Ravella refuerza el control de las calles peatonales

Mejora la señalización y aumenta la presencia policial

Dos operarios colocando una señal en la zona peatonal situada ante la plaza de abastos, ayer. |   // M. Méndez

Dos operarios colocando una señal en la zona peatonal situada ante la plaza de abastos, ayer. | // M. Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

El vehículo con cámaras empleado habitualmente por la Policía Local para imponer sanciones a los coches mal estacionados –popularmente conocido como “multamóvil”–, así como los propios agentes del cuerpo, tanto a pie como en diferentes coches y motos de patrulla, parecen haber intensificado su presencia en el entorno de zonas peatonales y plazas que sufren a diario la invasión de vehículos.

Al mismo tiempo se ha reforzado la señalización vertical y horizontal en diferentes calles del centro de Vilagarcía, tanto para señalizar los cambios introducidos en los sentidos de circulación durante las últimas semanas como el paso restringido que se ha aplicado en algunos de los principales viales.

Alberto Varela

De este modo, el gobierno de Alberto Varela intenta poner orden ante los desmanes detectados en tramos peatonales frecuentemente invadidos por vehículos particulares y de reparto de todo tipo de mercancías.

Las mismas zonas peatonales de cuya ocupación irregular ya se alertó en repetidas ocasiones durante los últimos meses, y a las que ahora se suma también la recientemente humanizada calle de Arzobispo Lago.

Mercado de abastos y colegio

Los mayores problemas con los infractores se viven, precisamente, en este céntrico vial y plazas anexas como la de Galicia, pero también en el entorno del mercado municipal de abastos y en los accesos al colegio de Vista Alegre, tanto desde la calle que le da nombre como por Alexandre Bóveda.

Vehículos a las puertas del colegio de Vista Alegre, donde la calle es peatonal.

Vehículos a las puertas del colegio de Vista Alegre, donde la calle es peatonal. / M. Méndez

En este caso se vive una situación especialmente preocupante a la entrada y salida de los niños –a eso de las 9.00 y las 14.00 horas–, ya que son muchos los padres que siguen intentando aparcar lo más cerca posible de la puerta, lo cual aumenta el riesgo de atropello.

Los problemas se han agravado en los últimos días debido al cierre, por obras, del parking de Fexdega, puesto que de este modo se reduce notablemente el número de plazas de estacionamiento de la ciudad.

De ahí que la invasión de zonas peatonales parezca ir a más, justificando el mayor control policial para tratar de evitarlo.

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