Una bufanda roja para el vilanovés Valle-Inclán en Santiago

En el acto no participó ningún representante del Concello de Vilanova

Un momento del homenaje tributado ayer a Valle-Inclán en Santiago

Un momento del homenaje tributado ayer a Valle-Inclán en Santiago / XOAN ALVAREZ

R. A.

 La estatua sedente de Ramón María del Valle Inclán en la alameda de Compostela luce ya la tradicional bufanda roja que cada 7 de marzo desde 2007 emula la prenda blanca con la que el colectivo teatral viste la figura del escritor en el madrileño Paseo de Recoletos desde hace 40 años. En Santiago esta tradición, con el cambio de color del complemento, comenzó en 2007 para conmemorar la llegada definitiva en marzo de 1935 de Valle a la capital gallega. En aquel año, aquejado ya de cáncer, el escritor se trasladó a la capital gallega para ingresar en el sanatorio del doctor Villar, y acabó falleciendo menos de un año después, en enero de 1936.

Inicialmente se pensaba que Valle había llegado a Santiago el día 7 de marzo y por ese motivo los organizadores de este acto eligieron tal fecha para colocar la bufanda roja en la estatua situada en el paseo compostelano, que recrea la figura del escritor sentado en un banco, con las piernas cruzadas y mirando hacia la catedral y la zona histórica de la ciudad, "la rosa mística de piedra", según sus palabras. Posteriormente se ha sabido que Valle llegó a Santiago un día antes, el 6 de marzo.

Responsables de la Fundación Granell, del Museo de Valle Inclán en A Pobra do Caramiñal, de la corporación municipal de Santiago y de la Xunta, entre otras asociaciones e instituciones, acompañados por el nieto del escritor, Xaquín del Valle-Inclán han recordado este martes la efemérides. No participó en el evento ningún representante del Concello de Vilanova de Arousa, lugar de nacimiento del escritor.

Durante el acto, se han leído una veintena de fragmentos de obras de Valle relacionados con la capital gallega y uno más, adicional, escrito por Castelao; una pieza del año 1939 en la que el intelectual galleguista hace referencia al entierro del escritor de Arousa. "Yo sé que Don Ramón ha muerto. He visto su cadáver. Lo llevé a enterrar. Lo llevé sobre los hombros en una tarde lluviosa de invierno. ¡Jamás el cielo de Compostela había llorado tanto! Y lo vi descender a las entrañas de la tierra madre (...) Desapareció y lo enterramos en un cementerio nuevo y vacío, que ahora está lleno de difuntos", dejó escrito el político de Rianxo sobre Valle Inclán, según leyó el director del Museo Valle-Inclán de A Pobra do Caramiñal, Antonio González Millán.

González Millán se ha congratulado de que este acto sirva año tras año para "mantener viva la semilla de Valle en la capital cultural" de Galicia y ha abogado por retomar tanto la ruta literaria del escritor, así como por representar, "por fin", la obra Mi hermana Antonia, escrita en 1909 por el autor de Luces de Bohemia y que se desarrolla íntegramente por las calles de Santiago de Compostela. Durante el acto, una de las participantes, Goretti Sanmartín, concejal del BNG en la ciudad, ha aprovechado su turno de lectura para recordar al poeta y académico Salvador García Bodaño, fallecido este martes en la capital gallega.

Suscríbete para seguir leyendo