El mejillón de Galicia quiere hacer amigos para siempre en Barcelona
La DOP y Opmega promocionan el “oro negro” de batea en la Seafood Expo Global

La promoción de la DOP Mexillón de Galicia en la Seafood. / FdV
La Seafood Expo Global, que pasa por ser el mayor salón mundial de la industria de los productos del mar, y que celebra en Barcelona su edición más ambiciosa y concurrida, es escenario de una nueva promoción del mejillón gallego de máxima calidad.
La Organización de Productores Mejilloneros de Galicia (Opmega) y la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia se encargan de dar a conocer las potencialidades del “oro negro” de batea.
87 países
Lo hacen junto a proveedores de productos del mar, equipos y servicios que representan a 2.078 empresas expositoras de 87 países y se encargan en la ciudad condal de mostrarse ante importadores, exportadores, mayoristas, restauradores, hoteleros, supermercados y otras empresas minoristas y de servicios alimentarios.
De este modo, las entidades gallegas aludidas tratan de conquistar nuevos clientes ofreciéndoles sus últimas presentaciones, obtenidas con algunos de los más modernos equipos de procesado y envasado disponibles en el mercado.
Un gran escaparate mundial
La Seafood Expo Global / Seafood Processing Global se convierte, en consecuencia, en un gran escaparate mundial para un sector como el mitilicultor.

Algunos de los expositores de la Seafood inaugurada hoy en Barcelona. / FDV
De tal forma que bateeiros, depuradoras y conserveras pueden seguir promocionando un producto con un marchamo propio de calidad y diferenciación que, asimismo, encierra sobradas garantías en cuanto a seguridad alimentaria.
Con el Intecmar
Un aval extra conseguido gracias al control del medio marino y de los productos cultivados en el mismo que ejercen la Consellería do Mar y la de Sanidade a través de centro como el Intecmar.

Descargas de mejillón "reparcado" en el muelle de Vilanova. / M. Méndez
De todo ello presumen Mexillón de Galicia y Opmega en esta feria internacional, cuyo impacto económico se estima en más de 150 millones de euros para la ciudad de Barcelona; prácticamente la misma cantidad que generó en primera venta el molusco de batea gallego el año pasado.
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