El BIC Adro Vello ya se conoce en España

Se completa el expediente de declaración BIC que debe derivar en su preservación y en la ampliación de las excavaciones

El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente 
de O Grove.   | //  IÑAKI ABELLA

El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove. | // IÑAKI ABELLA / Manuel Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

El Boletín Oficial del Estado (BOE) da cuenta hoy del Decreto 231/2022, de 29 de diciembre, por el que se declara Bien de Interés Cultural la zona arqueológica de Adro Vello, en la parroquia de San Vicente de O Grove.

De este modo este singular espacio completa un nuevo trámite con el que se garantiza su definitiva conservación, dándose a conocer en todo el territorio nacional como una de las joyas a visitar en la península meca.

Sirve también dicha publicación para incidir en la importancia de este enclave, al lado de la conocida playa de O Carreiro.

El yacimiento de Adro Vello, en “un valle ubicado entre colinas, en medio de una ensenada protegida del mar por dos puntas costeras y junto a la desembocadura de un curso de agua” es un “emplazamiento semejante a otros yacimientos romanos costeros” que ha sido declarado BIC por la Xunta atendiendo a “su interés científico”, así como a “su importancia histórica y arqueológica”.

Es esto lo que lo convierte en “uno de los bienes arqueológicos más singulares en el ámbito de la comunidad autónoma”, tal y como se resaltaba ayer a través del BOE.

Sin excavar en su totalidad

Una publicación que permite incidir de nuevo en el valor “científico y cultural de primera magnitud” de Adro Vello, el cual “reside en el potencial que presenta como área de reserva arqueológica sin excavar en su totalidad, además de por la presencia de una variada tipología de otros bienes con valor cultural también en su entorno”.

Excavaciones arqueológicas en Adro Vello el pasado verano

Excavaciones arqueológicas en Adro Vello. / Iñaki Abella

Reconoce también el BOE que si bien el área excavada y visible desde los años ochenta está localizada en zona de dominio público marítimo-terrestre, “no se descarta que el ámbito arqueológico abarque una mayor superficie”, confirmando así lo que siempre se dijo de que lo más importante de Adro Vello puede estar aún por desenterrar.

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  • La zona arqueológica de Adro Vello se sitúa en una estrecha explanada litoral, al pie de una colina rocosa muy destacada en su entorno. Está enclavado a un lado de la playa de O Carreiro.
  • Los restos arqueológicos están situados en un tramo de costa baja y protegida por la Punta de O Castriño al oeste y la Punta de Barceliña e islas Barceliñas por el Este. Entre ambas puntas existe una línea de afloramientos graníticos (rocas) que protege el frente costero de los embates del mar.
  • El ámbito territorial es similar al de otros yacimientos costeros de la época romana: una costa baja, protegida del mar por puntas marinas y ubicada en el fondo de pequeñas ensenadas a un lado de la desembocadura de un curso fluvial.

Una factoría romana de salazón (s. IIV d. C.) con restos destacables de un área de explotación de los recursos marinos, muros de cantería almohadillados, restos de estuco pintado, cerámica de construcción y un ara dedicada a la deidad Deverius son algunos de los elementos significativos de este yacimiento.

La moneda

Mientras que de la época medieval destaca el hallazgo de una moneda con la representación de la traslación del cuerpo del Apóstol desde Palestina, acuñada en Santiago entre 1157 y 1188.

Sin olvidar los “restos de una necrópolis de inhumación con varios niveles sucesivos de enterramiento, que van desde el siglo V d. C. hasta el XVIII, así como los de una iglesia medieval”.

La iglesia de San Vicente

Todo ello explica la larga secuencia de ocupación de Adro Vello, cuyo “origen sería un lugar productivo en época romana, con una importante dedicación al ámbito funerario y eclesiástico a partir de época tardoantigua y hasta el siglo XVIII, cuando la iglesia de San Vicente se trasladó a su ocupación actual y cesaron los enterramientos” en el entorno de la playa de O Carreiro.

Tal y como explicó en su momento la Consellería de Cultura, la propuesta de declaración como BIC, en la categoría de zona arqueológica, “está justificada por tratarse de un asentamiento complejo, en tanto que existe una superposición de estructuras cronológica y funcionalmente diferentes”.

Abundando en ello y en lo explicado anteriormente, hay que reseñar que “la fase más antigua se corresponde con una factoría de salazón datada aproximadamente entre los siglos I y IV, con pilones recubiertos de mortero y un muro que protege las estructuras del mar”.

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  • La zona arqueológica presenta una importante afectación por la exposición a la intemperie de las estructuras exhumadas, con la consecuente colonización biológica, por lo que es necesario intervenir sobre la misma para garantizar su conservación y es prioritario realizar labores de limpieza, consolidación y protección de los restos arqueológicos exhumados.
  • Sería necesaria la reexcavación del ámbito y la lectura de los paramentos y sus relaciones estratigráficas de las estructuras, acciones que ayudarían a interpretar correctamente su secuencia constructiva e histórica y, consecuentemente, su explicación al público.
  • El resto del ámbito de la zona arqueológica que permanece inhumada está afectado por las labores de explotación forestal, la carretera que lo cruza en sentido Este-Oeste y una vivienda construida al lado de la citada vía, que son los principales elementos que perjudican a su conservación y apreciación.

A lo que se añaden las “estructuras tardoantiguas o altomedievales indeterminadas, muros y enlosados; la necrópolis de inhumación y la iglesia”, conformando “un lugar de relevante interés cultural caracterizado por sus valores históricos y arqueológicos, que representan e ilustran la evolución de la sociedad y del paisaje cultural de la Galicia en la antigüedad”.

De ahí que se estimara la necesidad de incluir el BIC en la categoría de zona arqueológica, ya que esto puede propiciar un más rápido y eficaz plan de protección mediante el que se quiere dar respuesta a “la complejidad y diversidad de sus partes integrantes, así como a la indefinición de sus límites conocidos”, ya que el yacimiento continúa bajo la carretera y las fincas anexas.

Una riqueza escondida que se presupone gracias a los trabajos de prospección arqueológica y documentación para su delimitación desplegados por la Consellería de Cultura a través de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural.

Fue esto lo que propició que el Diario Oficial de Galicia publicara el 8 de febrero de 2022 la Resolución de 20 de enero del mismo año por la que se incoaba el procedimiento para declarar como BIC la citada zona arqueológica de Adro Vello.

El paso siguiente, a propuesta del conselleiro de Cultura y previa deliberación del Consello da Xunta, el 29 de diciembre de 2022, fue aprobar la declaración del BIC y ordenar su inscripción en el Registro de Bienes de Interés Cultural de Galicia, comunicándolo al Registro General de Bienes de Interés Cultural de la Administración general del Estado para su correspondiente anotación.

Una forma de conocer el pasado de Galicia

El valor cultural de Adro Vello también viene dado por la importancia de los bienes de valor arqueológico, arquitectónico, industrial y etnológico de su entorno, “como el resto de factorías de salazón de época contemporánea”, explica el expediente BIC.

Para añadir que “la zona arqueológica de Adro Vello constituye un hito de importancia clave para comprender el pasado y presente de la comarca de O Salnés”.

Y es que “aglutina restos de muy variadas cronologías, que ilustran sobre el devenir histórico del lugar”.

Como ejemplo se cita que el “hallazgo de los restos de materiales calcolíticos en la playa de O Carreiro en 2002 conforma el resto más antiguo de la ocupación de esta área”.

Además, se aprecia la ocupación en O Castriño durante la Edad del Hierro y que fue en la época romana cuando se instaló la factoría de salazón; “una de las mejor conservadas en el noroeste y donde se recuperaron restos ícticos, evidencia escasa pero imprescindible para analizar las especies empleadas para salar o hacer salsas en época romana”.

Además, destaca “la colección osteoarqueológica de Adro Vello, que está produciendo información destacada para conocer el pasado de Galicia al estudiar su alimentación, que se revela como zona arqueológica y una pieza clave para entender la transición entre la Edad Media y la Edad Moderna en la Galicia rural”.

En resumen, “su valor reside en esta amplia secuencia histórica de uso, así como en el potencial como área de reserva arqueológica sin excavar en su totalidad, además de en la presencia de una variada tipología de elementos del patrimonio cultural y natural en su entorno más próximo”, sentencia el expediente BIC.

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  • El principal valor de Adro Vello radica en su larga secuencia de ocupación.
  • Su origen sería un lugar productivo en época romana, con una importante dedicación al ámbito funerario y eclesiástico, lo que lo convierte en una de las zonas arqueológicas más importantes del noroeste peninsular por la información que puede aportar sobre los habitantes de la comarca de O Salnés en la antigüedad y hasta la época moderna.

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