La candidata del PP a la Alcaldía de Vilagarcía, Ana Granja, iniciará hoy jueves los contactos con las demás fuerzas políticas que han obtenido representación en el Ayuntamiento, con la finalidad de tender puentes, lograr consensos, y que Granja pueda ser investida alcaldesa el próximo 17 de junio, ya que lidera la lista más votada. Para ello, el PP pedirá a las fuerzas de izquierdas que dejen a un lado el corsé ideológico, y que voten en clave municipal.

“Nosotros entendemos la política como la búsqueda de consenso, porque estamos hablando en términos municipales. No se puede plegar uno solo a la ideología, Vilagarcía está por encima de esas cuestiones”, manifestó Granja en una conferencia de prensa organizada por el PP a media tarde de ayer en su sede de la calle Castelao.

El PP fue la gran sorpresa en la jornada electoral del domingo, puesto que aunque todos daban por hecho que crecería mucho con respecto a las votaciones de 2015, no mucha gente consideraba posible que se convirtiese en la primera fuerza política de Vilagarcía, sobrepasando a un PSOE que cuatro años antes había logrado una holgadísima mayoría absoluta.

El Partido Popular cuenta con nueve concejales, los mismos que el PSOE. Estos últimos disponen del colchón de los tres ediles que suman los otros dos partidos de izquierdas (BNG y Esquerda Unida), lo que les facilitará la investidura. De hecho, en la misma noche electoral, el portavoz nacionalista, Xabier Rodríguez, anunció que él nunca favorecerá un gobierno del Partido Popular.

Pero Ana Granja tratará de convencerles de lo contrario. Considera que, en ciertos aspectos, no son tan diferentes las propuestas del PP y de los partidos de izquierdas que estuvieron en la oposición los cuatro últimos años. Y, en segundo lugar, está convencida de que en unas elecciones municipales los partidos políticos han de anteponer los intereses y necesidades de sus ayuntamientos a los de sus siglas.

A este respecto, la candidata conservadora plantea que, “lo que Vilagarcía quiere y ha decidido” es que gobierne el PP. “Nosotros sabíamos que la ciudadanía quería un cambio, y el 28 de mayo lo confirmarmos. Por sentido común y respeto a la decisión de los votantes, debemos gobernar”.

Sin mayoría absoluta

El PP ganó las elecciones en Vilagarcía, pero sabe que no va a poder gobernar, ya que con 9 ediles electos en una Corporación de 21 nada puede hacer ante las fuerzas de la izquierda. Aún así, Ana Granja, está dispuesta a pactar con quién sea “por el bien de los vilagarcianos”.

En el PP saben que este movimiento, el de negociar con los demás grupos la formación de un posible gobierno, no tiene más recorrido que el de un mero formalismo y un trámite que quienes han ganado en las urnas están casi obligados a realizar.

Y lo que hizo el PP ayer fue eso, escenificar una oferta de gobierno sin concretar los términos del mismo y dejando claro que los conservadores están dispuestos a “escuchar” e incluso a “ceder” porque “los votantes han demostrado que quieren un cambio, y no debemos frenar ese cambio por culpa de ideologías”, espetó Ana Granja.

Lo dijo desde el convencimiento de que “lo que nos une a todos es Vilagarcía, y en esa dirección debemos trabajar”.

Algo parecido a lo que decía hace cuatro años, pero aplicado e inspirado en Catoira, el líder del PP vikingo, Iván Caamaño, cuando dio sus votos en la sesión de investidura al BNG para que gobernara el nacionalista Xoán Castaño y apartar así del poder al socialista Alberto García. Pero nada indica que tan arriesgada decisión vaya a repetirse con el PP de Vilagarcía.