Sabor agridulce para González Cañón, vence en A Illa pero no logra la absoluta

El Partido Popular de A Illa se quedó ayer a un paso de obtener la mayoría absoluta en un feudo históricamente socialista. Lo hizo con un candidato repudiado por la formación tras conocerse una condena de malos tratos de hace doce años y de sufrir la crisis de la mejilla. Matías González Cañón encontró el apoyo de 1.449 votantes de A Illa, subiendo 10 puntos en el porcentaje de voto con respecto a las elecciones anteriores. Sin embargo, esta contundente victoria deja un poso agridulce, ya que es muy probable que la formación conservadora, sea con Matías González o con cualquier otro candidato, no consiga gobernar. Dependerá de si PSOE y BNG alcanzan un acuerdo de gobernabilidad en las próximas semanas.

El gran perdedor de estas elecciones ha sido el Partido Socialista que, del 51,35% de los sufragios en 2019, con Carlos Iglesias como candidato, ha pasado a tener tan solo un poco más del 28% con su nuevo candidato, Luis Arosa. Nunca antes el PSOE había bajado, en unas municipales, de los 1.200 votantes.

Pudo ser todavía peor la situación, ya que, en varias de las mesas electorales, el BNG consiguió dar el “sorpasso” y se puso por delante en votos. Sin embargo, a la finalización del recuento, los socialistas consiguieron mantenerse como segunda fuerza con 964 votos por los 925 de los nacionalistas.

Por su parte, el BNG ha roto su techo histórico y ha logrado, por primera vez, sumar tres concejales y acercarse a los 1.000 votos, doblando el apoyo logrado en 2019, cuando se quedó con 482 y un 14,78% de los votos. Por delante A Illa tendrá que resolver varias incógnitas. La primera es qué formaciones alcanzarán un acuerdo de gobierno o si será el PP, la formación más votada, la que asuma la gobernabilidad del municipio. De ser así, que va a ocurrir con Matías González Cañón, al que el PP provincial ha repudiado públicamente, comprometiéndose a impedir que forme parte del grupo municipal cuando se constituya la corporación.