Los socialistas vilagarcianos, como los de prácticamente toda la comarca, están preocupados. Salvo honrosas excepciones, como la de Marta Giráldez en el Concello de Meis, donde consiguió la mayoría absoluta, las diferentes agrupaciones locales sufrieron una acusada caída de votos acorde con la experimentada por el PSOE a nivel provincial, gallego y estatal.

Alberto Varela (Vilagarcía) y José Cacabelos (O Grove), son un buen ejemplo, ya que ambos dicen haber sufrido la pérdida de tirón y peso de la “marca PSOE”, asumen su parte de responsabilidad y, al mismo tiempo, se disponen a volver a gobernar, ya que ambos está en buenas posiciones para hacerlo, aún sin la mayoría absoluta.

Tanto ellos como otros barones socialistas consultados, tanto en O Salnés como en el Ullán, coinciden al señalar que “la crisis económica, los pactos de Gobierno a nivel nacional y los últimos escándalos políticos ocurridos en España, han acabado salpicándonos a todos, ya que provocaron un descontento en la militancia que se ha traducido en una pérdida de votos”.

Razón por la cual, los dirigentes del PSdeG-PSOE no ocultan su preocupación, entonan el mea culpa y hacen un llamamiento a la reflexión, especialmente a raíz de la pérdida de mayorías absolutas tan importantes como las de Vilagarcía y O Grove.

Dos localidades en las que no se esperaban este tropiezo, de ahí que se comprometan a reflexionar internamente sobre lo ocurrido y hagan autocrítica, antes de insistir en que, como mal menor, el PSOE volverá a gobernar, tanto si es en colaboración con otros grupos de izquierdas como en solitario.

Debilitamiento

Así lo confirmaban ayer los socialistas mecos y vilagarcianos, igualmente convencidos de que “el debilitamiento de la marca PSOE” a nivel autonómico y nacional les ha pasado factura.

Varela precisará del BNG para gobernar por el fuerte aumento del PP en Vilagarcía

Aunque sabedores, también, de que en ambos municipios “existe una mayoría de izquierdas clara”, por lo que, apostillan en Vilagarcía, “será nuestra responsabilidad llegar a acuerdos para que el Concello vuelva a tener un gobierno progresista”.

Máxime después de que Alberto Varela perdiera las elecciones por solo un puñado de votos –apenas una treintena– y de que José Cacabelos se quedara sin la mayoría absoluta por unos catorce.

Tanto a los líderes de ambas agrupaciones, como al conjunto de sus equipos, no les asusta ninguna de las posibilidades que se barajan, ya que tienen experiencia de gobierno tanto en mayoría absoluta como en minoría.

El diputado autonómico Julio Torrado explicando lo sucedido en Vilagarcía con motivo del 28-M. | // IÑAKI ABELLA

Y de lo que se trata, a la postre, es de “trabajar para y por los ciudadanos”, espetan los dirigentes socialistas.

En cierto modo, Alberto Varela ya contemplaba todas las posibilidades, y a ello se refería en la entrevista que concedió a FARO DE VIGO durante la campaña, publicada el sábado.

"Obsesionados"

En la misma indicaba que quienes estaban realmente “obsesionados” con la mayoría absoluta eran los partidos de la oposición; para tratar de arrebatársela, como así ha sido. A lo que añadía que “lo que cabe valorar es el resultado de las fórmulas de gobierno aplicadas”.

Esto lo llevó a recordar que gobernó “tanto en minoría como en mayoría”, y que “en ambas ocasiones” lo hizo obteniendo “buenos frutos”. Aunque dejando claro que “la alternativa a un proyecto sólido y un gobierno estable” como el suyo es “una mezcla de siglas”.

Dos nacionalistas y un esquerdista dejándose seducir

Que el PP de Ana Granja consiguiera 9 ediles en una Corporación de 21 y ganara las elecciones, después de recibir 6.378 sufragios (36%), es algo que pocos podían imaginar solo un día antes de la cita con las urnas.

Y que el PSdeG-PSOE de Alberto Varela se quedara con otros 9, tras obtener 6.340 papeletas (36%), tampoco entraba en los planes de muchos. Desde luego, no en los del propio alcalde.

Tanto si lo esperaba como si no, ahora le toca recomponer la Corporación, que es algo que Alberto Varela pretende hacer desde el diálogo con los grupos opositores del BNG (2 ediles) y Esquerda Unida (un representante electo).

Tania García Sanmartín, Lino Mouriño Santiago, Paola María Mochales, Carlos Coira Lojo, Sonia Outón Casal, Diego García Santiago, Luz María Abalo Pérez y Álvaro Carou García son los elegidos para acompañar a Varela en este proyecto.

Los rivales, Ana Granja, Juan Andrés Bayón Rolo, Elena Suárez, Jesús Rey Rodríguez, Roberto Domínguez Bustelo, Raúl Santamaría González, Marta Ferradáns Padín, David Higinio Oliveira Barreiro y Julio Varela Cardalda.

En medio de todos ellos, dejándose seducir por lo que puedan ofrecerles tanto el PP como el PSOE, los nacionalistas Francisco Javier Rodríguez Paz y Rosa María Abuín Rodríguez, junto al esquerdista Juan Fajardo.

Supuestamente, si alguien pacta con alguien, esos van a ser los socialistas con el BNG y/o Esquerda Unida. Pero ya se sabe que en política todo puede suceder, como ocurrió en 2019 cuan do el PP hizo que gobernara Catoira el BNG para cargarse al PSOE.

José Cacabelos

Una semana antes había hecho lo propio José Cacabelos, resaltando lo mucho que se había avanzado en O Grove gracias a la mayoría absoluta y advirtiendo de que los grovenses ya no están para “experimentos políticos” como los que se hacían antaño.

Está por ver ahora si decide volver a ellos y reeditar un tripartito, si se inclina por un bipartito –cualquiera de las dos fórmulas parece poco probable– o si, simplemente, busca un acuerdo de investidura para después gobernar en minoría, apoyándose únicamente en los pactos puntuales que pueda ir alcanzando sobre la marcha.

La crisis de la mejilla y la Diputación

El líder socialista de O Grove, José Cacabelos, explicaba ayer que, una vez analizados ayer los datos del 28-M, “vemos que sí pudo haberse visto castigada la marca PSOE, y posiblemente parte de los 787 votos que perdimos se nos hayan ido por la imagen que ofrece el Gobierno central y percibe el votante”.

En cualquier caso, “llama la atención que casi todos los gobiernos socialistas con mayoría absoluta perdieran votos, y que incluso dejara de ser la lista más votada, mientras el PP crece en votos en Galicia a pesar de problemas con la Atención Primaria y la crisis de la mejilla”.

De ahí, apunta el meco, “que salvo en Meis y O Grove, O Salnés pierda el color socialista, lo cual es un análisis que debemos detenernos a realizar a nivel autonómico, donde la imagen del PSOE se está viendo debilitada”.

Al hacer balance de lo sucedido, José Cacabelos también se lamenta por la pérdida de la Diputación de Pontevedra, pues “durante ocho años de gobierno bipartito” en el ente provincial “han dado oportunidades a todos los ayuntamientos de la provincia por igual, aportando ayuda a todos ellos”.

De ahí que ahora desee que el nuevo gobierno del PP haga lo propio “y siga en esta línea de ayuda a los municipios independientemente del color político que tengan”.