Durán presume de gestión tras permutar terrenos para construir un punto limpio
Se llevará a cabo en una parcela del polígono de Tremoedo que fue un antiguo aserradero de piedra

Eliana Vidal y Gonzalo Durán en la visita a los terrenos que ocupará el punto limpio de Vilanova. / Iñaki Abella
R. A.
Dos años de negociación han culminado con la consecución de una parcela en el polígono de Tremoedo que se convertirá en el punto limpio de Vilanova. De esa gestión sacaba ayer pecho el alcalde del municipio, Gonzalo Durán, comparando las parcelas que se han intercambiado con una empresa privada que necesita acometer una ampliación de sus instalaciones. Así, el Concello ha puesto en la permuta una parcela de 2.500 metros cuadrados de superficie, ubicada en una zona de monte, aunque calificada como superficie industrial y con un valor de mercado de 100.000 euros. A cambio, asegura Durán, se ha recibido una parcela de 4.500 metros cuadrados de superficie, con tres naves construidas y un edificio de oficinas y un coste de mercado de medio millón de euros.
“Hacemos lo imposible, posible; hemos conseguido ahorrar, con nuestra gestión, unos 400.000 euros a los vecinos y vamos a tener un lugar donde depositar la basura y los voluminosos”, explicaba ayer Durán. El regidor insistía en que “hay que gestionar, tener imaginación y mirar hacia el futuro para conseguir cosas como esta, con el mínimo gasto y el máximo beneficio para los vecinos, lo que se debe llamar una operación magnífica”.
Las instalaciones en las que se va a ubicar el punto limpio llevaban años sin actividad después de ejercer como un aserradero de piedra. Los 4.500 metros cuadrados le van a permitir al Concello de Vilanova disponer de un espacio para “el tratamiento de residuos y el reciclaje, un espacio para que los vecinos de Vilanova puedan depositar aquellos enseres de los que quieran deshacerse”. La adecuación del espacio será realizada por los trabajadores municipales en las próximas semanas. Consistirán en una serie de reparaciones de tejados y modernización del edificio de oficinas para que pueda abrir sus puertas cuanto antes.
Con esta permuta, el Concello de Vilanova acaba con una deuda histórica, ya que era el único municipio de toda la zona que no contaba con un punto limpio donde depositar, sobre todo, voluminosos o aparatos informáticos.
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