La Corporación municipal de O Grove celebraba anoche una sesión plenaria en la que afrontar la revisión de las tarifas de taxi, a propuesta de la patronal, y dos nuevas mociones en defensa de la sanidad pública y como apoyo a la manifestación del día 12 en Santiago, para la que, una vez más, el Concello pondrá autobuses a disposición de los ciudadanos.
El otro gran asunto del orden del día es la modificación puntual de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal, con la intención de recalificar la conocida como Torre de Escuredo para catalogarla como espacio de interés público y así permitir la dotación de equipamientos también públicos. Una catalogación, dicho sea de paso, que es la misma que tendrá en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).
¿Qué significa esto? Pues que, de este modo, el Concello puede “iniciar los procesos que la legislación nos permite” para “ir a por todas” e incorporar esa propiedad privada al patrimonio municipal.
Así lo resume el alcalde, José Cacabelos, quien añade que, de este modo, “podremos cumplir el viejo objetivo de recuperar la Torre, lo cual ya se había planteado y aprobado en el propio pleno en dos ocasiones anteriores”.
Dicho de otro modo, que “siempre se habló de la necesidad de incorporar la Torre al patrimonio municipal, y en eso estamos trabajando desde el gobierno, sabedores de que se trata de un objetivo compartido por buena parte de la sociedad”, remarca el regidor.
¿Cómo lograrlo? Pues con el método de permuta forzosa, tal y como avanzó en FARO DE VIGO hace meses el propio alcalde meco.
La estrategia
Fue el 29 de noviembre cuando Cacabelos dio a conocer en este medio de comunicación su hoja de ruta, y como se avanzó entonces, la aprobación en pleno de la modificación urbanística antes aludida era el primer paso.
El siguiente será someterla al trámite de exposición pública y gestionar la adquisición del inmueble mediante el proceso de permuta forzosa, antes de incorporarlo al inventario de Patrimonio municipal.
Es posible hacerlo de este modo porque, explicaba entonces el alcalde, “la nueva ley de Patrimonio abre la puerta a esa permuta forzosa, de tal forma que podamos ofrecer a la familia propietaria algo similar a cambio del inmueble”.
En este sentido, recordaba que “en su día ya les ofrecimos un solar edificable en el que poder construir con licencia directa, situado en la calle Teniente Domínguez, pero no aceptaron, de ahí que no nos dejen otra alternativa”.
Casi 3 millones de euros
Puede recordarse, igualmente, que José Cacabelos aludió a “casi dos años de negociaciones” en los que “ha sido del todo imposible alcanzar un acuerdo con la familia, porque piden nada menos que 2,9 millones de euros, cuando la tasación que manejamos no llega a los 400.000 euros”.
Por eso “nunca estuvimos cerca de un acuerdo”, lamenta el primer edil, quien considera que la planteada por su gobierno fue “una oferta realista y realizada con el aval de tres técnicos que estudiaron toda la parcela y sus condiciones, por lo que, siendo como es, un espacio protegido, no puede alcanzarse de ningún modo la desorbitada cantidad que pide la familia”.
La postura de los dueños
Una propiedad que un mes después se pronunciaba públicamente para acusar al alcalde de mentir y remarcar que la Torre de Escuredo “ya no es Bien de Interés Cultural (BIC)”, por lo que considera que la permuta forzosa no tiene razón de ser, de ahí que le pidieran “llamarnos para negociar, en lugar de inventar negociaciones que nunca existieron”.
Al tiempo que anunciaban que en esta misma época del año realizarían una presentación pública de fotografías, actas, noticias de prensa y escritos de todo tipo correspondientes al periodo 1989-2022 y relacionados con su casa, los propietarios aseguraban que fue el 28 de octubre de 2019 cuando tuvo lugar “la última reunión” con el gobierno, “tras treinta largos años desde el inicio del conflicto”.
Y “lo único que se trató entonces –aseguran– fue la oferta de un solar en la calle del Teniente Domínguez a cambio de la Torre de Escuredo”.
Propuesta que “fue rechazada, puesto que tanto las dimensiones como el valor de ambas propiedades no son ni remotamente equiparables”, aduce la propiedad.