Entrevista | Pablo Pereira Presidente de la Plataforma Regulación Sulfatos

“El uso de ventiladores para sulfatar debería estar prohibido por ley”

“Urge una regulación sobre el empleo de fitosanitarios por cuestiones de salud; los atomizadores son suficientes”

Pablo Pereira frente a un viñedo de O Salnés   | // IÑAKI ABELLA

Pablo Pereira frente a un viñedo de O Salnés | // IÑAKI ABELLA / TINO HERMIDA

Tino Hermida

El pasado verano nacía en Dena la plataforma ciudadana Regulación Sulftos. Una iniciativa que surge a partir del embrión de media docena de personas de concellos de Meaño, Ribadumia y Meis, con presencia tanto de afectados como de viticultores y cooperativistas de firmas vitivinícolas, sensibilizados por la necesidad de un control del empleo de fitosanitarios y su forma de aplicación. Damnificados por la colonización que el viñedo hace del espacio, chocan los intereses de bodegueros, viticultores y moradores, que apelan a un entendimiento para evitar daños a la salud y al medio ambiente.

–¿Cómo surge la Plataforma Regulación Sulfatos?

–Surge desde Meaño para O Salnés en un movimiento que se empieza gestando en redes sociales y que echaba a andar el pasado verano. Era darle forma a un movimiento que estaba creciendo; a más viñedo, más afectados. Tocaba organizarse, y desde la redes saltó al modelo presencial.

–¿Cuántos integran la plataforma?

–Organizados ya como colectivo reglado, somos once directivos y contamos detrás con el apoyo de 800 personas que se sumaron a la causa. Esta plataforma aúna a gente de todo O Salnés: Meaño como centro, pero también de Cambados, Meis, Ribadumia… Entre ellos, vecinos que padecen los daños, pero también viticultores, y hasta cooperativistas de firmas de albariño.

–También se han reunido con la Valedora do Pobo.

–Sí, lo hicimos este pasado mes de enero en Santiago. En la reunión hasta le mostramos vídeos para denunciar la situación que padecemos, lo que le ha dejado muy sorprendida.

–¿Qué próximas iniciativas tienen en vista?

–Siguiendo los consejos de la Valedora do Pobo, trasladaremos esta misma semana una petición idéntica al Defensor del Pueblo en España y a la Defensora del Pueblo Europeo, en pro de una causa justa.

–¿Puede precisar qué es lo que demandan?

–Lo que demandamos es regularizar la aplicación de sulfatos. De partida, planteamos que se redactara una ordenanza municipal, pero nos explicaron que a ello no había lugar, por cuanto no existía una ley superior, bien autonómica o nacional, en la que poder ampararse. Por tanto, lo que pedimos y urge es que se redacte una ley sobre la correcta aplicación de fitosanitarios, la cual, como toda ley, contemple obligaciones y sanciones.

–¿El código de buenas prácticas con el que se forma a los aplicadores de fitosanitarios es insuficiente?

–A todas luces, son recomendaciones, no más. Por ejemplo, se recomienda que en viñedos cercanos a viviendas debe aplicarse con pistola y de espaldas, y eso muchos no lo hacen. Y hasta se emplean atomizadores a pie de las casas, muchas veces sin tener en cuenta la presión empleada ni la existencia de viento. Como no existe sanción, la recomendación es papel mojado.

–¿Cuáles son los daños que sufren los afectados?

–En nuestras casas, también en parques o en colegios, se respira sulfato; hasta en ocasiones lo ves entrar por tu ventana al poco que uno se despiste… Si uno u otro, como en mi caso tiene tres colindantes con la vivienda que venga a aplicar casi cada semana, significa que tres días por semana debes estar alerta para cerrarlo todo. Otra vez me he visto en la situación de tener que coger a mis hijos y salir pitando del parque infantil en que estaba, por allí no olía, sino que estaba lloviendo sulfato, debido a un atomizador con ventilador que estaba aplicando en un viñedo cercano. Además, los aplicadores que vienen con un atomizador llegan encapsulados con sus equipos de protección, como si fueran astronautas. En cambio, el ciudadano de a pie que lo sufre nos enfrentamos al descubierto a ese sulfato.

–En concreto: ¿Cuáles serían sus propuestas para una ley que reglamente su aplicación?

–Evitar colocarles los ventiladores a los atomizadores, porque esparcen la nube de productos tóxicos y cancerígenos más allá de la viña. Algunos técnicos agrícolas independientes, buenos conocedores del sector, abogan por ello: prohibir los ventiladores, el atomizador es suficiente. Además, tal y como se hace con el fuego, es preciso crear franjas de seguridad con las viviendas: obligatoriedad de aplicar a pistola en zonas cercanas a casas, prohibir plantar viña a menos de 20 metros de una vivienda, no poder emplear atomizador, como mínimo, a menos de 100 metros de viviendas, parques o colegios. Y, por supuesto, una franja de protección similar para los ríos, que también están indefensos.

-¿A que otros ámbitos quieren trasladar sus demandas?

–Al mundo de la investigación para evaluar los riesgos y los daños a los que nos exponemos. Para ello estamos iniciando contactos con la Universidad de Vigo con el objeto de promover un doctorado o estudios de calado sobre el impacto ambiental y la salud del uso masivo de fitosanitarios. Y a nivel del mundo de la medicina, nuestra petición para los hospitales que nos tienen en su radio de acción, es que investiguen sobre la incidencia del cáncer en las zonas vitivinícolas, que en esta zona sigue creciendo. A este ritmo de crecimiento del empleo masivo de fitosanitarios, cuyos componentes están reconocidos oficialmente como cancerígenos, el riesgo se incrementa.

–¿Qué opinión le merece la creación del proyecto de polígonos agroforestales destinados a viñedo?

–Como ingeniero técnico forestal que soy me fijo mucho en ello. Cualquiera que ponga un poco de atención y se pasee por los montes de O Salnés, comprueba las continuas mordidas que se le están dando al bosque para plantar albariño. En el monte, se refleja también con la construcción de terrazas, que son un salvajada, se planta cerca de ríos, de casas… Los acuíferos y las traídas vecinales de agua captada en el monte se resentirán y dejarán de ser apta para el consumo. Todo vale, parece que estamos en el antiguo. No estamos valorando el daño.

Suscríbete para seguir leyendo