Cansados de reivindicar una intervención de la Xunta en este sentido, la comunidad educativa del colegio Rosalía de Castro y el Concello de O Grove retoman una vieja reivindicación y amenazan con organizar acciones de presión en caso de no conseguir su objetivo.
En concreto, el gobierno local y la asociación de padres de alumnos (Anpa) Conchases claman por la consecución de unas instalaciones “dignas” en el colegio Rosalía de Castro.
El objetivo perseguido desde 2015 es la ampliación de las instalaciones educativas, y para ello proponen nuevamente la desafectación de la antigua casa de los profesores.
El gobierno que dirige José Cacabelos recuerda que fue en 2015 cuando, a través de la concejala de Educación, Pilar Galiñanes, recogió el guante lanzado desde la comunidad educativa en este sentido.
Ya entonces “iniciamos negociaciones con la Xunta para solicitar la desafectación del edificio y que éste pasase a ser municipal, con la intención de instalar en parte del edificio un comedor escolar y un espacio para que la propia Anpa pueda dar cabida a actividades extraescolares”.
Además de buscarse un espacio para disponer de nuevas aulas con las que compensar la falta de espacio en el edificio principal.
E incluso se plantea la posibilidad de usar una parte del edificio de los maestros con fines sociales.
Lo que sucede, lamenta Pilar Galiñanes, es que “la Consellería de Educación denegó esta desafectación, y dado que sus técnicos consideraban que el centro tiene un grave problema de espacio interior y exterior, acordó mantener la afectación do edificio con la intención de derrumbarlo y construir otro de menor planta, para así ampliar el patio”.
Se trataría de “un edificio que albergase un gimnasio, del que adolece el centro, el propio comedor, nuevas aulas y un espacio para el Anpa”.
Llegó incluso a firmarse un convenio para la colocación provisional de un aula prefabricada que albergase el comedor, comprometiéndose la Xunta a que estuviera en uso dos o tres años, hasta acometer la obra definitiva.
“Pero han pasado más de cuatro desde la firma de ese convenio y la puesta en marcha del comedor sin que la Xunta ponga fecha a las obras”, lamentan el gobierno local y los padres de alumnos.
Por eso vuelven a insistir ahora en los “problemas graves de espacio que tiene el centro” y advierten de que “se agravarán en el próximo curso”.
Al tiempo que denuncian “el peligro que supone el propio edificio para los usuarios del colegio y los peatones, dado que la Xunta no hace ningún tipo de mantenimiento ni vigilancia del edificio desde que en 2018 pusiéramos todas las viviendas a su disposición”.
Una edificación, por cierto, con más de medio siglo de existencia “que fue declarada en ruina técnica en 2015”.
Demandan una reunión urgente para abordar el problema
Desde la concejalía de Educación advierten de que el Concello de O Grove y la comunidad educativa del CEIP Rosalía de Castro “no podemos seguir esperando por una solución para este problema mientras escuchamos promesas sin fechas, proyectos y presupuestos concretos”. De ahí que exijan a la Consellería de Educación “que nos conceda de forma inminente una reunión en la que plantear soluciones reales basadas en proyectos firmes”. Terminan diciendo que los usuarios del CEIP Rosalía de Castro y el pueblo de O Grove merecen “un trato digno de la Xunta, que lleva ignorando nuestras necesidades de forma reiterada los últimos años”.