El pulpo se va de veda para volver en julio con topes más altos

Desde mañana no puede pescarse con ningún tipo de arte

Manuel Méndez

Manuel Méndez

El pulpo entra en veda. Como se había avanzado en FARO DE VIGO hace un mes, la prohibición de extracción se extenderá desde mañana hasta el 3 de julio, iniciándose en ese momento una campaña extractiva que incorporará importantes novedades.

La más importante, sin duda, es que se incrementarán los topes de captura, lo cual confirma la recuperación apreciada en la especie durante los últimos años.

5 kilos más por tripulante y barco

Es por ello que, tras las conversaciones mantenidas con las cofradías de pescadores, y de acuerdo con ellas, la Consellería do Mar establece que a partir del 3 de julio la cuota máxima de captura será de 35 kilos por barco y día, a lo que se sumarán 35 kilos diarios más por cada tripulante enrolado y a bordo, hasta un máximo de 240 kilogramos por jornada.

Supone un sensible incremento, ya que hasta ahora se permitía en los meses de julio y agosto una cuota máxima de 30 kilos por barco y día de faena, con un añadido de 30 kilos diarios por cada tripulante, hasta un máximo de 210 kilogramos de pulpo por jornada.

Desde el 1 de septiembre

Asimismo, con la anterior normativa se permitían desde el 1 de septiembre 50 kilos por barco y día, con 50 kilos diarios más por tripulante a bordo, hasta un tope de 350 kilos diarios. Pero desde en la próxima campaña serán 55 kilos por nave y 55 por tripulante.

Topes semanales

Otra de las novedades es que “se establece por primera vez la posibilidad de sustituir las cotas máximas diarias de captura y desembarco por topes semanales, en función de la evolución de la campaña y atendiendo a circunstancias que lo justifiquen debidamente”, explican en la Consellería do Mar. 

Donde también hacen hincapié en que, con el nuevo plan de explotación, a partir del 3 de julio el horario de trabajo para la pesca de pulpo con nasa irá desde las 6.00 horas (los barcos pueden zarpar una hora antes) hasta las 16.00 horas, regulándose el número de nasas permitido, como es habitual, en función del tamaño de la embarcación y el número de tripulantes enrolados y a bordo.

Nasa permitidas

Esto supone que en la Zona A (litoral atlántico oeste), que va desde A Guarda hasta Pedra do Sal (Caión), las naves más pequeñas, de tipo I y II, tienen permitido un máximo de 200 nasas por tripulante a bordo, hasta un tope de 300 nasas por barco.

Por su parte, las de tipo III, IV, V, VI y VII pueden llegar a 200 por marinero, con un tope de 600; aunque las de más de 10 toneladas de registro bruto pueden alcanzar las 800.

En la Zona B (litoral atlántico norte), desde Pedra do Sal hasta San Vicente, los máximos permitidos son 200 nasas por tripulante y 300 por barco, en los dos primeros tipos aludidos, y de 200 por marinero y 550 por embarcación, en los restantes, pudiendo alcanzar las 650 las de tipo VI y VII de más de 10 toneladas.

Ya en la Zona C (litoral cantábrico), desde la isla de San Vicente hasta el río Eo, los topes para los tipos I y II son de 175 nasas, mientras que para los tipos III, IV, V, VI y VII se van a las 250 por embarcación, con 50 por tripulante a bordo, hasta un máximo de 550.

Régimen de calado

En cuanto al régimen de calado de las mismas, Mar advierte de que entre cabo Silleiro y Con da Aguieira, deben levantarse y ser trasladadas a puerto todos los días. Excepto las manejadas en fondos superiores a 20 metros, que podrán permanecer caladas, sin ser llevadas a puerto, incluso durante el período de descanso semanal.

Hosteleros vilagarcianos mostrando raciones de pulpo.

Hosteleros vilagarcianos mostrando raciones de pulpo. / FDV

En el departamento que dirige Rosa Quintana reseñan que este criterio se aplicará también en la cara oeste de la isla de Ons, desde Con da Serriña hasta el islote Centulo, donde las nasas podrán permanecer en el agua independientemente de la profundidad.

Las mismas fuentes hacen constar que en la zona comprendida entre Con da Aguieira y cabo Corrubedo, las nasas tendrán que levantarse y llevarse a puerto todos los días hasta el 1 de octubre, mientras que desde ese momento hasta que empiece la veda de 2024, “podrán permanecer caladas incluso durante el período de descanso semanal”.

Gardacostas de Galicia

Como siempre, Gardacostas de Galicia se ocupará de velar por el cumplimiento de este plan experimental para la gestión del pulpo con nasa, que si bien entra en vigor mañana permite que las capturas desembarcadas en esta última jornada puedan comercializarse el sábado en las lonjas que, tradicionalmente, registran ventas de este cefalópodo durante el fin de semana.

Por último, la Consellería do Mar hace constar que “este período de descanso para el pulpo es necesario para ajustar la gestión pesquera a su ciclo de vida y contribuir a una explotación más sostenible” del recurso.

Dicho de otro modo, que desde mañana “queda expresamente prohibida la captura, tenencia a bordo, transbordo, desembarco, almacenamiento, venta o comercialización de esta especie en aguas de Galicia”.

También para la pesca de recreo

Y esto supone que el preciado cefalópodo no puede capturarse con las tradicionales nasas, las cuales deben ser retiradas y llevadas a puerto, ni con ningún otro artefacto de pesca.

Como tampoco puede ser pescado de ningún otro modo, y esto supone que la veda se hace extensiva a los pescadores deportivos o de recreo.

54.000 toneladas y 317 millones, en dos décadas

En definitiva, que comienza la veda de una especie importante en Galicia, pues a pesar de los altibajos registrados en sus capturas, desde el año 2001 fueron despachadas 54.000 toneladas por valor de 317 millones de euros.

Han sido algo más de dos décadas de un trabajo intenso que en los últimos ejercicios se ha caracterizado por la preocupación del sector, dado el descenso experimentado en las capturas.

Si se toman como referencia los años naturales, puede decirse que el mejor en cuanto a facturación ha sido 2022, con cerca de 21 millones de euros; una cantidad que se había rozado en 2011. El peor fue 2020, con menos de 8 millones.

Atendiendo al volumen descargado, la mejor “cosecha” fue la de 2010, con 4.205 toneladas, mientras que en 2011, 2008 y 2004 se superaron las 3.000.

Por debajo de las 2.000 toneladas se quedaron 2021, 2020, 2018, 2015, 2009, 2006 y 2005.

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