su condena por maltrato. No así sus cuatro compañeros que, salvo Miguel Paz, debutarán en la corporación. Los cuatro se han mantenido fieles a Cañón desde que se dio a conocer el problema de la condena, una posición que mantendrán en el pleno del próximo día 17. El conservador ha intentado hacer valer ante sus rivales que es el más votado y que debe gobernar, llegando a plantear un encuentro con PSOE y BNG. Sin embargo, su propuesta cayó en saco roto.