Aumentan los requisitos para organizar una verbena

Un decreto de la Xunta obliga a las comisiones de fiestas a contratar seguros con un capital mínimo de 200.000 euros

Dos integrantes de una orquesta, en una verbena de O Sisto. |   // NOÉ PARGA

Dos integrantes de una orquesta, en una verbena de O Sisto. | // NOÉ PARGA / A.Martínez

El 19 de febrero entrará en vigor el decreto que regula la ley autonómica de espectáculos públicos y actividades recreativas, y las comisiones de fiestas que vayan a organizar una verbena popular a partir de esa fecha tendrán que pagar más por el seguro de responsabilidad civil obligatoria. “Nosotros estábamos pagando algo más de 200 euros, y ahora nos pasa a más de 400”, afirma Ramón Prado, presidente de la asociación cultural Santa María de Armenteira, organizadora de la Romería das Cabezas, una de las fiestas más importantes de la primavera de O Salnés.

El decreto que aprobó el Consello da Xunta en vísperas de la pasada Navidad, y que entrará en vigor dentro de un mes contempla, entre otras novedades, que las pólizas de seguros que suscriban las comisiones para las verbenas deberán hacerse por un capital mínimo de 200.000 euros, cuando hasta ahora eran 150.000.

También lamentan las tarifas de la SGAE, y solicitan un trato especial por ser entidades sin ánimo de lucro

Aunque, en la práctica, la mayoría de las comisiones contratan capitales más elevados, “porque la diferencia del coste del seguro es pequeña y a cambio te quedas más tranquilo”, en palabras del cambadés Antonio Cacabelos, director de Espectáculos Toño y representante de Gaias Eventos Musicales. “La diferencia entre contratar un seguro anual por un capital de 600.000 euros y otro de 300.000 euros es de solo 20 o 30 euros”, advierte.

Otra recomendación que realiza Antonio Cacabelos a los promotores de fiestas populares es la de formalizar un seguro anual, en vez de solo por día de fiesta. De este modo, explica, la comisión cubre cualquier evento que organice a lo largo del año, incluidas las tradicionales citas gastronómicas o “sardiñadas” de San Juan que se convocan para recaudar dinero para las fiestas patronales. El coste del seguro por una única jornada ronda los 120 euros, para un capital de 300.000 euros, según las cifras aportadas por Cacabelos.

Puesto de mando avanzado en emergencias, en Cambados.   | // I.ABELLA

Puesto de mando avanzado en emergencias, en Cambados. | // I.ABELLA / A.Martínez

La SGAE y los bancos

En todo caso, en lo que coinciden comisiones y agentes es en que un exceso de burocracia y el aumento de los costes puede suponer que algunas comisiones tiren la toalla y que se pierdan fiestas por falta de relevo. “La administración no puede pedirle lo mismo a una verbena de un sitio pequeño que se hace para un centenar de personas que a otra que va a reunir a 3.000”, opina Antonio Cacabelos.

Ramón Prado, por su parte, hace un llamamiento a las administraciones para que aligeren las exigencias económicas que actualmente sufren las comisiones. “Entiendo que se le cobren determinadas cosas a los negocios, pero nosotros somos entidades sin ánimo de lucro, no organizamos una verbena para ganar dinero, sino para que los vecinos disfruten un día juntos”.

Prado lamenta especialmente la pesada losa que suponen para ellos las tarifas de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), ya que les cobran entre 130 y 150 euros por cada orquesta. Y también se queja del trato que les dispensan las entidades financieras. “El banco en el que tenemos ahora mismo la cuenta no nos cobra nada por ella, pero la mayoría de los bancos cobran apertura y mantenimiento, pese a que somos sociedades sin ánimo de lucro”.

El presidente de la comisión de Armenteira llama también la atención sobre la necesidad de aprobar un boletín eléctrico si se pretende alquilar un generador. Esto supone un coste que puede rondar los 400 euros, entre el arrendamiento del equipo y la realización del boletín, que debe hacer un electricista.

“Las comisiones nos enfrentamos a muchas trabas, a muchas dificultades, y a este ritmo se van a ir perdiendo cada vez más fiestas”, advierte Ramón Prado. Sobre el incremento de los costes, advierte que, “mil euros para nosotros supone mucho dinero”, pues para conseguirlo tienen que dedicar muchos días a solicitar la colaboración económica de los vecinos y las empresas de la zona. Por ello, está convencido de que la Xunta debería flexibilizar algo los requisitos para las entidades no profesionales y sin ánimo de lucro.

Javier Oubiña, miembro de la comisión que el pasado fin de semana organizó la fiesta del San Antón de A Modia, en Cambados, plantea a su vez que la tramitación de los permisos es “muy compleja”, y que esto se acentúa cuando hay que solicitar el corte de carreteras que pertenecen a diferentes administraciones.

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Otra de las principales novedades del decreto es que en determinados eventos será necesario contar con equipos sanitarios o de emergencias. Así, en las fiestas que se celebren en locales con un aforo de menos de 500 personas, o en recintos al aire libre con capacidad para menos de 1.000 bastará con disponer de un botiquín. No obstante, en aquellas verbenas que se desarrollen en espacios en los que quepan entre 1.000 y 5.000 personas ya será necesario disponer de un lugar donde realizar unos primeros auxilios y de personal que sepa atender una emergencia. En la práctica, esto obligará a las comisiones de fiestas a solicitar la colaboración municipal o a contratar ese servicio con sus propios medios económicos, ya sea un sanitario o personal de seguridad.

En el caso de los eventos de mayor envergadura -pensados para más de 5.000 personas- ya será necesario disponer de un puesto de mando avanzado, como los que se desplegaron en la Festa do Albariño de Cambados o la semana grande del San Roque de Vilagarcía. Este último requisito está pensado, por lo tanto, para las actividades multitudinarias, como pueden ser los festivales de música. En lo que se refiere a los conciertos de verano, en los que se celebran en la plaza de Fefiñáns hay cabida para 5.000 personas, aunque en la práctica el Ayuntamiento de Cambados trata de no llegar a esa cifra. “Siempre restamos al menos un 10 por ciento a ese aforo máximo, porque la seguridad es lo primero”, aduce el alcalde, Samuel Lago. Esto supone unos 4.500 espectadores.

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