Las mariscadoras de a pie de Cambados celebraron ayer por la tarde una asamblea marcada por la tensión. Esta vez, el conflicto se originó tras una resiembra conjunta efectuada la semana pasada entre las propias mariscadoras y los “rañeiros”. En un momento dado, estos entraron en una zona de explotación exclusiva de las mujeres y sacaron grandes cantidades de almeja fina y japónica, que posteriormente iban a repoblar en otro arenal. Cuando los vigilantes del pósito se dieron cuenta de la situación y fueron a llamar la atención a los mariscadores a flote, estos argumentaron que estaban trabajando en esa zona porque así se lo había mandado la presidenta de las mariscadoras, Teresa Bugallo.
Esto ha desencadenado un nuevo terremoto en la cofradía de Cambados, marcada desde hace meses por un profundo enfrentamiento entre dos bandos. Cuando las mariscadoras vieron a los “rañeiros” trabajando tan cerca de la costa, se sintieron traicionadas por los “rañeiros” y llamaron al patrón mayor reclamando explicaciones. Fue entonces cuando el presidente del pósito, José Manuel Vilas, decidió convocar la asamblea de ayer, para que las dos partes diesen las explicaciones pertinentes.
La reunión, que duró en torno a dos horas, fue tensa y al finalizar la misma se acordó que mariscadoras y “rañeiros” dejarán de hacer resiembras conjuntas, algo que en las últimas décadas solo había sucedido una vez durante unos meses de mucha escasez de marisco.
También se escucharon voces de mariscadoras reclamando la dimisión de Teresa Bugallo, a la que acusaron de regalar el marisco a los “rañeiros”, al permitirles entrar en una zona exclusiva de a pie.
La versión de Bugallo
Teresa Bugallo no acudió a la reunión, alegando motivos familiares de salud, pero dio su versión a FARO. Argumenta que, en efecto, se cometió “un malentendido, un error”, y que los mariscadores a flote estuvieron sacando marisco de una zona en la que no podían entrar porque es exclusiva de la agrupación de a pie. Pero cree que está siendo víctima de una venganza.
“En todas partes se producen malentendidos y errores, lo que pasa es que ahora a nosotras no nos pasan ni una. Lo de los “rañeiros” fue un error, una equivocación, un malentendido provocado por la falta de comunicación que tenemos en la directiva”, declaró.
Teresa Bugallo afirma que, “aquí no hay diálogo, lo que hay es ánimo de venganza porque Ana Serantes y yo apoyamos la moción de censura contra el patrón mayor”. Además, dijo de la asamblea que, “nadie me comunicó nada, me enteré cuando colgaron la convocatoria en el tablón de anuncios”. La reunión se celebró en el salón de actos del pósito, y prueba del mal ambiente y la crispación que reina desde hace meses en Cambados es que numerosas mariscadoras solicitaron a gritos que el fotógrafo de prensa abandonase la sala cuanto antes.