La migración prenupcial de las aves se acerca

Empiezan a llegar aves raras o poco habituales por estas latitudes

Las bateas son un excelente posadero para todo tipo de aves.

Las bateas son un excelente posadero para todo tipo de aves. / Xabier Vázquez Pumariño / Birding.gal / Chasula Birds

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La migración prenupcial o primaveral está prácticamente en marcha. Las aves que pasaron lo más duro del invierno en África regresan a sus zonas de cría, muchas de ellas en el Norte de Europa.

Esto hace que algunas se detengan en las Rías Baixas, ya sea para criar aquí o reponer fuerzas antes de seguir la ruta migratoria.

Sirve para anunciar este importante movimiento migratorio la localización en Arousa de especies raras o poco habituales por estas latitudes.

Y a estas alturas, cuando solo acaba de arrancar el año, empiezan a aparecer. Puede destacarse a la gaviota enana, que se extiende desde Escandinavia y las repúblicas bálticas hasta el Este de Siberia a través de Rusia. Aunque también hay poblaciones más pequeñas en Países Bajos, Polonia, Rumanía y Ucrania, así como en Norteamérica.

Así lo explica la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), que gestiona la Reserva Ornitológica de O Grove.

Un ave escasa

Entidad que apunta, igualmente, que la gaviota enana “únicamente aparece en España durante los pasos migratorios –en especial el prenupcial–, si bien se trata de un ave más bien escasa en general”.

De ahí la importancia de que haya sido descubierta en la ría arousana el pasado finde, durante la primera expedición de la temporada del programa Chasula Birds.

Xabier V. Pumariño y Juan Diéguez

Se desarrolla a bordo del barco escuela “Chasula”, en el que viajaban el sábado, cuando fue avistado un ejemplar de enana, los conservacionistas Xabier Vázquez Pumariño y Juan Diéguez.

Este último detalla que después de los grandes temporales de semanas pasadas se esperaba ver en este primer viaje “aves venidas a protegerse en este santuario que es la ría”.

Y la expedición no defraudó, ya que “hemos disfrutado de la presencia de álcidos como el alca, así como de las poco frecuentes gaviotas canas, que formando un buen grupo descansaban en las bateas, y de la rara gaviota enana”, resalta Juan Diéguez.

La "reina de la ría"

Quien no se olvida de reseñar que “la reina de la ría”, que es como se refiere al águila pescadora, “sobrevoló nuestras cabezas causando emoción entre los fotógrafos a bordo”.

Abundando en ello, hay que decir que el alca se concentra en Escandinavia, Islandia, las Islas Británicas y las costas atlánticas de Francia.

No se reproduce en España, “si bien resulta bastante frecuente en nuestras costas durante el invierno a lo largo de todo el litoral, especialmente el Atlántico”, aclara SEO.

Lo que no es tan frecuente es descubrir a esta especie dentro de la ría, donde también fueron avistados un centenar de ánades azulones y nueve serretas medianas; un pato marino con el pico rojo muy largo, estrecho y aserrado, que en ambos sexos y en todas las edades muestra una característica cresta despeinada.

Zampullines y somormujos

Xabier V. Pumariño confirma, además, que se avistó un zampullín común y 32 ejemplares de somormujo lavanco.

No faltaron a la cita medio centenar de zampullines cullinegro, seis palomas torcaces, 350 ostreros euroasiáticos, 250 chorlitos grises, 43 zarapitos trinadores y cuatro vuelvepiedras comunes.

El correlimos común (156 individuos), andarríos chico (1), archibebe común (39), la siempre abundante gaviota reidora (788), la cabecinegra (303), la cana (41) y la gaviota argéntea (2) fueron otras especies “inventariadas” a bordo del “Chasula”.

Gaviones, charranes y un alcatraz

Al igual que lo fueron la gaviota patiamarilla (1.270), la sombría (15), el gavión atlántico (14), charrán patinegro (11) y el alcatraz atlántico, que sigue amenazado por la influenza aviar y suele estar presente fuera de la ría, de ahí que sorprendiera toparse con uno en su interior.

Se completa la relación de aves vistas desde el barco que patronea Isidro Mariño con 845 cormoranes, tanto grandes como moñudos, 88 garzas, 62 garcetas, 15 espátulas, dos urracas, media docena de cornejas, un petirrojo y un par de lavanderas blancas.

Antecedentes

Dicho esto, y volviendo al principio, no está de más explicar que cuando se habla de especies poco habituales en Arousa hay que recordar que en enero de 2012 se elaboraba un censo de aves que llevó a diversos expertos al istmo de A Lanzada. Allí pudieron constatar la presencia de aves como la barnacla carinegra (Branta bernicla). 

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En A Lanzada llegó a avistarse un ejemplar de Melanitta deglandi stejnegeri, una subespecie de la familia de los negrones tan rara que ni siquiera tenía nombre en español.

Fue en enero de 2012 cuando se hizo oficial en O Grove el primer registro de dicha especie en España. Encarna González, coordinadora de SEO-Pontevedra, indicaba entonces que aquel ejemplar quizás podía haberse perdido durante la migración, pues se trata de un ave propia de la zona ártica y el noreste de Asia.

En concreto se habían avistado cinco ejemplares de esta especie, junto a tres garcetas grandes (Casmerodius albus), que tampoco es frecuente en la zona.

Ya se explicó entonces en FARO que la barnacla carinegra es una variedad de ganso que cría en el Ártico y diferentes zonas de Noruega, Groenlandia, Rusia, Canadá y Alaska, llegando a recorrer 5.000 o 6.000 kilómetros en sus migraciones hacia el sur de Europa, la costa Atlántica de Estados Unidos y el Pacífico.

La barnacla carinegra es un ave con el pico, las patas, la cabeza, el cuello, el pecho y el dorso anterior de color negro y una pequeña mancha blanca a ambos lados del cuello. El plumaje restante es gris oscuro, con plumas cobertoras de la cola blancas y las partes inferiores en tono gris pizarra.

Cariblanca

Y eso no es todo, pues en 2013 los medios de comunicación de Escocia daban cuenta de la localización en O Grove de un ejemplar de barnacla cariblanca (Branta Leucopsis) anillado en Escocia en 2004.

Un grupo de ostreros eurosiáticos.

Un grupo de ostreros eurosiáticos. / Xabier Vázquez Pumariño / Birding.gal / Chasula Birds

Otra especie poco habitual en el complejo intermareal pero también avistada por los ornitólogos es la garceta grande o garza blanca, que puede medir un metro de alto. Tiene el pico amarillo y las patas negras, aunque cambian de color en época de cría.

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