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Dos construcciones pasan a la lista verde de conservación de patrimonio

Los trabajos de limpieza lograron frenar el deterioro de las edificaciones

Imagen de la “telleira” de Padín en la actualidad. | // FDV

Las “telleiras” de Roeiro y Padín, situadas en la orilla del río Ulla, se encuentran en la lista verde de conservación del patrimonio tras las obras realizadas, según confirmó el Concello a la asociación Hispania Nostra, asociación encargada de la defensa del patrimonio cultural y natural.

El comité técnico encargado de valorar las obras ejecutadas hasta el momento destacó “el trabajo y el esfuerzo realizado” por el consistorio para recuperar los vestigios del patrimonio etnográfico y cultural de Valga, que anteriormente se encontraban ocultos por la maleza y con serio riesgo de desaparición, destrucción o alteración de sus valores.

Las citadas “telleiras” responden a dos ejemplos excepcionales de la arquitectura tradicional ligada a la industria de producción cerámica, que tanta relevancia tuvo en la zona.

Los trabajos que se llevaron a cabo consistieron en el desbroce y limpieza del entorno de las “telleiras” y el camino de acceso con la retirada de maleza y escombros, la limpieza en seco de las estructuras que se mantienen en pie, y la delimitación de la zona con una barandilla rústica de madera.

Mucha historia

El objetivo de esta actuación que se llevó a cabo fue frenar el deterioro de las edificaciones y “darle la importancia cultural, patrimonial, histórica y ambiental que tienen” por lo que también se colocaron sendos paneles explicativos sobre la historia y las características técnicas de estas dos construcciones.

En ambos casos aún se mantienen las estructuras de las edificaciones principales, las que estaban destinadas a elaboración de productos cerámicos, principalmente la teja y el ladrillo.

Asimismo, la “telleira” de Roeiro es una de las mejores conservadas de la zona y en la que su forma circular, poco frecuente, la convierte en una de las más singulares de las que existieron en el entorno del Ulla. Esta característica distintiva hace pensar que quizás su origen se remonte a la época romana, siendo inicialmente un horno de fundición de metales adaptado, posteriormente, como “telleira” y que dejó de funcionar en el año 1945.

En el caso de la “telleira” de Padín fue la última zona en ser construida, en 1942, y también la última en apagar su horno tan solo 18 años después. La construcción conserva, en la actualidad, parte de la cubierta en forma de cúpula, parte del interior en ladrillo y el conjunto de parras que separaban la caldera del horno, espacio en el que se colocaban las tejas para su respectiva cocción.

En las dos zonas se percibe la zona destinada a la leña, un terreno en pendiente en el que se esperaba este material y desde el que se introducía en la boca del horno cuando este se ponía en funcionamiento.

Al mismo tiempo, se conservan algunos de los restos de las edificaciones secundarias dedicadas al descanso de los “telleiros” y donde son visibles algunos tramos de los canales que permitían que las embarcaciones encargadas de transportar el barro para su elaboración pudieran atracar.

En cuanto a la importancia del lugar antaño, la producción de teja y ladrillo en los rudimentarios hornos de la zona del Ulla, tuvo su auge en la segunda mitad del siglo XIX.

Los problemas llegaron en el siglo posterior, con la industrialización del sector productivo, comenzaron a decaer y fueron sustituidas por factorías como Novo y Sierra, esta última fundada en el año 1921.

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