Diego Canedo Cotelo (Vilanova de Arousa, 1996) es uno de los enfermeros del centro de salud de Vilagarcía que impartirá, junto a otros compañeros residentes, un curso de primeros auxilios a alumnos, de entre 10 y 12 años, de cuatro colegios de la comarca para que sean consciente de la enorme importancia que tienen estos conocimientos básicos de asistencia en el día a día de todos.
Esta iniciativa, que nace por iniciativa del colectivo profesional y cuenta con el respaldo del Sergas gas, comienza mañana lunes en el CEIP Viña Grande de Deiro a partir de las 10.30 horas y el martes, a partir de las 9.15 horas, visitarán el Xulio Camba de Vilanova. La semana concluye con las actividades programadas en el CEIP Corvillón de Cambados (miércoles, 10.00 horas) y la doble presencia en el CEIP San Roque de Corón con formación el jueves a las 10.30 horas y el viernes a las 13.00 horas.
– ¿Cómo se gestó la idea?
– Es una intervención comunitaria que entra dentro de nuestras competencias. No existe una obligación estricta para desarrollarla en todos los centros sino que es una iniciativa propia, aunque el Sergas la respalda. Al mismo tiempo que se dan nociones a los niños sirve para formar a los residentes. En esencia, es una medida de educación para la salud.
– Siempre se ha recalcado la importancia de conocer los primeros auxilios desde edades tempranas, ¿van siguiendo sus evoluciones?
– En este programa en concreto, dirigido a los alumnos de 10 a 12 años, lo que hicimos fue pasar una encuesta para valorar sus conocimientos, realizar una intervención con los conocimientos básicos de primeros auxilios y tras ello les pasamos una encuesta para ver si han mejorado sus habilidades.
–¿Los colegios que van a visitar disponen de los medios adecuados para atender una urgencia, pongamos por caso desfibriladores?
–En muchos de los colegios no hay un desfibrilador semiautomático, que se viene solicitando en espacios públicos como gimnasios o parques. Si dispusiésemos de ello en lugares con gran afluencia de personas, se podría evitar un gran número de muertes por paradas cardiacas.
– ¿En qué consiste el protocolo de actuación?
– Ante una parada cardiaca o una urgencia, lo primero es proteger al paciente y a uno mismo, alertar a los profesionales y, posteriormente, realizar las maniobras básicas que incluyen el desfibrilador, las compresiones o las ventilaciones.
– ¿Se deberían incluir en los centros los primeros auxilios entre las materias, más allá de talleres, debido a su importancia en el día a día?
– Sí. Deberían establecerse vínculos continuos con los centros de salud para, anualmente, a un curso en concreto, enseñarles una intervención con estos conceptos básicos en edades tempranas. Son intervenciones muy sencillas, con pasos muy básicos que potencialmente pueden salvar vidas. Estamos hablando de un gran beneficio con muy poca inversión.
– ¿Qué se busca con esta iniciativa?
–Lo primero, que aumenten los conocimientos básicos de los jóvenes y que, como mínimo, sepan a donde tienen que llamar en caso de una urgencia vital: cómo pedir ayuda y cómo realizar los primeros pasos. Una vez que llamas al 061 lo que van a intentar, mientras mandan un recurso sanitario, es guiarte en cómo hacer las primeras maniobras. Si tienes una experiencia previa, los resultados son mucho mejores. Si no lo has vivido te tienes que imaginar lo que te están pidiendo por teléfono. Por otro lado, pretendemos aumentar los vínculos entre el centro de salud y la población mediante la comunicación y la educación sanitaria.
–Con la pandemia y esta crisis de salud hacen falta sanitarios, ¿es una buena forma de que los jóvenes tengan interés por una futura profesión?
–Esta iniciativa cumple varios objetivos. El acercamiento del personal sanitario a los alumnos de los colegios está permitiendo que muestres la figura del médico o enfermero a los jóvenes que quizás no pueden ir mucho a consulta, ni saben muy bien qué se hace en los centros de salud, aumenta su conocimiento con respecto a nuestra profesión. Cuando estamos con ellos surgen preguntas, y más al ir nosotros a su colegio, ya que se ven más cómodos para hablar.
– ¿Cómo se logra captar la atención de jóvenes entre 10 y 12 años que quizás estén más preocupados por otros asuntos?
– Tenemos más programas a lo largo del año, pero este en concreto de primeros auxilios es relativamente sencillo, porque es básicamente práctico donde utilizamos maniquíes con grupos pequeños. Así, captar su atención es fácil. Trabajamos de forma práctica y les explicamos como se hacen las maniobras para que empaticen sobre la situación. Contamos con varios instructores, por lo que suele ser muy sencillo despertar su interés. Tendrán que hacer ellos las compresiones, intentar abrir la vía aérea, y habrá casos prácticos. Sinceramente, creo que va a salir todo muy bien.