Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un millón de euros para acabar con vertidos del alcantarillado al Umia

La Xunta adjudica las obras de mejora del bombeo y el colector de Cabanelas tras años de denuncias sobre la situación

Agentes medioambientales recogiendo muestras del bombeo de Cabanelas después de un vertido. Noé Parga

Casi un millón de euros, esa es la cantidad que la Xunta va a invertir en las obras de mejora del bombeo y el colector de Cabanelas, situado entre los municipios de Cambados y Ribadumia, una actuación que va a acabar con los vertidos del alcantarillado a un pequeño afluente del Umia, provocados porque la mayor parte de la red se encontraba en una zona inundable y, en época de lluvias, colapsaba por completo, arrojando todos los desperdicios al río.

La obra ha sido adjudicada a la empresa Proyecon Galicia S. A. y tendrá un plazo de ejecución de seis meses y el objetivo de la Xunta es que se acometa ya este mismo año para que entre en funcionamiento lo antes posible. La actuación diseñada por Augas de Galicia se centrará en la modificación del trazado de impulsión de ese bombeo para que vierta directamente en la depuradora de Ribadumia, sin pasar por el bombeo de Barrantes, tal y como hace en la actualidad. Al mismo tiempo, las obras desarrollarán los trabajos correspondientes a la reforma de las dos estaciones de bombeo para reducir las filtraciones de aguas limpias a los colectores. La intervención, señalan desde la Xunta, forma parte del Plan de Saneamiento local de la ría de Arousa y cuenta con financiación de fondos europeos.

De todas formas, uno de los grandes problemas que tenía ese bombeo también era que en gran parte del trazado de la red no están separadas las aguas pluviales y fecales, lo que ayudaba a que colapsase la red en ese punto.

La acometida de estas obras era una vieja reivindicación de la comarca de O Salnés, que lleva años soportando vertidos en un aliviadero como el de Cabanelas debido a su pésima situación, en una zona con altos niveles hídricos, a las filtraciones que sufría y a la baja capacidad de evacuación del bombeo. Es por ello que, cada vez que se registraba lluvia, el aliviadero arrojaba todo lo que había en su interior al río, amenazando todas las actividades que se realizan aguas abajo del Umia (captación de agua para A Toxa, piragüismo y marisqueo en la desembocadura).

Por ese bombeo pasan, además, las aguas de tres polígonos industriales (Baión, Tremoedo y Cambados) por lo que, cada vez que rebosaba el aliviadero, eran apreciables en el agua los restos de aceites y otras aguas residuales lo que llevó a la Mancomunidade a abrir una investigación sobre su procedencia y a poner en marcha un programa de concienciación a las empresas sobre la necesidad de tratar sus aguas residuales antes de arrojarlas a la red, ya que podían provocar serios problemas en la EDAR de Cabanelas.

Por el bombeo de Cabanelas pasan las aguas residuales provenientes de la parroquia vilanovesa de Baión, Ribadumia,Meis y Cambados que, a partir de estas obras, irán directamente a la EDAR que se encuentra a poco más de un kilómetro de distancia.

Compartir el artículo

stats