La Xunta apenas avanzó desde 2019 en el proceso de legalización del “folla redonda”

La Evega sí tiene parte del trabajo adelantado, pero aún falta por dar numerosos pasos antes de remitir la solicitud al ministerio

José González y David Castro, en el centro, durante la visita al viñedo de la Evega, ayer, en Leiro (Ribadumia). |   // IÑAKI ABELLA

José González y David Castro, en el centro, durante la visita al viñedo de la Evega, ayer, en Leiro (Ribadumia). | // IÑAKI ABELLA / Anxo Martínez

A principios de 2019, la Consellería do Medio Rural y el Ayuntamiento de Ribadumia anunciaron el inicio de los trámites administrativos y de los estudios científicos necesarios para lograr la legalización de la variedad híbrida “folla redonda”, muy tradicional en O Salnés. Cuatro años después, el personal de la Estación Experimental de Viticultura de Galicia (Evega) ya tiene buena parte del trabajo hecho, pero en realidad el grueso del trámite empieza ahora, a juzgar por las declaraciones que hizo en Ribadumia el conselleiro do Medio Rural, José González, y el comunicado de prensa difundido por su gabinete.

Momento de la visita en el interior de las instalaciones. |   // IÑAKI ABELLA

Momento de la visita en el interior de las instalaciones. | // IÑAKI ABELLA / Anxo Martínez

José González visitó la Evega, acompañado por el delegado de la Xunta en Pontevedra, Luis López, el alcalde de Ribadumia, David Castro, y el director de la estación, Juan Casares. Además de conocer el trabajo que se desarrolla en este centro de Ribadumia, se habló del proceso de legalización de la “folla redonda”, una variedad de la que se obtiene el vino tinto de Barrantes. Sobre esto, José González declaró que, “lo que queremos es poner a andar todo el procedimiento necesario para convertir (la “folla redonda”) en una variedad comercial, como paso previo a su comercialización con todos los requisitos legales”. El conselleiro anotó posteriormente que la Xunta, “tiene el máximo interés en promover todo tipo de producciones tradicionales, como el tinto de Barrantes”.

Se trata de unas palabras relevantes, puesto que la máxima autoridad de la política agrícola de la Xunta jamás había expresado un apoyo público tan explícito hacia la “folla redonda”. Pero al mismo tiempo traslucen que la administración no ha trabajado hasta ahora con el ímpetu esperado, puesto que en marzo de 2019, hace ahora cuatro años, tanto la Xunta como el Ayuntamiento de Ribadumia, con David Castro al frente, ya habían anunciado que ponían en marcha todo este procedimiento.

El director de la Evega, Juan Casares, matiza que ya hay mucho trabajo adelantado, puesto que en la estación de Ribadumia investigan desde hace tiempo con variedades tradicionales y ya conocen perfectamente la “folla redonda”. De hecho, poseen cepas de este tipo de uva y trabajan ella en su campo de ensayo. A mayores, Casares plantea que este trabajo ya hecho permitirá recortar sustancialmente los plazos necesarios para que el Ministerio de Agricultura autorice -o no- la inclusión de la “folla redonda” en el Registro Español de Variedades Vitícolas.

Desde el gabinete de comunicación de la Consellería do Medio Rural señalan que a lo largo de este año se seleccionarán dos parcelas en producción de “folla redonda” -también de caíño tinto y de un tercer tipo de uva que se utilizará como variedad testigo-; se hará un análisis serológico frente a virus y se evaluarán los síntomas en presencia de virosis. Asimismo, se realizará un seguimiento del ciclo fenológico en las parcelas seleccionadas, con controles de maduración, “para determinar la fecha de vendimia, entre otras actuaciones”, añade la Consellería.

A mayores, hay que obtener 15 plantas de injerto, corrobar la identidad varietal y entregar el material a la Oficina Española de Variedades de la Vid, que es la que deberá determinar finalmente si, en efecto, la “folla redonda” es un tipo de uva propio y único, y no una simple nomenclatura distinta de otra variedad ya existente.

Aún después, habrá que presentar más estudios para lograr la inclusión del vino resultante, el tinto de Barrantes, en el Rexistro de Potencial Vitícola, paso que sí permitiría la producción, envasado y venta de estos caldos. Este último paso depende de la Xunta, y Juan Casares avanza que la Evega ya irá adelantando sus trabajos para que este trámite se resuelva cuanto antes.

En 2019 se estimaba que si todo iba bien, la legalización podría ser una realidad en 2025. Esa fecha se perfila ahora como imposible, y todo apunta a que, en el mejor de los casos, no será antes de 2027.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents