Alcaldes atados de pies y manos
La ley electoral les prohibe inaugurar, pero nadie puede impedirles visitar sus obras
Da igual el color político que sean, porque a todos les afecta y todos hacen exactamente lo mismo. Son los alcaldes que, en plena campaña, se quedan sin cinta que cortar. La ley electoral les impide hacer propaganda de aquello que han hecho o están haciendo. Esto, que puede parecer lógico, tiene su dosis de injusticia, ya que, a veces, hay proyectos que ha costado mucho conseguir. Y no es fácil permanecer en campaña de brazos cruzados sin poder aplaudirlos.
Aunque sean candidatos, también son alcaldes. Por eso ayer regidores como el socialista José Antonio Cacabelos Rico y el conservador José María Bello Maneiro no solo desplegaban actos de campaña –que también–, sino que atendían múltiples obligaciones relacionadas con el cargo.
Y esto incluye supervisar obras o proyectos en ejecución que, si bien no pueden ser presentados a bombo y platillo, ni oficialmente inaugurados, sí adquieren relevancia para el conjunto de la ciudadanía.
Varela y García
Lo que sucede es que los alcaldes citados, como ocurre a los socialistas Alberto Varelay Alberto García, o a los conservadores Telmo Martín y Juan Manuel Vidal Seage, no pueden aparecer en plena campaña presumiendo a pie de obra de los logros obtenidos.
De ahí que, a veces, se les vea como perdidos mientras supervisan algunos de los trabajos de los se sienten orgullosos, pero de los que ahora no pueden presumir.
José Cacabelos y Maneiro
Como sucedió ayer con el alcalde José Cacabelos, sorprendido mientras paseaba por la calle de Alexandre Bóveda para comprobar personalmente el resultado del proceso de humanización que está a punto de terminar en este vial.
Como alcaldable inmerso en plena campaña debe morderse la lengua, aunque como alcalde seguro que tendría mucho que decir, sobre todo al ver cómo ha quedado esta avenida y compararla con el estado que presentaba antes de las obras.
Como el socialista José Cacabelos, el conservador José María Bello Maneiro también visitaba ayer diversas obras. Entre ellas la mejora del local social de Setecoros, llevada a cabo por el “Obradoiro de Emprego”.
Lejos de allí, el regidor y alcaldable socialista de Cambados, Samuel Lago, participaba en un acto de homenaje a las mujeres del mar, mientras que en Ribadumia era el alcalde y candidato David Castro quien se encontraba entre la espada y la pared durante una plantación de árboles.
¿Qué se considera propaganda electoral y qué obedece al quehacer diario de cualquier alcalde? No es fácil dar respuesta a esta pregunta.
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