El Amor de Madre se hace querer en O Piñeiriño

El éxito de la apertura de la primera tapería allí confirma la pujanza del barrio vilagarciano

Adrián Santórum preparando espagueti sobre rueda de queso.

Adrián Santórum preparando espagueti sobre rueda de queso. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

El barrio de O Piñeiriño se ha puesto de moda en Vilagarcía. Cuestiones como la peatonalización o las amplias zonas de aparcamiento han hecho que cada vez sean más las personas que elijan alguna de sus calles para emplear su tiempo de ocio.

A ello ha contribuido notablemente la apertura de Amor de Madre. Una tapería a modo de restaurante en su funcionamiento en la que la experiencia de disfrutar de la cocina tradicional y de la moderna es absolutamente posible.

Desde su apertura el pasado diciembre, la iniciativa ha sido acogida con los brazos abiertos. Los hermanos Lucas y Borja Gallego se asociaron con Adrián Santórum para que fuese él el que desarrollase su idea de negocio en el local y el resultado está siendo un éxito.

El equipo de trabajo está formado por un total de ocho personas.

El equipo de trabajo está formado por un total de ocho personas. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

El hecho de apostar por O Piñeiriño como base no supuso ningún inconveniente. Ni siquiera por el hecho de que nunca antes se había abierto un local con las mismas características allí. La apuesta estaba centrada en la calidad del servicio y de la carta y la satisfacción de los clientes está corroborando el acierto de la línea marcada.

“No se trata de poner de comer y nada más. Aquí se viene a disfrutar de la comida y de la experiencia. Queremos que el cliente vea en todo momento que nos vaciamos en un servicio que le agrade y en el que se sienta especialmente atendido. Nos gusta diferenciarnos también en ese sentido”, explica su gerente Adrián Santórum.

Adrián Santórum es el jefe de sala y uno de los socios del negocio.

Adrián Santórum es el jefe de sala y uno de los socios del negocio. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Con una carta de 17 platos en constante evolución, se puede disfrutar desde una tortilla de Betanzos, hasta una hamburguesa al horno en pan de pizza, un raxo en salsa o unos espaguetis carbonara fundidos a la vista en una rueda de queso que impactan a la vista y al paladar.

El detalle se hace extensivo a los postres, momento en el que la tarde de queso al horno o el trampantojo de chocolate blanco y emulsión de mango con helado búlgaro se conviertes en broches perfectos a la velada. Todo ello regado con muchas referencias de buenas bodegas si el gusto fuese vinícola.

De la aceptación del Amor de Madre también dan buena cuenta, además de su alta afluencia, el extraordinario impacto alcanzado en las redes sociales donde el seguimiento de las publicaciones está trayendo cada vez más comensales a un barrio de O Piñeiriño en el que la hostelería se está convirtiendo en abanderado.

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