La escuela unitaria encara unas últimas horas cruciales para evitar su cierre

Necesita matricular a un niño más de 3 a 5 años el lunes para alcanzar el ratio mínimo de seis alumnos que exige la Consellería de Educación

La escuela se encuentra ante una situación que solo se soluciona con la llegada de un alumno más en cuestión de horas.

La escuela se encuentra ante una situación que solo se soluciona con la llegada de un alumno más en cuestión de horas. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Tras muchas décadas de actividad ininterrumpida, el cierre de la escuela unitaria de Solobeira se ha convertido en una amenaza real. Mañana lunes se cierra el plazo de admisión de nuevos alumnos marcado por la Consellería de Educación y a la unidad escolar de la parroquia vilagarciana sigue a un menor de alcanzar el ratio mínimo de seis alumnos que garantiza su supervivencia.

La preocupación es máxima en todas las familias usuarias. Una ansiedad que se hace extensiva a todos los vecinos de Solobeira y a la que no es ajena su profesora titular, Cristina Pazos. Ella misma señala que “es una situación muy complicada. El cierre de la escuela es algo que solo puede evitar el que aparezca un niño o una niña más, pero el problema de la baja natalidad de los últimos años lo estamos notando muchísimo”.

El problema de la baja natalidad de los últimos años lo estamos notando muchísimo

Cristina Pazos

— Profesora de la escuela unitaria de Solobeira

Cabe reseñar que las escuelas unitarias son aquellas en las que se imparte el segundo ciclo de Educación Infantil, es decir, la que comprende los tres cursos, de 3 a 5 años, antes de dar el paso a un colegio para cursar la Educación Primaria. En el caso de Solobeira, en el presente curso con 7 matriculas, solo cinco alumnos continuarían el próximo ejercicio, porque dos de ellos ya completan su etapa allí.

La movilización de las propias familias de alumnos, al objeto de encontrar un nuevo niño para alcanzar el ratio mínimo de seis exigido, continúa sin éxito en las últimas horas y la ansiedad crece por momentos. A favor de que se pueda mantener activa la escuela unitaria de Solobeira juegan algunos factores. El más importante es una calidad metodológica de enseñanza en la que el alumnos es el protagonista de su aprendizaje.

Cristina Pazos, profesora de Solobeira, en el exterior del edificio de la escuela.

Cristina Pazos, profesora de Solobeira, en el exterior del edificio de la escuela. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Al igual que las demás escuelas unitarias, la de Solobeira también cuenta biblioteca, pizarras interactivas o espacios exteriores que permite esa enseñanza viva, activa y natural con un contacto directo y continuo con las familias.

Con un horario de 9.00 a 14.00 horas de lunes a viernes, en Solobeira los tiempos no son marcados por ningún timbre, lo que permite adaptarse a las necesidades del alumnado y de la propuesta de cada momento, desarrollándose la jornada de la manera más natural.

Las familias también están muy preocupadas por la amenaza de cierre de la escuela.

Las familias también están muy preocupadas por la amenaza de cierre de la escuela. / FDV

Otra cuestión que juega en favor de la apuesta de los padres por las escuelas unitarias a la hora de matricular a sus hijos es la relativa a que las tres franjas de edad interactúan en el mismo aula y en diferentes zonas de aprendizaje. Una cuestión que juega en favor de la adaptación de los más pequeños al seguir y observar el ejemplo de los mayores, que se convierten en modelos a seguir. Además, se favorece la empatía y al seguridad de los mayores al poder ofrecer ayuda a sus compañeros. Comprobado está, que de esta forma, el alumnado es mucho más autónomo que cuando están separados por edades.

El aula cuenta con todos los medios para una enseñanza de máxima calidad.

El aula cuenta con todos los medios para una enseñanza de máxima calidad. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Con todo ello, la escuela unitaria de Solobeira pende de una sola matrícula más para evitar el cierre que marca los mínimos exigidos por la Consellería de Educación. Una pérdida que podría convertirse en irrecuperable.

Cuatro centros que eran cinco no hace mucho

La de Solobeira no es la única escuela unitaria en el Concello de Vilagarcía. Otras tres parroquias cuentan con este tipo de posibilidad de enseñanza pública sin ningún tipo de coste para la familia.

Lugares como Aralde, Vilar-Bamio y Guillán también tienen un largo vínculo con la enseñanza infantil más personalizada. En todos los casos la demostración de su éxito está en los años de continuidad en el trabajo. Son muchas las generaciones que han pasado por sus aulas, tanto que ahora son muchas las abuelas que van a recoger a sus nietos en el mismo lugar donde recuerdan sus primeras nociones escolares.

Interior del aula polivalente de la escuela de Vilar, en Bamio.

Interior del aula polivalente de la escuela de Vilar, en Bamio. / FDV

En el caso de Solobeira, ahora luchan por evitar el mismo desenlace que vivió hace algunos años la unitaria de Pedroso, en Bamio, que tuvo que cerrar su puerta por no alcanzar el ratio mínimo exigido para la subsistencia.

Vilar y Aralde cumplen el ratio con creces

Al igual que ha venido sucediendo a lo largo de los últimos años, las escuelas unitarias que más solicitudes tienen son las de Vilar-Bamio y Aralde. De cara al año que viene, la dinámica es la misma puesto que las cifras prácticamente se mantienen. 

En el presente curso son 14 los niños que tienen ambas escuelas y, a la espera de lo que suceda en las últimas horas del plazo de admisión, como mínimo ya está garantizado el doblar el ratio mínimo en ambos casos. En el caso de Guillán, también hay 8 matrículas garantizadas, por lo que tiene asegurada su continuidad. 

Un aspecto sintomático de la buena atención que reciben los niños en estas escuelas unitarias es que existen casos de familias que deciden matricular allí a sus hijos aunque tengan su vivienda en el centro de Vilagarcía. Pues en Solobeira recuerdan que tienen la puerta abierta. 

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