Los pimientos de Horsal ya se consumen en Alemania, Holanda, Francia y Reino Unido
La cooperativa de Cambados inicia una campaña ligeramente superior a la de 2022 | Las hortalizas cultivadas al aire libre todavía se recolectan a partir del mes de julio

Dolores Castro muestra algunos frutos de su cosecha. / Noe Parga
Son un plato imprescindible en las mesas cuando empieza a apretar el calor, y el producto estrella de la cooperativa agrícola Horsal. Los pimientos tipo Padrón producidos en O Salnés ya se encuentran en los lineales de los supermercados, las estanterías de las fruterías y las cartas de los restaurantes. Y no solo de España, sino también de varios países europeos, en los que se consumen gracias a los acuerdos firmados por Horsal y distintos importadores. En concreto, los pimientos de la cooperativa cambadesa ya están presentes en Alemania, Países Bajos, Reino Unido y Francia.
La cosecha de este preciado producto arrancó a mediados de abril, aunque durante las primeras semanas el volumen de mercancía fue testimonial. A estas alturas de mayo, los martes y viernes -principales días de recepción de pimientos en Horsal- ya se descargan en la cooperativa cambadesa unos 1.000 kilos diarios. Es una cifra ligeramente superior a la de la cosecha de 2022. En cualquier caso, todavía está muy lejos el pico de producción, que se registrará entre la tercera y la cuarta semana de julio. A esas alturas del verano, llegarán a Horsal hasta 6.000 kilos diarios de estos pequeños pimientos.
Convertidos ya en un símbolo gastronómico del verano gallego, son también uno de los iconos de Horsal, la mayor cooperativa de huerta del Noroeste peninsular. Tanto es así que generan para la sociedad casi el mismo volumen de negocio que la lechuga, a pesar de que esta se planta y vende durante todo el año, y la campaña del pimiento se reduce a unos cinco meses, los que van de mediados de abril a mediados de septiembre.

Dolores Castro, ayer en su invernadero, con una caja de pimientos tipo Padrón. | // NOÉ PARGA / Anxo Martínez
El pimiento tipo Padrón de Horsal es muy apreciado en los mercados, y prueba de ello es que ya se consume en Alemania, Países Bajos, Francia y Reino Unido. Llega a esos países de la mano de importadores, tanto de alimentación en general como de productos gourmet, y se comercializa en tiendas especializadas y restaurantes de gama media-alta.
En España, esta hortaliza producida por los agricultores arousanos está presente en varias empresas de alimentación de Galicia, Asturias y Castilla y León; en los mercados centrales de Madrid, Barcelona o Valencia; y en tiendas gourmet de Cataluña. “Es nuestro producto estrella, por el que somos más conocidos fuera de aquí”, señala Fernando Veiga, gerente de Horsal.
Prueba al aire libre
Horsal recibirá esta campaña pimientos tipo Padrón de casi 70 agricultores. La cambadesa Dolores Castro Barros es una de ellas. Le gusta trabajar con este producto porque es apreciado por los consumidores, y resulta más económico y fácil de cuidar que el tomate, que también se planta mucho en O Salnés. Este año ha decidido realizar una prueba con un cultivo de pimientos tipo Padrón al aire libre. Estos tardarán más en llegar.
En los invernaderos, el pimiento se siembra a principios de febrero, y si todo marcha bien, los primeros frutos pueden recogerse entre mediados de abril y principios de mayo. Al aire libre, sin embargo, hay que esperar a la primavera, pues la planta no soportaría los rigores del invierno. Dolores Castro plantó a principios de abril, y confía en obtener los primeros frutos en exterior en julio.
Ella es una firme defensora del producto gallego. Sabe que el pimiento procedente de Marruecos, el Sur de España o Portugal es más barato que el gallego, pero insiste en que, “son muy distintos en sabor y textura”, y que el pimiento que se produce en Galicia es mucho mejor que el cultivado en otras regiones más secas y cálidas.
Eso sí, Dolores Castro aprecia que a menudo los consumidores compran pimientos procedentes de otras regiones no porque quieran ahorrar sino porque las normas de etiquetado siguen permitiendo que ciertos productos alardeen de ser gallegos, cuando en realidad no lo son. “Eso pasa con más productos, no solo con los pimientos, habría que controlar mejor los etiquetados engañosos”, considera.
A nivel comercial, Fernando Veiga señala que Marruecos ha reducido ligeramente la superficie que dedica al pimiento tipo Padrón, en beneficio de los frutos rojos. Una situación que, sobre el papel, podría ser positiva para O Salnés.
El precio en los supermercados y fruterías ronda los cuatro euros
Todavía es pronto para saber qué precio alcanzarán los pimientos tipo Padrón a lo largo de la campaña. En estos momentos, en los supermercados y fruterías se puede encontrar a entre 4 y 4,50 euros la bolsa de 400 gramos, aunque también es posible comprarlas un poco más baratas. Por lo tanto, tampoco se puede determinar en qué grado los agricultores lograrán repercutir el alza de los costes de producción en el precio de la hortaliza. “Confiar en que el precio irá ligado al aumento de los costes de producción es muy complicado”, advierte Fernando Veiga, gerente de Horsal. En realidad, considera que al final el producto se cotizará según las existencias que haya en el mercado y la demanda.
“Por el momento, el precio es muy inestable”, argumenta. En cualquier caso, las expectativas son buenas. Las plantaciones se han librado, al menos por el momento, de los graves episodios de enfermedades que se produjeron entre 2018 y 2019, y que habían comprometido la producción en invernaderos enteros. Y se espera un buen verano en cuanto a número de visitantes y de comensales en la hostelería. Si esto se produce, habrá un volumen importante de pedidos.
Esperanzados tras un invierno difícil
Horsal afronta con esperanzas e ilusión la campaña de primavera-verano, tras un invierno muy complicado debido a la lluvia. La lechuga y el pimiento tipo Padrón son los cultivos principales de Horsal, hasta el extremo de que entre ambos generan prácticamente la mitad de la facturación anual de la sociedad. En el caso de la lechuga, supone en torno al 27 por ciento del volumen de negocio, y el pimiento de Padrón es algo menos, alrededor del 25 por ciento.
La diferencia entre ambos productos es que los agricultores plantan lechuga a lo largo de todo el año, mientras que el pimiento tipo Padrón se ciñe a los meses comprendidos entre abril y octubre. Este último cultivo, “va a más” año tras año, en palabras de Fernando Veiga. De hecho, hace unos años significaba en torno al 20 por ciento de facturación, pero los pedidos han crecido tanto en los últimos ejercicios que los cooperativistas han empezado a plantar más, en detrimento de otros productos, como el tomate.
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