La "guerra de la mejilla", sin control: Opmega, Amegrove y Socomgal abandonan

Estaba cantado desde el principio que la Consellería do Mar acabaría enfrentada con unos y otros: cofradías y bateeiros. Y ahora ya ni siquiera le queda el apoyo de las grandes agrupaciones mejilloneras que habían decidido mantener la vía del diálogo, ya que éstas han decidido abandonar la Mesa do Mexillón en la que pactaban con la Xunta la apertura de nuevas zonas de cría.

Es un capítulo que se antoja definitivo en la “guerra de la mejilla”. Y se produce justo después de que Mar rectificara sus últimas decisiones y cerrara zonas de cría que abrió solo unos días antes.

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Para contentar a esas tres grandes agrupaciones bateeiras, les entregó esas zonas de cría en lugares como A Guarda y O Grove, ganándose así la enemistad de las cofradías del percebe, ya que se las estaba quitando a ellas.

Les quitaron el caramelo

Ante esa presión, y en base a los recursos de los pósitos, lo que hizo Mar fue devolverles esas zonas cerrándolas de nuevo para la mejilla, de ahí que se enfadaran los bateeiros a los que se habían entregado inicialmente; como si a un niño se le quita el caramelo que se le acaba de dar.

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Así pues, dado que Opmega, Amegrove y Socomgal seguían en la Mesa do Mexillón para aferrarse a la vía del diálogo –porque de este modo conseguían zonas de cría–, sus dirigentes se han sentido traicionados al ver que se las quitaron, y su reacción ha sido fulminante.

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Esta misma tarde emitieron un nuevo comunicado conjunto para decir que abandonan la mesa de diálogo que mantenían con la Consellería do Mar "porque nadie entiende que las zonas que abrieron en febrero y marzo para la recogida de mejilla vuelvan a cerrarse ahora".

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Lo consideran "una situación kafkiana donde la Consellería resuelve en contra la propia Consellería y en la que los afectados somos todos los bateeiros”.

Sorprendidos

Sorprendidos por "la celeridad de las resoluciones que anulan las aperturas previamente pactadas con el sector", los bateeiros recuerdan que sus peticiones y recursos "ni siquiera fueron respondidos año y medio después de haber sido enviados”.

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Es esto lo que los lleva a decir que “Mar está actuando al dictado de las cofradías, perjudicando a un sector como el del mejillón de gran importancia para las zonas costeras, tanto por el número de trabajadores como el volumen de negocio que genera alrededor”.

"No sabemos qué puede pasar"

Dicho lo cual, los bateeiros entienden que "ahora mismo no se dan las condiciones para seguir sentándonos a la mesa de negociación”, de ahí que, "ante la gravedad de la situación", las citadas organizaciones exijan a Mar "que se revierta la situación al escenario previo al conflicto y que se resuelvan nuestras peticiones con la máxima urgencia".

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"De no ser así no sabemos qué puede pasar”, advierten, antes de remarcar que “se está jugando con nuestro medio de vida, del que dependen muchas familias”.