Ribadumia inicia la cuenta atrás para la 50 Festa do Tinto Barrantes

Ribadumia ha comenzado la cuenta atrás para la celebración de medio siglo de vida de la Festa do Viño Tinto de Barrantes, uno de los eventos con más solera de la comarca de O Salnés. Ese paso se inicia con la recogida de los vinos tipo Barrantes y autóctonos que se presentan al concurso de un evento que se celebrará entre los días 2, 3 y 4 de junio.

Aquellos bodegueros que quieran participar en el certamen deben entregar una muestra de su cosecha entre mañana y el sábado en el Centro Social de Barrantes. Las precatas de los vinos tipo Barrantes, siguiente paso en el concurso, se celebran los días 8, 9, 10, 11 y 12 de mayo, a partir de las 21.00 horas en el centro social.

Los caldos que superen estas precatas irán a unas finales que serán los días 24 y 25 de mayo, a la misma hora. Todas estas catas están abiertas a los viticultores que quieran participar. En el caso de los vinos autóctonos, las catas tendrán lugar el próximo día 23.

Las catas finales se celebrarán en las propias fechas de la fiesta, en concreto, el día 3 de junio a partir de las 13.00 horas, en la Carballeira de Barrantes. Será durante la tradicional comida de confraternización entre bodegueros cuando se dé a conocer el nombre de los caldos ganadores.

Variedad híbrida que está sin legalizar, el cultivo del Tinto Barrantes es un clásico en la comarca de O Salnés, especialmente en los municipios de Ribadumia, Meis y Meaño. Desde hace años, la asociación de bodegueros y el Concello de Ribadumia están tratando de que pueda ser legalizado y comercializado, pero todavía quedan una serie de estudios por acometer para que se pueda dar ese paso.

La Estación Experimental de Viticultura de Galicia (Evega) de Ribadumia ya tiene una parte del camino andado, pues su personal conoce la variedad “folla redonda” y dispone de cepas en sus campos de ensayo. Esto permitirá acortar los plazos. No obstante, aún queda trabajo por hacer antes de ponerse en manos del Ministerio de Agricultura, que es quien tendrá la última palabra. Hay que obtener 15 plantas de injerto, corroborar la identidad varietal y entregar el material a la Oficina Española de Variedades de la Vid, que es la que deberá determinar finalmente si, en efecto, la “folla redonda” es un tipo de uva propio y único, y no una simple nomenclatura distinta de otra variedad ya existente.

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