Confusión en Vilagarcía al incorporarse las farmacias del rural a los turnos de guardia
Las boticas de Bamio, Vilaxoán, Sobradelo, Rubiáns y Carril se suman a las del centro urbano | Se adaptaron a las reformas pertinentes en cuestión de dos semanas

Un cliente, accede a la farmacia de Rubiáns, una de las afectadas por esta medida. | // I. ABELLA / adrián godar
Adrián Godar
El pasado mes de diciembre, y tras una votación en la que se aprobó que las farmacias de Bamio, Carril, Vilaxoán, Sobradelo y Rubiáns pasaran a formar parte de los turnos de guardia de noche, festivos y fines de semana, muchos son los arousanos que se encuentran perdidos a la hora de encontrar el establecimiento al que ir a buscar medicamentos en estos horarios.
La modificación tuvo un margen de dos semanas escasas para entrar en vigor, lo que obligó a las farmacias del rural a adaptarse en tiempo récord a los requisitos como habilitar el local, colocar timbres tanto exterior como interiores o adecuar la oficina para que fuera accesible a los clientes. Desde el pasado 1 de marzo, las boticas de Bamio, Vilaxoán, Sobradelo, Rubiáns y Carril han comenzado a atender a los clientes en las guardias pactadas para sorpresa de muchos, que desconocían la nueva regulación.
Cambios de última hora
Esta reestructuración aprobada a finales del año pasado supone un cambio sustancial, sobre todo, para la gente residente en las parroquias colindantes de la capital. No obstante, en determinados lugares existen claras complicaciones. “La gente está contenta y es muy educada. Entendemos que una persona que pueda residir en Catoira y vea que la farmacia de guardia está en Sobradelo le suponga un gran problema”, indica Pilar Fuentes, encargada de la única farmacia ubicada en esta parroquia del otro extremo de la ciudad.
Y es que, a pesar de que para muchos es una buena solución, especialmente si la urgencia se produce en el ámbito de la farmacia de guardia, la adaptación a los requerimientos para poder comenzar a cumplir los días ha sido un proceso harto complicado. “Hemos tenido que realizar movimientos en tiempo récord para poder adecuar las instalaciones”, subraya Fuentes.
“Tuvimos que habilitar una habitación para la zona de guardia, timbres exteriores e interiores y un torno en la reja para suministrar los medicamentos”, recuerda la propia encargada.
Incertidumbre
En esta misma línea se encuentra Mar Durán, la titular de la farmacia Durán García, ubicada en Vilaxoán, próxima a la capital arousana. En su caso concreto, asume personalmente las guardias para que descansen sus empleados. “Ha sido todo nuevo en la zona ya que nunca hubo nunca una guardia. Estuve yo el sábado y domingo por la noche y vino gente de O Salnés, principalmente joven. El sábado fue movidito, el día siguiente más tranquilo”, resume en su primera experiencia nocturna.
Sin embargo, se enfrenta a otro problema, el de cuadrar los horarios para que todos los empleados tengan los respectivos descansos. “En mi caso las noches las asumo yo, pero en el caso de que esté de baja –como ahora-– tiene que realizarlas algún empleado con sus consiguientes descansos”.
Al margen de esto, denota confusión entre los arousanos al carecer de información para saber dónde ir. “Aún es pronto para valorar la acogida, pero sí que recibimos muchas llamadas en las que nos preguntan por el calendario y la gente se preocupa por cómo van a tener que hacer”.
Una preocupación que, principalmente afecta a los mayores. Sin embargo, desde las boticas apuntan que “el calendario es difícil de entender”, pues cada una de las farmacias tendrá que realizar 28 guardias al año, algo que, anteriormente, recaía únicamente en las ocho farmacias ubicadas en Vilagarcía de Arousa.
A pesar de que los cambios se han precipitado, las farmacias de las parroquias han logrado solventar un problema con un ínfimo plazo de tiempo en el que lograron sortear con éxito las dificultades presentadas en un primero momento.
Todas estas modificaciones han sido muy bien vistas por las boticas del centro que asumen que salvo que tendrán menos guardias mantendrán su ritmo de trabajo habitual.
Un reparto que repercute de forma desigual
En la farmacia Chaves no han notado un excesivo cambio en los pocos días que llevan desde que la modificación anteriormente mencionada cristalizó. “Por el momento puedo decir que no ha habido ninguna incidencia digna de mención”, indica el profesional.
Con todo se muestra cauto a la hora de hacer una valoración definitiva a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos y si se adapta la gente a unas guardias que incluyen ahora a los establecimientos del rural.
“Empezaremos a notar si hay cambios pasado este mes. Es un cambio que afecta principalmente a las farmacias de las parroquias de Sobradelo, Vilaxoán, Bamio, Sobradelo y Rubiáns”, indica el titular de la farmacia Chaves, que “está de acuerdo” con la medida que se aprobó el pasado diciembre, tras la decisión que se tomó en el Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra.
A pesar de que la medida fue anunciada el pasado mes de diciembre, muchos de los arousanos desconocían que ya es efectivo el cambio de guardias, que comenzaron a rotar a inicios de este mes de marzo. Quienes muestran más preocupación son los usuarios de la tercera edad acostumbrados a comprar sus medicamentos en el centro de la ciudad. En la primera guardia, Pilar Fuentes, encargada de la farmacia ubicada en Sobradelo se encontró con el respaldo de muchos de los vecinos de esta parroquia de unos 3.000 habitantes. “El primer día en que estaba yo de guardia se presentó un hombre alrededor de las dos de la mañana al ver que la farmacia estaba abierta y al explicarle los cambios y que nos incorporábamos a los turnos, subió a su casa, cogió la tarjeta sanitaria y solicitó unos medicamentos para estrenarse”, relata la boticaria con una sonrisa. Pero este hecho aislado comienza a coger forma en el municipio a pesar de que muchos de los arousanos aún no saben cuál es el establecimiento al que podrán ir en cada momento. “Estamos recibiendo muchas llamadas por parte de varios usuarios que nos preguntan cuando abrimos para tener ellos constancia en caso de necesidad, especialmente gente mayor”, resalta la farmacéutica, que tiene que responder prácticamente a diario de un calendario como mínimo, complejo.
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